『2』

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Nunca antes se había percatado en ese chico. A decir verdad, sabía de su existencia porque Whono lo detestaba, pero no le prestaba demasiado asunto.

Los rumores no hablaban bien de él y prefería mantener la distancia.

Verlo frente a la puerta del aula de música lo tensó. Jimin no era de los que usualmente intimidasen a otros, ni siquiera solía dirigirles la palabra y mucho menos les insultaba o amenazaba, aunque sabía que Whono era de esos. Quizás si era un idiota más por hacer la vista gorda con lo que hacían sus compañeros cuando podía pararlos.

Pero... simplemente, él hacía su vida, así lo veía Jimin.

Entrenaba, jugaba fútbol, se reunía con sus amigos y estudiaba para los exámenes. Nada más.

Y no, no le había dicho a sus amigos que tocaba la guitarra, prefería tocar en soledad y centrarse en lo que hacía ¿Por qué ese chico de pandillas y drogas estaría allí frente al salón de música? No podía entenderlo, pero desde ese día, el chico invisible era más visible que nunca. Allá donde fuera, Jungkook estaba.

Por un momento sonrió al ver como el chico de cabello rojizo levantaba aquel dedo ante los rumores que Whono dejaba escapar de él.

Tenía mucho carácter, pero era algo que podía esperarse de un chico metido en bandas y en problemas callejeros. Sin embargo, cuando sus ojos se fijaron en él, agachó un poco la mirada. Eran intimidantes y aún sintiéndolos de esa forma, también le hacían pensar que no todo lo que escuchaba de él era cierto.

¿Por qué estaría en extraescolares pudiendo irse con su pandilla?

No tenía sentido para Jimin.

—Vamos a clase —habló Whono.

Aquella frase fue su salvación. Tomó la mochila y salió tras sus amigos en silencio, aunque pronto algunas chicas se acercaron a él para intentar ligar.

No quería ser maleducado, sus padres no le enseñaron a ser de esa forma, así que sonrió y mantuvo una conversación intentando no darles falsas esperanzas, porque la verdad era que no estaba interesado en ninguna clase de relación sentimental.

Ahora mismo estaba centrado en sus estudios y la beca deportiva.

Aquel día no iniciaba bien, pero iba a ser mucho peor cuando su profesora faltó a clases. Sin un tutor para impartir literatura, no les quedó más remedio que unir las dos clases en el salón de actos. Allí, el profesor de la rama de ciencias, impartía literatura para ambas clases sólo por esa complicación.

Jungkook estaba allí.

Exactamente como Jimin pensaba, había pasado del chico invisible a verlo en todos lados.

—No puedo creer que vayan a juntarnos con la rama de ciencias —comentó una chica.

—No puedo creer que ese pandillero esté en la rama de ciencias —sonrió Whono casi con incredulidad.— Seguro que reprueba todo.

Jimin se sentó en una de las filas de atrás, justo tras Whono pese a que este parecía estar guardándole un sintió a su lado, ocupado enseguida por Felix. No le cabía la menor duda al castaño, de que Felix se moría por mantener algo serio con su amigo, aunque éste no estaba por ayudar.

—Jimin ¿Te parece vernos más tarde para hacer unos pases?

Inclinó la cabeza hacia atrás para poder mirar al chico que recostaba sus brazos sobre el cómodo respaldo de Whono.

—Okey ¿A qué hora?

—Como a las... ¿Siete? —preguntó.

—Está bien.

Listen to me [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora