Zoro y Robin caminaban por las calles del pequeño vecindario, en silencio, hasta llegar a una cafetería cercana.
—Suelo venir aquí cuando tengo alguna reunión en línea con algún ejecutivo. Es tranquilo y relajado, nadie me molesta.
—Creo que he venido una que otra vez, pero sólo a comprar el café, nunca me quedo.
—Entonces me alegra haberla traído. ¿Le parece bien la mesa de atrás? Es mi favorita, al ser la más apartada.
—Me parece perfecto.
Ambos tomaron asiento. El hombre se quedó observándola, con una chaqueta rosada de mezclilla, una bufanda blanca y una blusa negra. Llevaba pantalones blancos y unos converse rosados también, y su pelo iba suelto. Casual, pero aún despampanante. Él, en cambio, llevaba una camisa regular, de color verde pastel, unos jeans azul oscuro y zapatos negros. La camarera pasó por sus pedidos.
—Un café largo para mí, por favor.
—Yo prefiero un Macchiato —dijo ella, y la empleada anotó, llegando con sus pedidos unos minutos después.
—Y bien, ¿qué le parece el café? —preguntó, sin saber cómo abrir la conversación, una vez que la vio probarlo.
—Está muy bueno. Ya lo había comprado antes, por supuesto, pero siempre es una delicia. ¿El suyo?
—Amargo, justo como me gusta.
—Tiene cara de que le gusta lo amargo. Y el alcohol.
—Definitivamente me gusta el alcohol —rió, y ella sonrió levemente.
— ¿Qué tan a menudo viene?
— ¿Al café?
—No, a Rusia. Mis compañeras parecían saber quién era usted, y he escuchado su nombre un par de veces. Al parecer es famoso por su... Exigencia.
—Sí, sé que a veces puedo ser un dolor en el culo. Vengo a Rusia casi semanal, tengo negocios aquí. Aunque he pensado en contratar a alguien para que me represente, viajar diez horas no es para cualquiera.
—Entiendo. Es lógico. Es extremadamente agotador.
—Supongo que para usted lo debe ser más, ¿no? Son diez horas de pie en un avión, trabajando para otros. ¿Cuántos viajes le tocan por semana?
—De 3 a 4. Cuando hay 4 suelen ser con escalas. Comencé a trabajar en ello porque quería tener la experiencia de viajar, y antes estaba en las líneas de Rusia - China y Rusia - Mongolia, pero sin darme cuenta ya llevo cuatro años trabajando para ellos. Accedí a cambiar a la línea de Japón porque eran menos vuelos a la semana y pagaban más, aquello me permitió terminar mi carrera y mi maestría.
—Cierto, escuché que es profesional. ¿Qué estudió?
—Licenciatura en Historia.
—Suena muy bien. Yo no quería estudiar una carrera, tuve la suerte de que mi padre me dejó la empresa, así que hice una pequeña especialización en administración para poder manejarla. Eventualmente tuve que estudiar negocios internacionales, así que terminé yendo a la universidad de todas formas.
— ¿Le gustan los negocios?
—No es que me fascine, pero supongo que no me quedó de otra. A mí lo que me gusta es el deporte. Lo practico como hobby cada vez que puedo.
—Y qué deporte... Lo siento, creo que estoy recibiendo una llamada... Joder —susurró, y puso una expresión molesta, colgando y poniendo el celular en la mesa, luego de bloquearlo. —Como le decía —volvió a ser interrumpida, el teléfono no paraba de vibrar, y él pudo ver el nombre de quien la llamaba antes de que ella lo agarrara, leía "Kichiku Vergo OPA".

ESTÁS LEYENDO
Acero y flores
FanficColección de one-shots ZoRobin. ADVERTENCIAS: *Los personajes de One Piece no son de mi pertenencia, todos ellos son propiedad de Eiichiro Oda. *Algunos capítulos pueden contener lemon (contenido sexual explícito), esto será indicado al principio de...