『8』

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Odiaba llegar tarde y para impedir hacerlo, siempre iba demasiado temprano.

Por eso mismo, se sentó en el muro de todos los días y sacó una lata de refresco de su mochila y un libro sobre medicina interna. Evidentemente, no era una materia del colegio, pero a él le gustaba leer todo lo que pudiera sobre cualquier tema médico.

Diez minutos después, Jimin seguía sin haber llegado con sus amigos. Cada vez la cosa indicaba a que no vendría hoy. Quizá se había enfermado o estaba fugándose de las clases, cualquier cosa podría ser.

Era el deportista estrella del colegio, era posible que hasta estuviera con alguna chica en cualquier rincón dándose un revolcón.

Esperó allí sentado y ni siquiera se levantó cuando él timbre sonó para que los alumnos entraran a clase.

Tenía una intención muy clara: salir detrás del grupo de amigos de Jimin y tratar de enterarse de la conversación que llevaban por si surgía algo de ese chico. Así lo hizo, en cintó estos se pusieron en marcha, el de cabello rojizo se levantó, colgó su mochila al hombro y sin apartar la vista del libro... caminó tras ellos.

Todo el mundo pensaría que estaba absorto en su libro, sin embargo nada más lejos de la realidad.

Sus odios estaba puestos en la absurda conversación sobre algún estúpido junte en un bar el fin de semana y algo de una fiesta. No le interesaba en lo más mínimo, así que fingía leer. No fue hasta que llegó al pasillo de los de último curso cuando escuchó finalmente lo que había estado esperando.

—Who, creí que Jimin vendría más tarde ¿Dónde esta? —comentó la chica de un tono azulado de cabello.— ¿No estaba ayer en tu casa?

—Si, pero... no sé dónde puede estar. No quiso quedarse a cenar en casa por algo de que tenía que ayudar a su hermano con su tarea o algo así.

—¿Seguro que no te dijo nada? —la chica se veía preocupado, o eso quiso notar Jungkook.

—No, de hecho, una de las excusas fue que tenía llegar temprano porque hoy había colegio y no quería llegar tarde. Con eso imaginé que vendrían, pero... no sé, quizá haya sido culpa mía. Ayer me enfadé un poco con él y...

—Jimin no es de los que faltan a clase por una tonta discusión con su mejor amigo —atacó la chica.

—Si, es verdad —Whono miró por sobre el hombro de su amiga notando la presencia de Jungkook.— ¡Ey! ¿Acaso estás siguiéndonos?

El rubio no terminó de articular la pregunta cuando ya estaba a punto de encaminarse hacia el moreno, pero este, con sus ojos inmersos en el libro, siguió caminando pese a que los otros se habían detenido.

Chocando su hombro contra el de Whono, se abrió paso sin hacerle el menor caso.

—Es que es idiota ¡No me ignores, imbécil!

—Who, déjalo. Es mejor no meterse con él.

—¿Qué va a hacer? ¿Traerme a todos sus amigos pandilleros?

—¡Whono, por Dios! —suplicó la chica algo atemorizada de que eso pudiera pasar.

Jungkook simplemente sonrió.

No tenía una pandilla, ni siquiera tenía amigos para ser sincero, pero los rumores que a veces le pintaban tan mal; en otros casos le ayudaban a evitar peleas. No le desagradaba tanto en este tipo de momentos. Aún así, no entró a debatir ni intercambiar palabras necias con Whono.

Ya tenía lo que buscaba... ni siquiera ellos sabían el motivo por el que Jimin no estaba allí hoy.

*

Listen to me [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora