🍼Baby on board🍼 Tokyo Revengers卍

🍼Pañal🍼

Hoy reafirmo que la comedia no es lo mío pero que no se diga que no lo intenté ಥ_ಥ

Aprovechó que la tarde estaba tranquila para ordenar un poco el apartamento, desde que habían regresado solo limpiaba de forma apresurada y aunque el lugar no lucía tan desastroso tampoco estaba impecable, tenía que meter unas cosas a la lavadora y bajar a dejar las bolsas de basura. En especial esto último, si un solo bebé utilizaba muchos pañales era peor con dos.

Estaba terminando de alistar todo cuanto escuchó algo de ruido en la habitación de los niños, dejando rápido las bolsas pasó a lavarse las manos y yendo lo más rápido que podía se encontró con que se trataba de Shizuka.

—Muy bien ¿que sucede pequeña señorita?— dijo mientras la sostenía en el aire.

De inmediato descartó que fuera hambre pues apenas lo habían amamantado, acercó un poco su nariz y eso le dio la respuesta.

—Parece que necesitamos un cambio de pañal ¿no es así? bien, esto es trabajo para Mikey.

Sabía que no siempre podría contar con él para que se encargara de los cambios, ya todos lo habían tratado de incentivar a que por una vez lo intentara pero hasta ese momento a lo mucho se quedaba cerca para pasarle a Mikey las cosas que necesitaba, en teoría no era algo tan complicado y sabiendo tomarle el modo se volvía algo mucho más sencillo pero de formas que ni siquiera el podía comprender siempre que lo intentaba resultaba... no muy bien.

La última vez en particular fue la menos agradable, hubiera sido una muy buena idea que alguien le notificara que podía haber "ataques" de orina sorpresa mientras los estabas cambiando, para el fue un mal momento pero está seguro de que tanto para los bebés como para Mikey debió un excelente show de comedia. Bueno, al menos algo positivo debía sacar de la situación.

—Oye necesito tu ayuda aquí...— se detuvo en el umbral de la puerta al darse cuenta de que estaba dormido.

Bien, eso no era bueno, no porque no quisiera que descansara sino porque ni loco pensaría en despertarlo, luego de lo sucedido la noche pasada le quedó absolutamente claro que a menos que su vida pendiera de un hilo no interrumpiría su descanso, e incluso así se lo pensaría demasiado. Solo para estar seguro se acercó y muy sutilmente le tocó el hombro murmurando su nombre más no hubo respuesta, estaba completamente desconectado, se giró a ver a Shizuka que andaba más entretenida con su arete de cascabel y supo que no tendría más opción: hoy finalmente tendría que aprender a dominar los cambios de pañales o moriría en el intento.

Soltando un suspiro regresó y la colocó sobre el cambiador y echó un rápido vistazo para asegurarse que nada le faltaría, eso debía volverlo más rápido ¿no? iba a tomar un pañal nuevo, luego las toallitas húmedas, talco, pomada y listo, bebé limpio y feliz.

Ya debía saber que entre más deseaba facilidad el universo más se encargaba de darle lo contrario, el primer desliz vino cuando de una forma que no comprendió la bebé logró tomar la botella de talco que al no estar bien cerrada provocó que cuando la agitó en su dirección solo pudiera ver la nube blanca que lo cubrió dejando una fina capa del polvo de suave aroma en su cara. Ok, fue un error de novato, como pudo le quitó en envase y lo dejó lo suficientemente lejos para que solo él lo tuviera al alcance.

—No más juegos ¿si? necesitamos ser rápidos para que papá se encargue de otras cosas ¿ok?

Cuando extendió la mano al dispensador de toallitas la segunda mala cosa sucedió, estaba vacío ¿como porqué razón nadie se molestó en cambiarlo? oh, cierto, eso lo debía hacer él.

—Solo... dame un momento— dijo mientras caminaba de espaldas para no perderla de vista.

Shizuka estaba quieta, por su vida juró que estaba quieta, solo le quitó la vista por menos de dos segundos en lo que tomaba un paquete nuevo de toallitas y eso bastó para hacer que casi se le fuera el alma cuando al volver la vista pareciera que la niña se iba a girar, por fortuna solo fue una falsa alarma, aún así la acomodó mas en el centro para evitar otro susto similar.

—Bien, hagamos esto de una vez.

Abrió de forma algo tosca el empaque de toallitas y sacó varias a la vez para estar bien protegido, le desabrochó con cuidado la parte inferior del pañalero, luego desprendió las tiras adhesivas del pañal desechable y sosteniendo lo mejor que pudo las piernitas que se movían inquietas empezó a limpiarla, en todo ese rato mantenía una pose realmente incómoda pero lo hacía en caso de que hubiera algún "chorrito sorpresa", terminó de colocarle el pañal nuevo y mientras examinaba la escena algo no le cuadraba. La bebé en toda esa maniobra no dejó de verlo, como si estuviera juzgando si su habilidad era lo suficientemente buena.

—Está al revés ¿verdad?— solo recibe balbuceos como respuesta.

Para ese momento ya solo quiere terminar, Dios cómo testigo sabe que está dando su máximo esfuerzo, nuevamente volvió a quitarle el pañal y lo tiró al suelo producto de su frustración, tomó uno nuevo y tras asegurarse docenas de veces que el pañal está del lado correcto la vuelve a vestir, sorprendentemente en todo ese rato apenas e hizo ruido, supuso que se entretuvo viéndolo perder la dignidad. Está hecho un desastre, apuesta lo que sea a que tiene talco hasta en el alma, algunas toallitas quedaron tiradas y quedó con algo de pomada embarrada en la ropa pero al menos Shizuka está limpia y completamente intacta del caos ajeno.

—Juguemos algo, lo llamaremos "ahora me quedaré tranquila y no volveré a hacer pasar un mal rato a papá"— dice levantándola para llevarla a la cuna de nueva cuenta —solo necesitamos este chupón y... listo.

La niña solo le observaba mientras hacía ruidos con el chupón, lo iba a tomar como que estaba de acuerdo.

Dispuesto a regresar a lo que estaba haciendo en un principio escuchó otro ruido, su sonrisa agotada se congeló y lentamente giró a la cuna continua, los grandes ojos de Hikaru estaban sobre él y hacia ese pequeño gesto que ya sabía reconocer a la perfección.

—Ay no...

Otro pañal sucio que tenía que cambiar, no pudo hacer más que bajar la cabeza con resignación mentalizándose para lo que le esperaba.

Mientras tanto en la otra habitación Mikey estaba tranquilo acariciando a la gatita que había ido a hacerle compañía.

»¿Cuánto tiempo seguirás fingiendo que estás dormido?« escribió Emma.

»Solo quiero disfrutar un poco más, tarde o temprano iba a tener que aprender ¿no crees?«

»¿Seguro que es por eso? ¿no tiene nada que ver lo que sucedió hace una semana?«

»Quizás...« rió en voz baja para que Kazutora no lo descubriera »aún así sabes que debía perder el miedo, no siempre estaré cerca para hacer los cambios«

»Supongo que tienes un punto, al menos espero que no deje un desastre«

»Pobre de él porque también le tocará limpiarlo« 

Estiró un poco la cabeza para escuchar que sucedía y a juzgar por el pequeño grito seguido de una maldición de seguro se trató de Hikaru haciéndole una pequeña travesura húmeda, si, había notado que el niño era bastante astuto para hacerlo siempre en cada cambio de pañal.

Volvió a reír en voz baja y disfrutando de los ronroneos de la gatita cerró los ojos, si, ya podía decir que estaban a mano.