Me monté en la camioneta y no pude evitar sonreír como un idiota. Me tomé unos segundos para procesarlo, había conocido a una mujer que me gustaba y con la que quería intentarlo después de tanto tiempo, era increíble, me sentía eufórico. Encendí el motor y conduje en dirección a casa, puse el GPS, el GPS era mi salvavidas.
—Heh, si no lo tuviera probablemente me hubiese perdido con ella en medio de la nada. Aunque eso tampoco sería tan malo. "Salvo por la parte en la que morimos de inanición"... Sí, es lo que ella diría.
Me puse mis gafas de sol y encendí la radio otra vez, Ed Sheeran cantaba Shivers y eso me dio una idea fugaz, cabeceé y la tarareé hasta llegar. Mientras me estacionaba vi al maldito ero-cook acercarse, pensé en atropellarlo, pero lo descarté, aún era muy joven para ir a la cárcel. Y desde la cárcel no podía estar con ella.
Joder, me lo estaba tomando muy en serio. Lo supe cuando el cejillas se acercó, molesto, sin siquiera dejarme bajar.
—¡Maldito marimo, ¿dónde diablos estabas?! ¿No pudiste tener la maldita decencia de avisar? ¡Estábamos preocupados!
—Tranquilo, idiota. Estoy bien, ya estoy aquí, así que ya no tienen que volverse locos —cerré la puerta, y él se quedó mirándome, ahora con sospecha, y luego a la camioneta.
—¿Por qué diablos estás tan jodidamente alegre? ¿Qué es esa maldita sonrisa?
—Nada que te importe, idiota —dije, fingiendo fastidio, tenía que disimular.
—Tú no estabas solo —me acusó, entrecerrando los ojos, dejé salir una carcajada leve mientras examinaba el interior de mi Ford, y entonces vio la camisa de Robin, maldije por lo bajo—. ¡¿Eso es lo que creo que es?! ¡No me digas que estuviste con una mujer!
Parecía neurótico, estallé en risas al ver su cara roja de la ira y me acerqué a él.
—¿Estás celoso, ero-cook? —bajé mis gafas, malicioso, y él me apuntó con el dedo.
—¿A qué señorita engañaste para aprovecharte de ella, energúmeno? ¿De quién es la camisa?
Varias personas nos miraron y nos dieron miradas juzgadoras, no era la primera vez, cualquiera que nos vería pensaría que éramos pareja y que me hacía un escándalo, de tantas veces que había sucedido aprendí a tomármelo con gracia.
—¿La camisa? Es de mi futura novia —me alejé aún con mi sonrisa arrogante y lo vi abrir los ojos, lo que me satisfizo, apuesto a que se esperaba cualquier cosa menos eso.
—¿Futura novia? ¿Escuché mal? —habló ahora Usopp, mientras yo entraba al bar y Makino comenzaba a prepararme una ronda de waffles que no negué, me senté en uno de los sofás, relajado.
—¿Zoro tiene novia? —se acercó Luffy, y seguido de él Franky y Brook, en menos de dos segundos ya estaba rodeado.
—¡Eso es súper! ¡Tienes que contarnos!
Alcé una ceja. Todavía no tenía una relación con ella del todo, apenas acababa de conocerla, pero estaba claro que no me dejarían en paz hasta que no dijera nada, y no iba a desaprovechar una oportunidad para alardear con el ero-cook.
—No es mi novia aún —aclaré, y se quedaron pensativos hasta que dije lo siguiente—. Pero lo será.
Y entonces todos se miraron, sorprendidos, antes de sentarse a mi alrededor y comenzar el bombardeo.
—¿Cómo se llama?
—¿Cómo y cuándo la conociste?
—¿Cuándo la conoceremos?
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Acero y flores
FanfictionColección de one-shots ZoRobin. ADVERTENCIAS: *Los personajes de One Piece no son de mi pertenencia, todos ellos son propiedad de Eiichiro Oda. *Algunos capítulos pueden contener lemon (contenido sexual explícito), esto será indicado al principio de...