Listen to me [Kookmin]

『27』

Jimin dejó caer su espalda contra el respaldo y miró nuevamente las nubes pasar. En su mundo de intenso silencio, no sabía si realmente tenía un sitio donde se sintiera bien. Ni siquiera había sido capaz aún de hablar con Whono sobre lo que sucedió, pero quería hacerlo.

Su idea siempre fue explicarle al día siguiente cuando ambos estuvieran pensando con la cabeza fría y decirle que a él no le gustaba de esa forma, tratar de hacerle entender que sólo eran mejores amigos. Pero el accidente ocurrió y ese tema pasó a un segundo plano. No le pareció una prioridad, y ahora no encuentra el lugar ni el momento para retomarlo.

Whono no volvió a hacerle nada, sin embargo, a él seguía preocupándole el tema. Cada vez que Whono lo abrazaba, pensaba si era capaz de tratar de besarlo de nuevo a la fuerza o si se le había pesado ese arrebato.

Suspiró.

—'¿Qué te preocupa?' —preguntó el moreno, dando vagos golpes al cuaderno en el costado de Jimin, captando su atención.

—'Yo... es un tema personal con Whono'.

—'Entiendo' —volvió Jungkook a su libro al ver que el chico no estaba preparado para hablar del tema.

Le daba mucha curiosidad Jeon Jungkook. Por algún motivo, Jimin no dejaba de mirar los dedos tatuados de su compañero, imaginándose cientos de motivos para tatuarse la palabra "Death" en sus falanges. Estaba seguro de que nadie se había parado a preguntar el motivo, pero a él le llamaba la atención.

—'¿Te gusta estar solo?' —escribió finalmente en el cuaderno, poniéndolo encima del libro de Jungkook interrumpiendo su lectura.

Éste dejó escapar una ligera sonrisa, lo que hizo que Jimin uniera sus cejas y volviera a escribir.

—'Habló en serio, quiero una respuesta sincera'.

Sonrió aún más. Y es que no podía evitarlo cuando era Jimin el que insistía en hablar con él. Acortó un poco la distancia entre ellos y pudo apreciar la piel tan jodidamente pulida de Jimin a sólo unos escasos centímetros... sus labios. Mierda, esos labios serían su perdición si llegara a siquiera rozarlos.

Pero no haría ningún movimiento riesgoso, tan sólo miró esos ojos tan perfectos y mantuvo la mirada mientras le quitaba el cuaderno lentamente. Jimin parecía sonrojado al también mantener la mirada.

Jungkook empezó a escribir.

Mientras sus dedos movían el boligrafo, Jimin lo miraba atentamente tratando de apartar la vergüenza a la que había sucumbido por la cercanía de ese chico.

Le gustaba ver su rostro tranquilo, su pésima caligrafia rápida que le hacía sonreir, sus ojos cuando le miraba. Por algún motivo, incluso cuando acortaba cercanías con él, no sentía amenaza alguna. Nunca pensaba que podría ocurrirle como con Whono.

Simplemente... a Jungkook parecía gustarle tratar de intimidarle con sus cercanías, pero jamás se había pasado de la raya.

—'A nadie le gusta estar solo' —escribió con sinceridad.— 'Es posible estar solo y acostumbrarse a ello, llevo desde que inicié el colegio estando solo. Como dije, te acostumbras, pero preferiría estar con alguien, supongo.

—'Entonces no te molestaría si... viniera aquí en los recreos, ¿no?'

El moreno sonrió ante aquella propuesta. Su pregunta sólo había venido fundamentada por si él le estaba molestando en su descanso. Ese chico siempre pensaba en los demás y en cómo debían sentirse.