—Echo un montón de menos a Min Hyuk... —dijo Joo Heon, con tono infantil y un puchero—. ¡¡Le quiero de vuelta, me aburro!!
Frustrado, empezó a patalear y dar botes sobre la superficie en la que estaba sentado, como un niño pequeño.
—¡Que no saltes, me vas a partir una pierna! —le chilló Ho Seok, que precisamente estaba usando la máquina en cuya plataforma se había sentado Joo Heon.
Hacía un rato, cuando Ho Seok estaba en su segunda ronda de ejercicios en la prensa de piernas, Joo Heon había aparecido de la nada, y en tono travieso le había dicho si sería capaz de levantarle con la máquina. Ho Seok ni le había contestado antes de que Joo Heon se subiera sobre la plataforma, y Ho Seok había hecho una mueca, y había vuelto a sentarse, manteniendo los 240 kilos en ella en vez de subir a 320 como pretendía, para compensar los 60 o 70 kilos que debía pesar Joo Heon. Lo cual, les devolvía al punto de que no parecía muy buena idea ponerse a dar botes de esa manera con él levantado más de 300 kilos con las piernas.
Subió la prensa y le puso el seguro, y después suspiró, bajando las piernas hasta el suelo. Estaba todo cubierto de sudor y exhausto, respirando profundamente con el corazón latiéndole a toda pastilla en el pecho.
Joo Heon hizo un mohín y se cruzó de brazos.
—En serio... ¿qué pasará con ellos? Estoy preocupado —dijo Joo Heon, aunque la pregunta no era para Ho Seok, sino para la otra persona que estaba en los mismos tres metros cuadrados que ellos, leyendo un libro tirado en una banqueta de pesas que nadie usaba.
Hyung Won bajó su libro hasta el pecho, y miró a Joo Heon.
—La Junta lo está discutiendo, es complicado. Ki Hyun deliberadamente drogó a los jefes para escaparse, y luego él y Min Hyuk robaron una máquina —Ho Seok hizo una mueca. Él también estaba preocupado, pero toda esa historia no sonaba demasiado bien—. Es la segunda vez que Ki Hyun roba una máquina, si le dejan sin castigo será como dar permiso a todo el mundo a hacer lo que les dé la gana. Hay normas. Y el imán que tiene Min Hyuk para los líos no ayuda.
Se incorporó, quitándose las gafas y colgándolas por una de las patillas del bolsillo de su camisa. Un atuendo demasiado formal para andar dando vueltas por un gimnasio, pensó Ho Seok.
Hyung Won nunca pasaba por el gimnasio. No por ese gimnasio, al menos. Era la primera vez que le veía por allí, y Ho Seok pasaba la mitad de su tiempo en el Clan en ese sitio, si hubiera estado allí antes, Ho Seok lo sabría. Aunque era obvio sí se ejercitaba, viendo el tamaño de su espalda y brazos. Lo cual, no explicaba demasiado esas pintas de erudito sexy que había decidido usar para presentarse allí.
Ya estaba allí cuando Ho Seok se puso a usar la prensa, aunque no habían hablado. Hyung Won y él rara vez hablaban.
Ho Seok no sabía qué hacía Hyung Won allí, aunque sí sabía que era la razón de Joo Heon para haberse acercado donde estaban ellos.
Cogió la toalla que había a los pies de la máquina, y se secó el sudor de la cara con ella.
—No lo entiendo —dijo Joo Heon—. ¿Por qué robaron una máquina? Sabían que esto iba a pasar.
—Creo que Min Hyuk quería que se quedaran allí —dijo Ho Seok—. Era él el que no quería volver. Lo de la Luna fue cosa suya, ¿verdad? A ninguno os sorprendió que estuvieran allí.
—Claro que fue cosa suya —dijo Joo Heon. Cansado de estar sobre la máquina, bajó de un salto hasta el asiento, no pisando a Ho Seok de milagro, y luego fue hasta la banqueta donde estaba Hyung Won. Se sentó a su lado, y se recostó en él. Hyung Won ni parpadeó—. Siempre ha hablado de tener una luna de miel en la Luna. Él y Ki Hyun no están casados, pero bueno. Hacía siglos que no iban a ninguna parte juntos.
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Let's start From Zero » Wonkyun. MONSTA X
FantasíaViajando línea arriba y línea abajo por el tiempo, Chang Kyun y Ho Seok hacían equilibrios sobre el delgado hilo entre ser uno de los comandos más eficientes del Clan y ser el que más problemas causaba.