Nadie dijo que la paternidad sería cosa sencilla y cada una de estas parejas lo descubrirá a su manera, una nueva y desconocida aventura ha empezado. Parejas: ToraMai, InuKoko, TakeHaru.
Participación para el evento organizado por Ilitia forever par...
Se puede decir que en el día anterior con el InuKoko hice un 2x1 porque mezclé ambos días así que hoy solo será para el ToraMai (✿◠‿◠)
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"La disciplina es importante, aún si no entiendes tu error no puedo dejarlo pasar, lo sabes ¿verdad?..."
"...es solo un niño, déjalo, no volverá a suceder"
"Y por supuesto que no, tú y él serán disciplinados, en mi casa no aceptaré sus insolencias"
"P-por favor... ¡suéltalo!"
Despertó de golpe cuando vio la mano yendo en su dirección, estaba sudando frío y tenía los ojos llorosos, nuevamente la misma pesadilla recurrente, esa que vuelve para recordarle sobre su desdichada infancia. Sabe que ya no es ese niño indefenso, que ya nunca jamás volverá a ese lugar de infierno que llegó a considerar "hogar", tampoco hay mas gritos y su terrible verdugo gracias al cielo se esfumó de su vida, ya era libre... o eso creía hasta el momento que todas esas memorias volvían golpeándolo con fuerza.
Nunca le gustó hablar de su infancia, hizo hasta lo imposible por reprimir todo eso pero fue inútil y el primero que descubrió esa parte de su vida fue Baji, recuerda que se sintió totalmente patético creyendo que su primer amigo de verdad le vería con lástima y lo consideraría algún tipo de debilucho con el que no valía la pena juntarse, pero no fue así, en su lugar recibió un cálido abrazo junto con palabras que hasta ese momento nadie se había tomado la molestia de decirle: nada de eso fue tu culpa. Posteriormente llegaron los demás chicos y aunque también sentía que era apreciado prefirió mantener esos malos recuerdos solo entre él y Baji, no obstante tarde o temprano los secretos terminan por salir a la luz y tras un desafortunado encuentro a la salida de clases con su padre alguien mas descubrió parte de su tormentoso pasado, y tuvo que ser justamente Manjiro.
—¿Seguro que no te hizo nada? puedo ir a patearlo de nuevo si es el caso— le preguntó cuando ya estaban caminando lejos de donde fue el incidente.
—El tipo no es idiota, sabe que si va a hacerme algo lo hará en privado— respondió incapaz de sostenerle la mirada —...creí que se había largado a otra prefectura.
Mikey podría no saber todo el trasfondo pero podía percibir como Hanemiya luchaba por mantener la compostura, él mejor que nadie podía reconocer cuando una persona se fuerza a reprimir su sentir.
—Sabes... no tienes que lidiar con todo tu solo, si no quieres entrar en detalles lo entiendo, sea cual sea el caso si solo quieres que alguien te haga compañía puedes hablarme y ahí estaré.
Decir que le tomó la palabra tan sencillo sería mentira, al principio creyó que solo lo decía como mero intento de sonar amable y que al poco tiempo lo olvidaría pero mas tarde que temprano finalmente sucedió. Fue un día que salió furioso de su casa, al diablo tratar de ser razonable, había llegado a un límite y antes de hacer o decir algo de lo que se pudiera arrepentir solo salió aún con los gritos de su madre que le pedía que esperara, no quería saber nada del mundo y solo dejó que sus pies caminaran sin rumbo fijo hasta que terminó en el templo donde eran las reuniones de Toman; se quedó un rato sentado en los escalones y tras reflexionarlo finalmente lo llamó, en menos de diez minutos el rubio iba llegando.
