『47』

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—'¿Adónde quieres ir?'

—'Al lago' —dijo sin tapujos Jungkook.

Ambos se levantaron del columpio y mientras Jimin depositaba la taza de té cerca de la ventana para guardarla cuando regresasen, Jungkook ya bajaba las escaleras del porche en dirección al garaje de la casa del castaño. Sabía que SeokJin les había dado pleno acceso al coche viejo para que Jimin practicase. Hasta le había puesto el espejo extra que necesitaba para conducir.

El moreno abrió la puerta del garaje y entró de copiloto en el destartalado coche. Era bastante antiguo, pero Jin le tenía cariño por haber sido su primer auto cuando iba a la universidad. Ahora lo había arreglado para su hijo. Un Dodge 3700, una reliquia andante.

Con indecisión, Jimin subió al auto y se puso el cinturón de seguridad antes que nada. Sus manos sudaban y apoyadas sobre el volante, intentaba relajarse antes de encender el motor.

—'Vamos, Jimin, el lago sólo está a veinte minutos de tu casa. Arranca' —sonrió Jungkook.

—'Ya voy, ya voy' —gesticuló Jimin al ver la decisión de su novio, pero algo más animado, arrancó el vehículo y salió del garaje.

El más bajo frenó en seco antes de llegar a la carretera y Jungkook le observó con detenimiento. Miró a todos lados creyendo que había frenado porque por la acera habría alguien, pero no, tan sólo había unos niños jugando y ni siquiera cerca de donde él estaba sacando el vehículo.

—'¿Qué ocurre?'

—'Tengo que decirte... que te quiero' —gesticuló Jimin haciendo sonreír a Jungkook.

—'Yo también te quiero... y mucho.'

*

Sentado en el porche de su casa, con una taza de té caliente en sus frías manos, Jimin observaba el final del invierno. Las ramas de los árboles iniciaban de nuevo la floración. Algunas pequeñas hojas se abrían camino indicando el inicio de la primavera. No era la época favorita de Jimin, pero tampoco le disgustaba pese a preferir los colores rojizos del otoño.

Las navidades habían sido diferentes a otros años. Por primera vez, no habían ido a visitar a sus abuelos a Seoul, sino que ellos habían decidido venir a pasar acción de gracias a Busan. Habían tenido que añadir más mesa, pues la familia de Jungkook se había juntado con ellos también. Sin duda alguna, fueron unas navidades entrañables y en familia.

Ver aparecer la moto de cross de Jungkook sacó a Jimin de sus pensamientos.

Hacían meses que salían juntos y pese a que todavía no habían avanzado hasta mantener relaciones sexuales, verlo lo hacía sacar esa sonrisa de idiota enamorado y muchas veces se imaginaba ese momento. Con Kook, todo era realmente fácil. Era muy diferente a la última chica con la que él salió. No debía esforzarse por estar a su altura, el moreno lo entendía, lo hacía reír y las citas con él, fueran donde fueran, siempre eran agradables y divertidas.

Jimin esperó en el porche a que Jungkook pusiera el candado en la rueda y se quitase el casco. Se notaba el cambio de clima, sobre todo porque el moreno venía con una chaqueta más fina de lo que acostumbraba a llevar cuando iba en moto, en especial en invierno.

—'¿Quieres algo caliente?' —preguntó Jimin tras dejar la taza en el suelo para poder gesticular, siendo consciente de que el pelirrojo ya podía observarlo bien
desde los peldaños.

—'Me gustaría, sí. Todavía siento algo de frío por la moto.'

—'Voy por un té... ¿o prefieres café?'

—'Té está bien, gracias.'

El castaño se levantó del balancín del porche y pasando junto a las escaleras,
aprovechó para colocar su mano tras la nuca de Jungkook y acercar sus labios para depositar un suave beso en los de su novio. Kook se quedó estático en las escaleras y en cuanto su chico se separó para ir al interior de la vivienda, continuó su camino hacia el columpio.

Listen to me [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora