44. Un soplido cálido

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El Sol molestaba a los dormidos y los levantaba para el día. Sin embargo, esta vez no estaba alcanzando a Isaac, quien tenía una pesadilla.

En el pasado era perseguido por sus familiares para administrarle drogas. Lo sujetaban e inyectaban por su condición como gamma. Entonces, no recordaba nada. Simplemente despertaba en la cama de su habitación. No tenía una vida.

Sus ojos se abrieron de golpe. —¿Isaac?— Le habló Noah, dejando un vaso de agua en la mesita. —¿Te sientes bien?—

—Sí... Solo tuve un sueño de mi pasado... En realidad no es como si tuviera uno, antes vivía en Arabia Saudita— Habló recordando su antigua vida. —Como gamma experimentaron conmigo y al principio no encontraron una solución para mi defecto físico, así que me trajeron aquí. No obstante, me escapé tan pronto llegamos aquí y te conocí— Sonrió. —Siempre he pensado que fue la mejor decisión que he tomado en mi vida—.

Ante tal declaración, Noah se inclinó a besarlo. —¡Mamá!— Gritó la niña de cinco años. —Es hoy— Corrió hacia la cama.

—Querida, no corras así, puedes caer— La abrazó.

—¡Hoy irán a recoger a mi nuevo hermano!—

—Sí, así es— Le revolvió el cabello. —Esperarás pacientemente con tus vecinos, ¿Está bien?— Su hija asintió.

Noah fue a dejar a Magdalena con Enok y Derick, mientras Isaac se iba a bañar. Nuevamente pensó en ese sueño, pero sonrió. Ya nunca más tendría que vivir con esa gente.

Terminó de alistarse y salió con Noah en dirección al orfanato. —¿Solo escogemos un niño?— Preguntó el Delta bajando del auto.

—Sí, tranquilo— Le sonrió. —Elijamos a uno con le que nos llevaríamos bien y pueda ser un buen hermano para Magda—

La pareja fue llevada dentro del establecimiento. Una de las encargadas le mostró el patio de juegos y fue señalando a algunos niños.

—Este niño es bastante social y alegre...— Les decía.

Noah se fijaba en cada uno de ellos, y se fijó que uno estaba solo debajo de un árbol, mientras escribía rápidamente en una libreta.

—¿Cómo se llama ese niño?— Interrumpió Noah.

—Ah, Keith, tiene buen rendimiento, pero no es muy sociable y le gruñe a todo el mundo—

—¿Podríamos tener una entrevista con él?— Preguntó Isaac, al ver que Noah se interesó.

Fueron llevados a la oficina para hablar con el niño. —Keith, siéntate y pórtate bien— Le dijo, dejándolo con Isaac y Noah.

—Así que tu nombre es Keith, el mío es Isaac— Le sonrió al pequeño alpha.

—¿Por qué pidieron una entrevista conmigo?— Habló con una extraña firmeza para ser un niño.

—Pensamos que un chico más serio se ajustaría a nuestra familia— Le respondió el gamma. —¿Cuántos años tienes?—

—Llevo 10 años en este aburrido mundo—

—Dices cosas curiosas— Habló Noah.

—¿Se refiere a que soy extraño?— Le preguntó para nada afectado. En realidad ese niño era un poco especial.

—No creo que seas extraño, solamente tienes una compresión diferente a los demás niños— Dijo Noah, pensando en que se parecía un poco a Keith.

—Ahaja, ustedes sí son raros— Se rió. —Son los primeros en pedir una entrevista conmigo— Tenía una sonrisa peculiar, quizás un poco traviesa.

Perfumes Extintos [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora