Detestaba estar en este jodido bosque, pero era la única manera de encontrar al estúpido de mi hermano. Por alguna jodida razón, había ido a acampar al bosque hace ya cuatro días y no había vuelto. Al principio no me preocupé, vamos, éramos adultos, pero cuando pasaron dos días y no me devolvía las llamadas, supe que algo andaba mal.
Este lugar me daba escalofríos. De pequeño, durante una reunión familiar, me perdí por casi una hora en estos bosques, y aunque no me pasó nada malo —al menos que yo recuerde— desde ese día no volví a mirar a los árboles de la misma manera. Llegué a tenerles un poco de miedo, lo cual es malo teniendo en cuenta de que Autrain está rodeada de árboles, pero mis padres me ayudaron a superar mi miedo.
Lo peor de todo es que tendría que ir solo. Se suponía que Lucius y su amigo Jack me acompañarían, pero desde hace unos días nadie en el pueblo sabe donde están, lo cual era extraño. De todas formas no somos muy amigos.
En fin. Ya había buscado a mi hermano por las zonas este, oeste y sur, generalmente todos acampaban allí ya que eran más fáciles de acceder para el público en general, en cambio, los más expertos en escalada y esas cosas se dirigían a la zona norte, que se entremezclaba con las montañas. Ni siquiera me había dado cuenta cuando el sol se ocultó detrás de las temibles montañas; en el momento en que finalmente llegué a la zona norte, ya había anochecido. De noche este lugar era increíblemente aterrador. Las sombras que generaba mi linterna al me hacían sentir una terrible sensación de desesperación. Seguía llamando a mi hermano, pero no respondía.
Unos pocos metros más y dejaría la búsqueda por hoy. Iría con la policía el día de mañana, quizá debí hacer eso desde un principio. Cuando me dispuse a marcharme, con mi linterna iluminé algo de color gris a unos cuantos metros, al pie de un gran árbol que se erguía hacia el cielo nocturno y la luz de la luna lo hacía lucir intimidante. Era una mochila, con algunas hojas sueltas a su alrededor. Supe inmediatamente que se trataba de la mochila de mi hermano, pues la tenía desde que estábamos en secundaria, la reconocería donde fuera. Corrí hacia ella y la tomé, junto a las hojas que la rodeaban.
Grité su nombre diez veces más, esperando por una respuesta que jamás llegaría. Decepcionado, regresé a casa y saqué todo lo que contenía aquella mochila: dos libretas, una cinta VHS y una cámara destrozada. Lucía antigua, no lo sé... era un modelo que jamás había visto en mi vida.
Busqué el viejo reproductor de VHS que mi tío nos había regalado hace tanto tiempo y lo conecté. Casi había olvidado cómo se usaba esta cosa, pero me las arreglé. Metí la cinta y esperé un poco antes de que se reprodujera. Al principio sólo había estática y un terrible zumbido de fondo, tuve que bajarle el volumen al televisor porque de verdad que era molesto. La estática duró unos diez segundos y luego cambió abruptamente a un bosque. Estaba grabado en perspectiva de primera persona, lo cual era un poco raro. Parecía que se habían colocado la cámara en la frente. La persona que grababa se movía con lentitud. Era muy temprano y solo estaba caminando por el bosque, como si estuviera buscando algo.
Mientras la cinta se reproducía, tomé una de las libretas y comencé a leerla. Sí, era de mi hermano. Reconocí la letra: un poco elegante y hacía círculos en vez de puntos sobre las íes.
Las primaras páginas eran de lo más comunes, relatando cosas simples, mundanas, que había querido cazar un ciervo pero se escapó (típico) y muchas cosas de ese estilo... hasta que llegué a la página 13.
El cambio de tono me sorprendió bastante. Mi hermano, quien usualmente siempre solía hacer bromas, parecía mucho más serio en esta parte de sus escritos. Su caligrafía había empeorado notablemente, como si estuviera escribiendo deprisa o nervioso. Comenzaba diciendo que se sentía observado. Eso me dio una mala sensación... No creía en cosas paranormales, pero habían muchos relatos de los bosques de Autrain que no necesitaban el factor paranormal para asustar. De hecho, uno de los asesinos seriales más terribles hizo sus actos en los bosques del pueblo... Se me hizo un nudo en la garganta al leer como mi hermano decía no sentirse nada seguro en ese momento, que se iría al amanecer... que algo lo seguía. «Algo», no «alguien»... Eso me confundió bastante. De no haber sido porque de verdad esto parecía muy serio, había creído que mi hermano me estaba gastando una de sus bromas.
De pronto algo me alertó: en el vídeo que se estaba reproduciendo se escuchó un grito en la lejanía, que me puso los pelos de punta. Mierda. Mierda, ¿en qué diablos te metiste, Isaac?
En la grabación ahora era de noche, aunque eso no parecía afectar la calidad del vídeo. El hombre que grababa se movía con rapidez, en busca del sonido, cuando de pronto, una figura emergió velozmente de entre los arbustos y lo atacó sin piedad... una figura que... reconocí...
Isaac estaba atacando a aquella persona ferozmente, era imposible que sobreviviera. Sin embargo, la cámara nunca dejó de grabar y ni siquiera cambió de posición. Avancé más páginas en la libreta y luego vi algo escrito en gigantescas letras, algo que me heló la sangre y casi me hizo desmayarme.
YO MATÉ A UN CAMERAHEAD
Maldición, Isaac.
¿Camerahead?
¿Qué mierda era un Camerahead?
Se me ocurrió entonces revisar la otra libreta, quizás ahí encontraría más respuestas... pero sólo me generó más dudas...
«Autrain es un pueblo que amo mucho, pero creo que no soporto más esto. Siento que llevo perdido un mes entero en el bosque... quizás así sea... Los Cameraheads me están siguiendo por haber asesinado a uno de los suyos y descubrir su existencia, pero no tenía elección. Esa cosa me estaba volviendo loco. Tuve que arrancarle la cabeza con mis propias manos y la conservé, pero creo que tienen el poder de rastrearla, algo así como un GPS, no tengo ni la más maldita idea. Odio esto, no lo soporto más. Esas cosas me están vigilando. Nos vigilan a todos. Espero que quien encuentre esto sea más valiente que yo y se deshaga de la cabeza de esta cosa. Yo ya no puedo».
Mi corazón estaba... yo...
Ni siquiera podía pensar claramente. Tenía la vista nublada y de no estar sentado probablemente caería al suelo.
¿Acaso mi hermano...?
¿Eso significaba que la cámara en su mochila es una cabeza de un Camerahead?
¿Qué mierda significaba todo esto?
Quise llamar a la policía, pero estaba seguro de que no iban a creerme. Vamos, ni siquiera yo mismo lo haría. Sujetos con cabeza de cámara que observaban a las personas... sí, claro, parecía sacado de una estúpida historia de terror mediocre en internet... Dios... No sé por qué estaba tan nervioso, pero no podía evitarlo.
No me gustaba sentirme así... me sentía... me sentía... observado...
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Welcome to Autrain | Colección de Historias Cortas | COMPLETA
TerrorCierra la puerta, apaga las luces, métete debajo de las sábanas, y sé bienvenido a Autrain, un frío y neblinoso pueblo al noroeste de Estados Unidos, muy cerca de Canadá. Ten cuidado si oyes a tu madre llamándote a medianoche mientras estés aquí, pr...