Cuando Chang Kyun se coló en la cama de Ho Seok esa noche, él ya dormía. Para cuando se volvió a despertar, Ho Seok seguía haciéndolo.
Estaba acurrucado a su espalda, con uno de sus brazos olvidado bajo su cintura y otro sujetando uno de sus pectorales. Si se había dormido en esa posición o se había movido mientras dormía, era algo que Chang Kyun no recordaba.
Se quedó quieto allí durante un rato, pero el sueño no volvía, así que al final decidió salir de la cama. Había encendido la pantalla holográfica de sus retinas como cinco veces para comprobar qué hora era, y se había cansado de esperar que no fuese tan temprano.
Le soltó, y con sigilo saltó por encima de él. Ho Seok nunca había tenido un sueño especialmente profundo, pero como sabía que Chang Kyun iba y venía, si escuchaba ruido solía mantener los ojos cerrados y esperar que Chang Kyun se acomodara junto a él para volver a dormir.
Que se fuese antes de que él se despertara ya era más raro.
Se sentó en el suelo para ponerse los calcetines y rescatar sus zapatillas de debajo de la cama, y de encima de la mesita de noche recogió la cajita que había dejado allí horas antes.
Ho Seok emitió un gruñido, y Chang Kyun le miró, comprobando que tenía los párpados apretados y el ceño fruncido.
Su compañero farfulló algo terriblemente incomprensible que Chang Kyun creyó que había sido un "vuelve a la cama", o algo que debía significar algo parecido, y se inclinó sobre él y le dio un beso entre las cejas, justo en las arrugas que se habían formado allí al fruncir el ceño así.
—Duerme —le susurró, muy bajito—. Luego vengo.
Chang Kyun no estaba seguro de si iba a volver, pero sabía que Ho Seok se dormiría más tranquilo si pensaba que lo haría, y eso a Chang Kyun le era suficiente.
Ho Seok emitió otro gruñido, ese que Chang Kyun ya se conocía de memoria y que, aunque fuese un ruidito de medio segundo, sabía que significaba un "está bien", así que Chang Kyun se levantó y salió de la habitación.
La puerta electrónica se cerró detrás de él, y Chang Kyun empezó a pasear por los pasillos del Clan con aquella caja contra su pecho. Salió del edificio de los dormitorios y se metió en el principal. Por primera vez, allí separó la caja de su pecho y lo abrió para mirar lo que había dentro, sin dejar de caminar.
Era un broche para el pelo, con forma de rosa azul hecha con piedras preciosas.
Joo Heon le había dicho una vez que Ji Eun tuvo una época con cierta fijación por las rosas azules y su simbolismo. Chang Kyun no había sabido qué simbolismo era ese, pero Ho Seok le había dicho que era algo así como un amor imposible que florecía como un milagro, porque las rosas azules no existían de verdad.
Chang Kyun no terminaba de entender del todo lo que había dicho Ho Seok, pero ver aquella pieza en la última misión a la que habían ido le había hecho pensar en ella. Lo había robado de una tienda de segunda mano en la China del S.XXV, y cuando comprobó que el gesto no desviaba la línea más de un 0,02%, se la había llevado sin más.
Se acercó hasta la puerta de su despacho, con sigilo de que nadie (y con nadie se refería sobre todo a Sulli) le viera entrar. Puso la mano en la maneta y la bajó, para pronto descubrir que la puerta estaba cerrada con llave.
Frunció el ceño, confuso, y volvió a intentar abrirla, obteniendo el mismo resultado. ¿Tan temprano era que Ji Eun no estaba en su despacho? Pensaba que esa mujer no dormía.
Resopló de forma exagerada, y luego retomó la marcha. Seguía sin tener sueño y no quería molestar de nuevo a Ho Seok, así que empezó a caminar sin rumbo por aquello pasillos, haciendo tiempo para esperar a que Ji Eun apareciera.
ESTÁS LEYENDO
Let's start From Zero » Wonkyun. MONSTA X
FantasyViajando línea arriba y línea abajo por el tiempo, Chang Kyun y Ho Seok hacían equilibrios sobre el delgado hilo entre ser uno de los comandos más eficientes del Clan y ser el que más problemas causaba.