60. Cabellos nevados

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Zyon dejó vacía por completo su habitación, ni siquiera los pósters, o las imágenes pegadas en la pared se quedaron.

—Zyon... Siempre puedes volver a casa— Le decía su mamá.

—Estaré bien, ya que los abuelos son gentiles—

—Aún así, cuídate de tus primos— Zyon se rió.

—Claro— Respondió.

—Ven aquí— Zack abrazó a su hijo. —Te has vuelto tan alto— Sonrió con tristeza.

—Mamá, haremos vídeo llamadas todos los días—

—Lo sé... Iremos a verte en vacaciones, siempre que podamos— Zyon asintió. —Ve a despedirte, subiré tus maletas al auto—

—No es necesario...— Zack ya se estaba llevando el equipaje.

Zyon salió afuera y miró a Nox que estaba sentado en el porche. Sus preciosos cabellos se veían igual que la nieve derrochada sobre una cascada. Y sus ojos eran esas aguas congeladas.

—Nox, seguramente no me quieras hablar, pero me voy ahora. No tendrás que volverme a ver si no quieres—

—Siempre hablas así...—

—Pero, esta vez es verdad, iré a vivir con mis abuelos—

—¿Qué? ¿Qué hay de Karl?— Preguntó.

—Mi papá dice que así no podré ponerlo en peligro— Nox hizo una expresión amarga. —Nox, perdón, te expuse a ti también—

—No importa... Ya pasó...—

—Sé que no me perdonarás tan fácil... Karl es tu compañero destinado, ¿No?— Nox se sorprendió. —Ya que nuestros padres lo son, tiene sentido—

—Mi mamá dice que el tiempo perdona, así que... Si no me olvidas puedes volver— Le habló nervioso.

—¿Puedo besarte?—

—¿Llegaste a un acuerdo con Karl?— Zyon asintió. —Entonces, está bien—

Zyon tomó las mejillas de Nox para darle un beso tranquilo y melancólico.

—Te voy a extrañar— Nox se mantuvo en silencio por un rato.

—Adiós...— Fue lo único que le dijo antes de entrar a su casa.

—Eres realmente frío conmigo— Suspiró Zyon.

La familia de Zyon lo despidió en el aeropuerto. Y justo antes de abordar recibió una llamada de Karl.

—¿¡Por qué no me dijiste!?—

—Porque estoy seguro que vendrías corriendo al aeropuerto aún con tu herida— Karl se quejó del otro lado de la línea.

—Zyon... No puedes vivir sin mí y tú tampoco—

—Ahaja... Estoy seguro que no me volveré loco, estoy más preocupado por ti— Karl no respondió, así que Zyon decidió ser más amable. —Karl, espérame... Yo también esperaré tus visitas— Dijo con su voz queda.

—Me estás haciendo llorar, imbécil— Zyon se rió de la franqueza de su hermano.

Los dos se despidieron, ya que a Zyon no le quedaba más tiempo.

Cuando llegó a América, recibió las mejores de las bienvenidas. Tanto sus abuelos como sus tíos querían mucho a Zyon por ser el hijo del favorito (Kody).

Pero, a pesar de todo, con el tiempo se sintió solo. Una parte de él le faltaba, como si su hermano mellizo hubiese sido una extremidad de Zyon todo ese tiempo.

Perfumes Extintos [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora