Perfumes Extintos [Omegaverse]

61. El rayito a través de la nieve

Zyon estuvo un tiempo compartiendo junto a su hermano y Nox. Sin embargo, algunas veces no evitaba sentir que se entrometría entre una pareja de recién casados. Así que comenzó a sentirse incómodo.

Karl y Nox ya gozaban de una resonante sintonía. En algún momento le resultó un poco asfixiante compartir casa con ellos.

Debido a ello, Zyon salía a pasear por la nieve cuando necesitaba despejar su cabeza. ¿Eran así debido al destino?

Zyon decidió sacar su celular y llamar a Christopher, el chico que era su destinado.

—¿Aló...?

—Ginger...—

—¡Dije que dejes de llamarme así!— Exclamó desde América.

—Pero, es gracioso, eres un ginger (pelirrojo) y tu esencia es el jengibre— Se rió.

—¿Por qué me llamaste? ¿No estás con tu amorcito en Suecia?— Suspiró enfadado.

—A este paso solo será mi cuñado...—

—¿Entonces...? ¿Esperas que te consuele?— Zyon no respondió. Ni él sabía por qué le había llamado.

No habían cursado la misma carrera, pero se veían a menudo en la universidad, así que fue imposible que Zyon no tomara en cuenta a Christopher, más aún cuando adoraba molestarlo y hacerle enfadar. Era muy infantil con él, muchas veces sintió que otra persona dentro de él salía para jugar con Christopher.

—¡Eres un imbécil...! ¿No puedes dejar de pensar en ti? Realmente ya no quiero ni ser tu amigo... Es agotador—

—Ginger... ¿Por qué te gusto?— Le preguntó.

—¿Por qué quieres saber eso...? Ahg, no lo sé... ¿Recuerdas cuando nos conocimos?—

—Sí, ambos entramos en celo...—

—Al principio fue solo algo superficial, pero con el pasar del tiempo fue diferente... Siento envidia de ese tal Nox, dices que nunca te rendirás con él... ¿No soy tan bonito como él?— Preguntó afligido.

—No, tú eres más tierno—

—Eres un idiota...— Sollozó.

—Lo sé, supongo que me obsesioné demasiado con Nox... Odiaba que hiriera mi orgullo, como algo que quería porque era difícil de obtener— Hizo una mueca.

—Aunque no me gusta él, no deberías tratarlo como un objeto—

—Uhm...— Zyon no le dió mucha importancia.

—Eres muy retorcido— Se escuchó cómo Christopher se sonaba la nariz.

—Ya sabes cómo soy, ¿Para qué me quieres?— Sonrió.

—No te burles de mí...—

—Es una lastima que no pueda ver tu roja cara...— Suspiró. —Ginger, ¿Por qué no vienes aquí?—

—¿Estás loco?— Le colgó.

Zyon observó el cielo. —No estamos mirando el mismo paisaje... Apuesto a que va a venir— Regresó a la cabaña.

—Zyon, ¿Qué hacías?— Le preguntó Karl.

—Llamé a Christopher— Karl pestañeó al no saber quién era. —A Ginger...— Había hablado de él usando ese apodo.

—¿¡A tu compañero destinado!?— Se exaltó. —¿No amabas a Nox?—

—Bueno, sí...— Dijo Zyon, ya acostumbrado a los gritos de su hermano.