Ángeles sin alas

Parte 22

Cuando bajamos al garaje (el cual también era increíblemente grande) Lucy se acercó a un Jeep rojo.
- ¿Tienes un coche genial aquí pero vas en taxi a todas partes en Madrid?- pregunté sorprendida.
-Me le regaló la abuela por mis 19, pero no pensó como transportarlo, por eso le dejo aqui.
- Lo mejor de todo es que hay una copia de las llaves arriba- dijo Nathan arrogante.
-¿¡Has cogido mi Jeep!?- preguntó Lucy gritando.- Hijo de p...
- Tranquilos -dijo Luke poniéndose entre ellos.- Ya encontraremos esa llave y la quemaremos- agregó mientras me abría la puerta para
subir.
-Las llaves no se queman, idiota- dijo Nathan.
-Ya verás como sí- contestó Lucas fulminándole con la mirada.
-Venga, vamos.
El viaje a la playa fue corto, alrededor de 10min. Cuando llegamos me di cuenta de que no se parecían en nada a las de España. La arena era más clara: casi blanca, el agua era prácticamente transparente y había pequeños grupitos haciendo hogueras en la orilla del mar.
Había un grupo en concreto que era más grande que los demás. Nos dirigiamos hacia ellos. Hasta encontes no había notado lo
nerviosa que estaba por conocer a sus amigos. "¿Y si no les caigo bien?"pensé. Tenían pinta de ser muy diferentes de nuestro grupo en España: había un chico con un montón de tatuajes en los brazos, una chica con el pelo superlargo morado y rosa que parecia una sirena, una chica muy guapa con una melena rubia y un cuerpo de Barbie, un chico pelirrojo con pinta de skater... Entre otros.
"Mierda, todos están buenísimos" pensé, y era verdad. "No sé que tendrá Australia para que todos los australianos que conozco estén tan bien"
Y entonces, cuando nos encontrábamos a unos cuantos
metros una chica de piel oscura, pelo alocado y ojos de color ámbar empezó a correr hacia nosotros.
-¡Lucy!- gritó llena de alegría.
-¡Maddie!- grito Lucy en respuesta mientras se fundían en un abrazo.
-Ha sido la mejor amiga de mi hermana de toda la vida- me susurró Luke al oído.
-Luke, tío. Ya iba siendo hora de que pasearas tu asqueroso trasero por aquí- dijo en inglés el chico de los tatuajes.
-Josh, ya podrías aprender español y visitarme tú- contestó Luke riendo.
- Sabes que no le da el cerebro para eso- comentó el pelirrojo.
- Y que lo digas Will- dijo la chica del
pelo rosa.
-Cállate Beth- replicó Josh.
En seguida todos empezaron a abrazar a Luke y a Lucy. Habían cuatro chicas con Lucy y tres chicos y dos chicas con Luke. Alcancé a oír algunos nombres sueltos, pero como me quedé un poco apartada no pude identificarlos.
-Tranquila, no eres la única que se siente incómoda- me dijo Nathan de repente, ni siquiera había notado que estaba de pie a mi lado. Seguramente esos no eran amigos suyos. " Si es que tiene" dijo la parte mala de mi cerebro.
Le sonreí en respuesta y me acerqué lentamente a donde estaba Luke riendo con sus amigos. Le toqué el
hombro por detrás y cuando se giró me sonrío.
-Damas y caballeros, - dijo Luke haciendome dar un paso hacia adelante,- esta es mi novia.
De repente todos se callaron y pusieron cara seria. Se empezaron a mirar entre ellos y al final un chica morena de ojos grises me preguntó directamente:
-¿Has sido tú capaz de atar a Luke?
- Bueno, no es como si estuviéramos casados- contesté.
Todos se echaron a reir y un chico con el pelo negro me miró y dijo:
- Pues deberíais. Yo que tú huiría.
-Venga ya chicos, que la vais a asustar- dijo Luke riendo.
Entonces me reí yo también y Luke se puso a presentarme a los demás. Al final llegué a la conclusión de que el de los tatuajes era Josh; el pelirrojo era Will; el del pelo negro Jake; la rubia bajita se llamaba Ashley; la del pelo rosa y morado se llamaba Beth y la morena de los ojos grises de llamaba Tess. Luego, de las amigas de Lucy (que estaban al otro lado de la hoguera) supe que, aparte de que las tres eran modelos a nivel nacional, la morena de pelo revuelto se llamaba Maddie, la Barbie se llamaba Cassie y la morena de ojos café se llamaba Jenny.
Treinta segundos después olvidé casi todos los nombres.
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La noche fue genial. Al final todos nos reunimos en la hoguera, incluso Nathan, y estuvimos cantando, hablando y riendo hasta bastante entrada la noche.
Muchas veces cuando hablaban demasiado deprisa en inglés y con ese acento australiano tan marcado y yo no les entendía simplemente sonreía y asentía. Luke fue el único que lo notó por lo que nos estuvimos lanzando miradas y riendo toda la noche cada vez que yo ponía cara de no entender algo.
Hacia las tres o así llegamos a casa de la abuela de Luke. Todo estaba en silencio y las luces apagadas. Subi-
mos sigilosamente las escaleras y yo me metí en la habitación con Lucy y Luke se fue a la suya mientras que Nathan se perdía al final del pasillo.
-Hasta mañana- le dije a Luke mientras que Lucy entraba en el baño de su cuarto para cambiarse.
- No lo creo- dijo Luke poniendo su típica media sonrisa derrite corazones y cerrando la puerta dejándome dentro de la habitación de Lucy. En cuanto ésta salió entré yo al baño para ponerme el pijama.
- Bueno, ha sido un gran dia. Mañana de compras,ya sabes. Cassie, Beth y Maddie vendrán con nosotras, a las demás las veremos e la fiesta del sábado- dijo desde la habitación.
-¿Qué fiesta?-pregunté yo saliendo finalmente del baño. Tengo que admitir que siempre tardo un montón en cambiarme.
- Ya verás. Tú solo acuérdate de comprarte un vestido bonito- me dijo bostezando ya en su cama.
-Vale. Hasta mañana- dije, pero ella ya estaba dormida, así que decidí hacer yo lo mismo.
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De repente sentí que alguien tocaba ligeramente mi hombro y me daba un beso en la mejilla.
-¿Qué haces aquí Luke? Son las cuatro de la mañana- dije mirando el móvil, el cual tenía demasiado brillo y me cegó durante unos segundos. -Nadie tiene aventuras de día- me susurró ayudando a levantarme.
Yo todavía medio dormida le seguí.
-Quiero pasar un rato a solas contigo, pero con todo este lío y toda esta gente ha sido un poco difícil- me dijo él.
-Claro- dijo dirigiendome a su habitación. - Espera, ¿por qué no hablamos por la mañana?- dije bostezando.
- ¿ Quién dice que solo vayamos a hablar?- dijo sonriendo de lado y abriendo la puerta de su habitación.