< Año 1632, línea 126, en algún lugar de Europa >
Hacía un calor espantoso. Ese lugar, fuera el que fuera, casi era un horno.
Ho Seok se quitó la capucha y luego máscara picuda, descubriendo su pelo alborotado, y su piel pálida goteando sudor.
—Este sitio es horrible —dijo una voz a su espalda.
Ho Seok se giró a mirar a su acompañante, tumbado sobre un lateral de la máquina, vestido con ropas corrientes y sudando casi tanto como Ho Seok.
Se llamaba Chang Kyun, y era tan adorable como desesperante.
Ho Seok no dijo nada, y él se levantó y caminó hacia su compañero. Se colocó a su lado y resopló, mirando la vasta extensión de gris frente a sus ojos.
—Siempre esperé que el día que me mandaran a la línea de mi cumpleaños sería algo menos... deprimente —añadió Chang Kyun, devolviéndole la mirada a Ho Seok.
Ho Seok le miró con seriedad un instante. Luego se rio, obligando a su acompañante a sonrojarse, y volvió a ponerse la máscara.
—Al menos dentro de esto puedo respirar. Me estaba cansando de corsés.
—Como si alguien te obligara a ponerte vestidos.
Ho Seok giró la cabeza y le miró, aunque Chang Kyun no pudiera verle la cara debajo de esa máscara de pájaro que, por alguna razón, le hacía parecer terriblemente sexy. Casi tanto como esos vestidos victorianos que solía ponerse, de faldas pomposas, corsés, hombreras enormes y escotes, que dejaban ver parte de ese pecho falso que usaba como accesorio y que nunca parecía falso.
A veces, Chang Kyun pensaba que Ho Seok era una bomba de relojería.
—La situación lo requiere a veces.
—Lo disfrutas, cállate.
Ho Seok miró al frente sin darle una contestación, y comenzó a caminar.
—¿A qué se supone que hemos venido a este estúpido siglo en esta línea todavía más estúpida?
—Hay que salvar a un tipo de sus médicos (si es que se puede llamar medicina a las cosas que hacen en esta época infernal) —dijo Chang Kyun, mientras se tapaba la cara hasta la nariz con la super-fibra de su camiseta de cuello alto y empezaba a caminar a su lado. Chang Kyun no tenía ni idea de qué tantas enfermedades había flotando en el aire a los pies de una ciudad llena de ratas y donde la gente siquiera sabía lo que era la higiene personal—. Al parecer, si vive unos pocos años más, tendrá un hijo que inspire a no sé quién a hacer no sé qué. Está apuntado en el informe.
—Normalmente te acuerdas de todos los detalles, pequeño genio.
—A este pequeño genio no le han dado tiempo para leerse el informe entero. —Hizo una mueca de disgusto—. Alguien en el Clan me está boicoteando.
—O tal vez te hubieran avisado a tiempo si hubieras estado en tu dormitorio, en vez de en mi cama.
Chang Kyun dejó salir el aire por la nariz dentro de la fibra que le cubría la cara, causándole todavía más calor, y se forzó a retener sus ganas de rodar los ojos. En cambio, solo frunció el ceño.
—Tu cama es más cómoda —contestó, antes de acelerar el paso.
Ho Seok no le siguió. Sonrió bajo la máscara, sabiendo que tenían que separarse igualmente y que Chang Kyun solo estaba siendo melodramático, y se adentró en la ciudad de calles de piedra y edificios bajos.
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Let's start From Zero » Wonkyun. MONSTA X
FantasyViajando línea arriba y línea abajo por el tiempo, Chang Kyun y Ho Seok hacían equilibrios sobre el delgado hilo entre ser uno de los comandos más eficientes del Clan y ser el que más problemas causaba.