El Juego

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Los Mugiwara siempre disfrutaban llegar a una nueva isla. Las nuevas tierras siempre tenían algo nuevo que ofrecerles, ya fuera diversión, conocimiento, suministros, o incluso cosas triviales solo para pasar el tiempo. Pero, como había altas, también había bajas; tanto el destino como el mismo nuevo mundo son bastante impredecibles, así que era imposible adivinar si había peligro hasta que no se enfrentarán a éste directamente.

Sin embargo, ésta vez, la suerte les había sonreído. Las nuevas tierras parecían ser bastante pacíficas, cosa que, aunque no le agradaba tanto a nuestro capitán del Sombrero de Paja, ya que no prometía aventuras memorables, aliviaba el corazón de Nami, que pedía a gritos un descanso de las peripecias de Luffy.

Esa mañana, todos habían ya desayunado, y se encontraban inmersos en sus actividades, cuando Usopp divisó el montículo de tierra a lo lejos.

—¡Chicos! ¡Tenemos tierra a la vista!

El tumulto de los demás no se hizo esperar, y como siempre, Luffy estaba emocionado, aunque no le duraría mucho. A medida que se fueron acercando, Robin pudo identificar la isla.

—He visto ese lugar antes, en uno de mis libros...— La mujer buscó uno de los libros de la biblioteca apresuradamente, y regresó con sus nakamas, mostrándoles la portada. —Esta isla se llama Rényon, es muy conocida por la variedad que hay en su clima. Ahora sentimos bastante calor, pero a medida que nos vayamos acercando, la temperatura se volverá más cálida, hasta llegar al centro, donde nieva incesantemente. Puedes tener un fin de semana en la playa, tanto como ir a esquiar en la nieve.

—Vaya, qué lugar más extraño— expresó la navegante.

—Sí, lo es. Se debe a que la isla completa es un volcán extinto. El centro es la cima de volcán, por lo que, mientras más alto estés, más frío será. Por el contrario, la superficie de la orilla es mucho más caliente.

—No entiendo nada... ¿Y qué cosas divertidas se pueden hacer ahí?

—Me temo que no muchas, Luffy. Rényon es una isla pacífica, y usualmente no reciben muchas visitas. Al ser poco interesante, ni siquiera los piratas se interesan en ir. Hay centros de Esquí pequeños y una posada de cabañas donde quedarse, además de algunos puntos para reponer los suministros. En la playa no hay hoteles, los aldeanos las prefieren para pescar peces que no encuentran en el río, así que suelen ser poco concurridas. La isla es más bien un punto de descanso y no un lugar de diversión.

—Por eso la aguja del Log Pose no se movía tanto. Fue buena decisión venir, a pesar de los pucheros de Luffy, necesitaba algo de relajación para mí. ¿Cuánto dura el Log Pose para cargarse aquí?

—Dos días. El campo magnético es muy fuerte, por lo que no tarda mucho.

—Bien, entonces sería bueno ir a buscar provisiones y alquilar una cabaña para nosotros para pasar la noche. Mañana podríamos ir a esquiar.

—Me parece SÚPER, pero el mecanismo de defensa del Sunny se averió en nuestra última batalla. Alguien tendrá que quedarse esta noche para vigilar que no le suceda nada.

—Entiendo, hagamos un sorteo.

Nami sacó sus palitos y la persona agraciada fue Robin. Sanji, caballerosamente, se ofreció a reemplazarla, pero ella se negó en vista de que no había mejor persona que él para adquirir los alimentos de todos. El cocinero, antes de irse, se aseguró de que "su dama" tuviera todo lo necesario para pasar una noche tranquila, y le dejó un Den Den Mushi en caso de emergencia.

—Cualquier cosa, si sucede algo, llámame. Vendré enseguida.

—Muchas gracias, Sanji-san. Así lo haré.

Acero y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora