Y yo que soy demonio, que me gusta pecar.

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Beny • 🔞

Estaba en el patio con El Peke y sus amigos, todos me caían bien, de momento.

- Mohamed El Rifi - me puse de pie y caminé hasta el policía - ¿sales?

- Sí - me esposó.

Me estaban esperando David, Sultán y Rogelio.

- ¿Cómo tú por aquí? - me abrazó mi hermano.

- Eso te lo debería de decir yo a tí, ¿no estás en Londres? - nos sentamos.

- Sí, soy un holograma - bromeó y reímos. - lo que pasa es que me enteré de que caíste preso, y me estoy quedando en la casa del Boli - pasó su brazo por los hombros de David.

- Está bien, ¿y Morad y Leila?

- No sé, íbamos a venir todos juntos, pero dijieron que ellos iban a tardar un poco más - explicó PimPam.

Yo hice miradas con mi hermano Issam.

A los cinco minutos llegaron y ella se sentó a mi lado como siempre.

- Perdón por llegar tarde, es que hay una persona que se piensa que va a una pasarela, y claro, se tiene que bañar, pensar en la ropa que se va a poner, secarse el pelo...

- ¡Qué pesado es! - rió mi pareja - ¿cómo estás?

- Bien - le di un pico - y más ahora que estoy con El Peke.

- Convencí a mi general al final. - sonrió dulcemente.

- Sabía que era idea tuya.

- Voy al baño - se levantó y me guiñó el ojo.

- ¿Cuánto tiempo te vas a quedar en Barcelona, hermano? - hablé.

- Vete, no estés disimulando - rieron.

- Allá voy - me levanté dirección para el baño.

Entré y la vi en ropa interior.

- Ese tanga es nuevo. - le quité el sujetador.

- Sí, y me lo puedes bajar cuando quieras.

- Ponte ahí - señalé el lavamanos y se sentó.

Enrrolló sus pies en mi cintura y yo comencé a succionar suavemente sus pezones.

- ¿Quieres que te la chupe?

- ¿Por qué no? - sonreí

Se amarró el pelo y se arrodilló delante de mí, me bajó los pantalones junto con mis calzoncillos para masturbarme.

- ¡Uf! Me tienes muy cachondo ya - cerré los ojos.

Sentí cuando se la metió en la boca y resoplé.

- ¡Me voy a correr ya! - gemí.

- Métemela - se puso de pie.

La pegué contra la pared, con una mano agarraba su cadera y con la otra su largo pelo negro. Posicioné mi miembro en su entrada y ella solita se lo introdujo. Lentamente se la metió hasta el fondo.

- ¿Ya está toda?

- Sí.

- Por fin, eso es interminable - suspiró - dale.

Comencé con el mete-saca, cada vez más rápido. Con mano derecha se tapaba la boca para no gemir.

- Para, para.

- ¿Qué pasó?

- Casi me caigo, me tiemblan las piernas - se dió la vuelta - me voy a sentar y seguimos, pero de pie no puedo, porque me voy para el piso.

- Ah, vale, no te preocupes. -reí tímido.

La ayudé a sentarse en el lavamanos y volvimos a follar mientras nos besábamos.

- ¡Ah! - gimió alto y le tapé la boca.

- No hagas ruido.

Apoyó su espalda en el espejo.

Notaba los gritos que le salían pero que no se escuchaban gracias a mi mano, de un momento a otro siento como le dan espasmos y pone los ojos en blanco para luego cerrarlos, sabía que se acababa de venir, yo estaba a punto, así que seguí unos diez segundos más.

- Me rompiste toda.

- Me hacía falta follarte - metí mis dedos en su vagina para moverlos - como gimas lo voy a hacer más rápido - la reté.

- Me da igual que me oigan.

- Tus jefes están aquí, no creo que les guste saber que te estás follando a un preso.

- También tienes razón.

Los moví lentamente y ella se tapó la boca.

- Eso es trampa - le quité la mano.

Cada vez los movía más rápido.

- Espérate - gimió

- Se siente - metí un dedo más.

- Yuos - cerró los ojos y tiró su cabeza para atrás. - ¡ah! No aguanto ya - sentí como sus músculos vaginales se contraían. - dame un beso - la besé en la boca fuerte.

- ¡Qué beso más rico!

- Te la quiero chupar otra vez.

- Venga.

- Ayúdame a bajar.

La cogí en peso y la dejé delante mía, empezó a dejar besos en mi cuello, poco a poco bajó hasta mi miembro, me masturbada mientras supcionaba mis otros dos aliados.

- ¡Uy, Dios! - jadeé.

Agarré su pelo e hice que mirara para mí.

- Voy a explotar ya, Leila.

Se la metió en la boca y a los pocos minutos sentía que me iba a correr.

- Ya estoy casi - mordí mi labio inferior.

Abrió la boca, sacó la lengua y cerró los ojos, me toqué hasta que mi semen salió disparado, apuntaba a su boca, aunque algunos chorros no atinaban. Con mi miembro en la mano le "pegué" en la lengua, se lo volvió a meter entero en la boca para limpiarlo.

- Espera que te traigo papel - me subí los pantalones y le traje unas toallitas que habían el baño.

- Gracias - se miró al espejo para limpiarse.

-De nada, guapa - me pegué a su culo no sin antes darle una nalgada.

- Vete saliendo tú, yo ya me voy a vestir - se puso el tanga.

- Vale - la besé y salí.

Negociación {Beny Jr}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora