『38』

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Una de las cosas que Jimin más odiaba, era cuando todo el mundo hacía la misma pregunta."¿Qué tal el examen?"

Parecía algo rutinario.

La gente estaba acostumbrada a preguntarla y a la mayoría ni siquiera les interesaba el tema, era la típica pregunta que se hacia por hacer y él la detestaba, porque... ¿Qué iba a saber él si estaba bien o no? Evidentemente, creía que había salido bien pero podría ser que no.

Era una incertidumbre constante hasta que le dieran la calificación. Por eso mismo, trató de evitar a todo el mundo ese día, intentando evadir la pregunta que tanto odiaba.

Al único al que realmente podría interesar algo así sería a Jungkook y porque había sido su profesor particular.

Aún así, había una gran diferencia entre la gente que preguntaba y lo que preguntaría Jeon. Él no se quedaría en un simple "¿Qué tal el examen?" no, él iría más allá de eso y preguntaría algo como: "¿Qué ha salido?"  "¿Has podido responder todas las preguntas?" "¿Te ha dado tiempo a terminar?" "¿Había algún ejercicio sobre hidrocarburo alcano?" Sí, Jungkook estaría interesado hasta el mínimo detalle y sinceramente, poco podía recordar ya del examen como para responder preguntas demasiado concretas.

Por suerte para él, no se encontró al moreno en ningún momento del colegio.

Quizá hoy no había ido a clase o puede que estuviera durmiendo o leyendo en algún lugar que él no conocía. Puede incluso, que estuviera buscando todavía alguna película con subtítulos, porque no habían demasiadas y menos en los cines. Fuera como fuera, no se topó con él.

En los recreos junto a sus compañeros, se sentía un poco distante. Esta vez no era porque no intentaran comunicarse con él o hubieran olvidado que estaba allí, nada de eso. Felix estaba todo el rato a su lado, escribiendo y tratando de comunicarse con él por señas básicas, ninguna de ellas coincidía con la lengua de signos, pero era normal, él no había asistido a clases y no las conocía.

Hablar con Jungkook le resultaba mucho más fácil que comunicarse con el resto del mundo. Pero se sentía feliz de que cada uno, a su manera, intentase acercarse. Por primera vez en mucho tiempo, el tema no iba sobre fútbol americano, estaban hablando de una película. Él la conocía. La vio antes de quedarse sordo.

Aún así y pese a los esfuerzos de sus compañeros, sentía que estaba siendo un mal amigo ese día. Quería intentar entrar en su conversación, sabía que lo estaban haciendo por él, pero su mente estaba muy lejos del comedor y la mesa donde estaba sentado.

Su cabeza pensaba en Kook, en el fin de semana que pasaron juntos y en las dudas e incertidumbres que le creaba ese chico. Ahora mismo, no sabía cómo sentirse con él.

Al llegar a casa junto a su padre y su hermano, el olor a carne con patatas le hizo salivar. Le encantaba la carne al horno y las jugosas patatas que su papá preparaba. De nuevo, la pregunta que tanto odiaba surgió por parte de su papá, a la cual, simplemente sonrió y afirmó con la cabeza. No volvió a meterse en ninguna conversación durante la comida y en cuanto finalizó, recogió sus cosas de la mesa y se dirigió a su cuarto.

Por primera vez en mucho tiempo, encendió su ordenador. Mientras esperaba a que éste cargase el sistema operativo, se recostó sobre la silla de escritorio y sacó su teléfono para avisar a su amigo Seo Joon para que se conectase.

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que le avisó para algo así? Antes del accidente, solían hablar con los audífonos puestos mientras jugaban a algún juego online. No lo habían vuelto a hacer desde el accidente y hoy tampoco era esa su intención.

A su mente sólo le preocupaba una cosa: su relación con Jungkook y lo que estaba empezando a sentir por él. Necesitaba hablar con alguien y su hermano no era una opción.

Listen to me [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora