Nadie dijo que la paternidad sería cosa sencilla y cada una de estas parejas lo descubrirá a su manera, una nueva y desconocida aventura ha empezado. Parejas: ToraMai, InuKoko, TakeHaru.
Participación para el evento organizado por Ilitia forever par...
Ahora si se viene lo bueno (◉ω◉) es continuación directa del día anterior 💌
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Los hospitales nunca fueron sus lugares favoritos, bueno, de hecho dudaba que alguien disfrutara estar en esos sitios pero de seguro lo toleraban más de lo que él podía hacerlo, al menos el consultorio del obstetra era más bonito pero en donde se encontraba ahora era todo menos reconfortante o agradable.
Su mente solo podía recordar a su yo pequeño que corría por los pasillos de un hospital cuando iba a visitar a su madre, ver a la enfermeras entrar y salir, batas blancas yendo de un lado a otro y el olor de medicamentos que siempre flotaba por el aire, en su momento no le tomó mayor importancia hasta que conforme crecía y tenía situaciones que lo hacían estar en esos lugares sentía como se disparaba su ansiedad. Y ahora no solo estaba internado como lo estuvo su madre sino que lo estaban llevando al quirófano que dudaba pudiera hacerlo sentir más reconfortado, si las habitaciones normales era poco acogedoras un lugar rodeado de instrumentación quirúrgica y con gente uniformada por completo era mucho peor.
—Estarás bien, todos te esperaremos aquí— le dijo Emma cuando estuvieron a solas.
—¿Sabes? si te sientes muy nervioso puedes aprovechar y golpear a Kazu antes de que te haga efecto la anestesia, al menos para equilibrar un poco la balanza— sabía que Baji no era muy bueno dando ánimos y hacer bromas para romper la tensión era su mejor alternativa, igual se lo agradecía.
—Recuerda lo que te dije, siempre espera lo mejor— le dijo Draken que fue de los últimos que pudo pasar a verlo.
Shinichiro e Izana ya no pudieron llegar a verlo en la habitación, habían tenido que regresar al taller y para cuando volvieron solo pudieron verlo cuando ya estaba siendo llevado al otro piso, únicamente pudieron gritarle un "todo estará bien". Respiró hondo y trató de distraerse, intentaba solo fijarse en las luces del techo que pasaban rápidamente mientras era transportado y le gustó imaginarlas como estrellas fugaces, para ese momento ya casi no sentía la mitad de su cuerpo así que agregó a su pequeña ensoñación que estaba flotando.
Las grandes puertas metálicas del quirófano se abrieron de par en par y mientras ingresaba solo pudo decirse mentalmente que todo saldría bien, que esos miedos irracionales arraigados de su infancia no se repetirían. Mientras el personal preparaba todo para el procedimiento el pasó su vista a las puertas que recientemente había cruzado esperando a que Kazutora entrara de una vez, no entendía porqué tardaba tanto.
Se sentía extraño con todos esos monitores a su alrededor, habían terminado de colocarle una intravenosa y la delgada manguera que suministraba oxígeno, hubiera deseado poder ver que mas iban a hacer pero la cortina que colocaron bloqueaba todo cosa que nuevamente le hacía sentir nervioso ¿como iba a ver a sus bebés con esa cosa estorbosa de por medio?
—¿Tora dónde estás?— preguntó girando de nuevo hacia las puertas.
Y como si eso último hubiera bastado para invocarlo las puertas se abrieron dejándolo a la vista vestido con esa ropa especial para estar ahí.
