27| No lo hice, porque nunca llegó

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Olivia.

Sus tatuajes era algo que me encantaba de él. No solo porque lo hacían ver más rudo, o más sexy. Sino que cada uno de sus tatuajes, llevaba un significado, que aunque nunca quiso decírmelo sabía que eran especiales para que los llevara en la piel.

Las caricias bajaron a su cadera, sin querer despertarlo mire y analicé el tatuaje que no había notado hasta hace rato. Al tener el pecho descubierto, pude notar que en la cadera, justo encima del huesito izquierdo tenía un tatuaje... diferente a los demás.

Creo que eran iniciales, porque juntas no tenían sentido.

UBMR. Escrito en una imprenta delicada, y en tinta roja, una que solo la había visto en sus manos.

Remarque cada una de sus letras. Sintiendo como su respiración se volvió acelerada enseguida. Levantando la mirada algo sonrojada, noto como esta despierto, mirando con atención como observo y acaricio su tatuaje.

—No te tenía tan pervertida –murmuro con los ojos brillosos.

Me sonroje enseguida, quitando mi mano de ahí. Aunque su mano me lo impidió, volviendo a dejarla en su lugar.

—Aunque no niego que me guste.

Si estaba sonrojada, ahora mismo creo que debía ser un tomate de no ser que era de noche, y que la luz de la luna solo lo alumbraba a él.

Una corriente que conocía bastante bien, pasó por todo mi cuerpo. Incluyendo las puntas de mis dedos, que cosquillearon por estar tan cerca del borde de sus pantalones.

Miré a Jaden, quien tenía los ojos oscuros y brillosos. Una sonrisa traviesa decoraba sus labios, mi mirada deteniéndose con más tiempo en ellos. Mi mente volando de la imaginación.

Aunque mis pensamientos dejaron de ser los mismos que los suyos, al recordar que horas antes, estaba con su novia haciendo... cosas de parejas. No me apetecía para nada tocarlo, y saber que también lo hizo Madison momentos antes.

Quite la mano, subiéndola sin tener que despegarla de él porque por más que no quería hacerlo. Extrañaba acariciarlo, y ahora que podía hacerlo sabiendo que no le molestaba. Quería aprovecharlo.

Me acomodé en la mitad de su cuerpo, colgando una de mis piernas por su cadera. Apoyando la cabeza en su pecho, escuchando que los latidos de su corazón eran tranquilos.

—¿Vamos a decírselos en algún momento? –cuestioné, haciendo círculos con mi dedo en su pecho.

Me agradaba que Jaden entendiera que no quisiera hacer nada de lo que ambos queríamos, pero que no podíamos, porque... No era mi forma de ser, y mientras Chris y Madison no estén fuera de lo que sea que estemos intentando, no íbamos a pasar a nada que no sean besos.

La respiración de Jaden seguía calmada ante mi pregunta y eso me sorprendía.

—¿Qué cosa? –preguntó.

Claro ahí estaba. Se removió un poco, para que nuestras miradas conectarán y pueda ver que su ceño estaba levemente fruncido.

Suspiré sin querer acabar la paz que estábamos teniendo.

—¿Cuando vamos a decirle a Chris y a Madison...? –no pude terminar, porque sentía que se burlaría de aquello, y no le había herrado tanto.

Una sonrisa apareció en sus hermosos labios.

—¿Qué cosa?¿Hay que decirles algo? –se hizo el inocente–, cuéntame pequeña pervertida...

𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏  | #𝐑²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora