Parte 5

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La botella empezó a girar y yo rezaba mentalmente para que no me tocase a mí. Cada vez iba más despacio hasta que por fin se paró, apuntanto directamente hacia mí.

-Verdad, reto o beso.- dijeron todos a la vez.

-Mmm ¿reto?- dije yo, no muy segura.

-Te reto a que vayas sin camiseta a pedir sal al vecino de al lado.- dijo Lucas sonriendo.

¿Porqué su sonrisa es tan jodidamente bonita? ¿Y porqué siempre que sonríe es porque quiere joderme?

-¿Y si no tiene sal?- pregunté yo, haciéndome la tonta.

-¿Lo vas a hacer de verdad?- me preguntó Lisel.

Yo asentí mientras iba hacia la puerta. Me quité la camiseta, y llame al timbre. Estaba nerviosa, pero no iba a dejar que los demás, especialmente Lucas lo notase.

Abrió la puerta un niño de unos doce años, cuando se dio cuenta de mi estado abrió mucho los ojos.

- ¿ Tienes sal?- pregunté educadamente.

-Cr-creo q-que s-si- dijo tartamudeando.

Yo intentaba no reírme mientras que él había ido a por la sal.

-Aquí tienes- dijo el niño ahora mas calmado.

-Gracias- le dije yo giñándole un ojo.

-¿Me das tu número de teléfono? - me preguntó el niño.

-Lo siento, no tengo- le mentí para que me dejase ir.

-¿Tampoco tienes camiseta?- dijo el niño riéndose y cerrando la puerta.

Cuando entré en casa de Vera, me puse la camiseta mientras todos empezaban a reírse.

- Habéis escuchado todo ¿verdad? -pregunté cruzándome de brazos.

-Sí- dijeron todos partiéndose de risa.

-Bueno, vamos a seguir con el juego. - dije cambiando de tema.

Nos volvimos a sentar en círculo cuando sonó el movil de Lucas.

Leyó el mensaje y frunció el ceño.

- ¿ Quién es? -preguntó Alex.

-No lo se, pero dice: eres muy sexy, quiero salir contigo.- dijo Lucas.

Yo me reí internamente porque sabía perfectamente quién era. Puede que yo le diese al niño de doce años el número de Lucas y le hiciese pensar que era el mío. Lucas se lo merecía por haberme hecho pasar por eso.

-Preguntale quién es- le dije.

- Dice que no me haga el tonto, que se perfectamente quién es.- dijo Lucas.

Yo intentaba no reírme.

- Dice que es el chico que me a visto en sujetador- dijo Lucas mirándome fijamente en busca de respuestas.

Yo no pude más y me eché a reir como si no hubiese mañana.

-Te la debía- le dije yo mientras todos se estaban riendo.

Cuando todos habían parecido olvidar el tema y habíamos empezado a jugar de nuevo Lucas me susurró en el oído para que nadie más lo escuchase: te la devolveré pequeña.

Al final del juego, Vera había tenido que besar a Alex, Rafa había tenido que comerse un pimiento rebozado en nocilla, Lisel había tenido que untarse mantequilla en el pelo, Lucas había tenido que ir a la puerta del niño de doce años y cantar Wrecking ball de Miley Cyrus haciendo el baile característico y al final decirle al niño te quiero (había sido idea mía lo del baile y Vera añadió la declaración de amor), y Alex tuvo que llamar a un hotel diciendo que había perdido la virginidad allí y quería recuperarla.

Después de todo eso estábamos demasiado cansados para nada más a si que pusimos una película. Estaba sentada al lado de Lucas, la verdad no se porqué, y empecé a tener sueño y sin darme cuenta estaba acurrucada a lado de Lucas, con la cabeza en su pecho y dormida profundamente. Antes de dormirme noté como Lucas apoyaba su cabeza en la mía y me susurraba: eres increíble Lisa. Y soltó una pequeña risa.

Ángeles sin alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora