Negociación {Beny Jr}

Me dicen que yo me las doy de alza'o.

• Beny •

Me desperte a las ocho de la mañana, como todos los días, fuimos a desayunar y luego de nuevo a nuestras celdas, estaba sentado en la cama hablando con mi compañero.

- ¿Cuántos años tenías tú, Kevin?

- Yo tengo veinte, papi.

- Pero pareces más grande.

- ¡Oe! ¿Cómo me va a decir eso, mijo?

- No es para ofenderte - reímos.

Es muy simpático, solo lleva aquí un mes.

- Venga, a la doce - escuché como le gritaba una policía a su compañero.

Su voz me resultaba muy familiar, pero por el ruido de los otros presos no la pude escuchar muy bien.

Pensé que era mi novia, hasta que recordé que ella se dedicaba a la canina.

- ¿Y usted es cantante?

- No te pienses que soy Drake, ¿sabes? Pero hago música, y cobro bien.

- ¿Cómo es qué se llama? Para escucharlo cuando salga.

- Beny

- ¿Entonces qué hace aquí?

- La calle

- La calle es muy mala, mi mamá me decía: "váyase de Colombia, usted se está poniendo muy maluco acá, como un ñero", pero es que para vender droga eso es una chimba.

- Me imagino.

- Pero yo no voy a ir a comprar ropa - volví a escuchar esa voz femenina detrás mía - ¿cómo amaneciste? - me dí la vuelta y me encontré a mi pareja.

- ¿Qué haces aquí? - me levanté y me acerqué a ella.

- Haciendo guardia, tranquilita aquí, con el Rodri - señaló a su compañero.

- ¿Usted se habla con los tombos?

- Es mi novia - le expliqué a mi compañero.

- ¡Uy, parce! No tenemos nada que ver.

- ¿Qué hubo, mijo? ¿Cómo está su mamá? ¿Sigue en Medallo o qué? - imitó el acento.

- Pues le sale bien a la muchachita - Kevin levantó las cejas.

- ¿Cómo estás? - me volvió a preguntar agarrándome las manos.

- Bien, acabo de desayunar.

- ¿Y todo bien? ¿Te quedaste lleno?

- Sí, mi vida, tengo ganas de salir ya.

- Me imagino.

- ¿A qué hora sales tú de trabajar?

- A las dos, ustedes comiendo y yo saliendo.

- ¿Qué hora es?

- Las diez menos cinco. - miró su móvil.

- Que pocas ganas de vivir... - rodé los ojos.

- Tres meses, tres, y ya, fuera.

- Te lo juro que cuando salga vamos a hacer muchas cosas juntos.

Siempre hacía lo mismo con ella.

Llevaba tiempo pensando en hacer un viaje o algo por el estilo, pero como me metieron preso todos los planes se cancelaron.

- Sí, amor, me voy que tengo que ver lo que están haciendo los demás.

- Dame un beso al menos.

- No puedo - hizo puchero y se fue.