< En algún lugar del centro de África, Siglo LXXVI. Línea 226 >
—Nada —dijo Ho Seok, arrastrando la mano sobre una superficie blanca tan cubierta de polvo que parecía gris—. Hemos llegado tarde. Muy tarde.
—Ya —dijo Chang Kyun, que caminaba de un lado a otro con parsimonia. Estaban en una especie de laboratorio, con paredes gris oscuro y prácticamente nada de luz colándose por las ventanas cubiertas por papeles de periódico, en una línea que debía ser apocalíptica y que había resultado ser completamente postapocalíptica—. Esta línea es inestable, es difícil predecirla. Won Young me avisó. Tú solo registra todo lo que encuentres.
—¿Estamos aquí por ella?
Chang Kyun asintió.
—Hyung Won le dijo que nos lo pidiera a nosotros, y... aquí estamos.
Se dio la vuelta, y salió de la habitación en la que estaban.
El techo se había derrumbado en el pasillo , y debía haber llovido, porque había dos o tres dedos de agua en el suelo.
Había un cuerpo, tumbado de lado pero con la cara contra el suelo, en medio de ese corredor, y otro junto a las escaleras. Chang Kyun y Ho Seok estaban usando la superfibra para cubrirse la cara, porque toda esa planta olía espantosamente mal, a agua estancada, carne podrida y como a plástico quemado.
Ho Seok se quedó junto a la puerta, por no querer acercarse a los cadáveres.
Chang Kyun sí se acercó, y con el pie empujó el hombro del cadáver más grande, hasta tumbarlo boca arriba.
—Guau —dijo, sorprendido, al verle la cara. A Ho Seok también le sorprendió. Dejó de esconderse tras el marco de la puerta para acercarse.
No era solo que su cara no estuviera descompuesta después de quién sabía cuánto tiempo: era su aspecto. Se parecía de una forma inquietante a Ho Seok. Más mayor, de facciones más toscas y masculinas, y mucho más moreno, pero recordaba a él de una forma extraña y terrorífica.
—Se parece a ti.
—No soy yo.
—Ya lo sé. —Se puso de cuclillas, cambiando el programa de la pantalla de sus retinas para usarlo como escáner—. No nos hubieran mandado si hubiera algún vestigio de ti, de generaciones posteriores de tu familia o de cualquier cosa que pudiera conectarte con esta línea. Esto es otra cosa...
Chang Kyun estuvo de cuclillas durante casi un minuto, mientras Ho Seok apretaba los puños y hacía un mohín bajo la superfibra. Esa misión estaba resultando ser bastante siniestra. Al incorporarse, Chang Kyun hizo una mueca.
—Esto es muy raro.
—No es humano, ¿verdad?
Chang Kyun puso lo labios en una línea recta, y ladeó la cabeza hacia a un lado, aún con sus ojos en el cadáver, o lo que fuera.
—Es súper raro.
—La piel tendría que ser artificial —dijo Ho Seok, cada vez más inquieto—. Sino se hubiera podrido, ¿no? Tiene que ser un androide, o... ¿no sé? ¿Qué puede ser sino? ¿Qué lo hace tan raro? ¿O solo dices eso porque se parece a mí? Estoy confuso, Chang Kyun. No pongas esa cara, ¿Es humano o no? Dímelo.
—No es humano —dijo Chang Kyun, y Ho Seok respiró hondo, aliviado, aunque no sabía exactamente por qué—. Pero la mitad de los órganos sí lo son.
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Let's start From Zero » Wonkyun. MONSTA X
FantasyViajando línea arriba y línea abajo por el tiempo, Chang Kyun y Ho Seok hacían equilibrios sobre el delgado hilo entre ser uno de los comandos más eficientes del Clan y ser el que más problemas causaba.