56. Tras los copos de nieve

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Fue difícil para Jeans despedirse de Gisli. Aquel chico quería invitarlo a entrar, buscaba a toda costa una oportunidad con Jeans.

A Jeans se le hacía difícil negarse ante la perseverancia del muchacho. Su alpha estaba haciendo de la suyas, volviéndolo loco.

Las manos de Gisli se sujetaban al brazo de Jeans impidiendo su ida, y aquel esbelto cuerpo se acercaba lentamente hacia él. En algún momento sintió el roce de los pechos de Gisli.

—¿No quieres tomar un café...?—

—No... Es tarde— Los ojos de Jeans se estaban desviando totalmente. Vió los tiernos y pequeños labios de Gisli moviéndose y luego observó ese cuerpo que se aferraba a él inconscientemente.

Además, no importaba si se ahogaba en supresores, sentía el aroma a lavanda en su nariz.

—¡Entonces...! ¿Mañana vendrá a la cafetería...?— Los ojos de Gisli se mostraron suplicantes.

—I-iré...— Gisli se alejó, dándole un descanso a su alpha.

—¡Genial! ¡Lo estaré esperando! Quédese conmigo un tiempo después del cierre, ¿Sí?— Jeans se despidió con su mano, debía salir de ahí rápidamente.

Llegó a su casa aguantando el celo. —Si fuera un omega no sería tan complicado...— Se apoyó sobre la puerta de la entrada y se dejó caer hacia abajo.

No era una buena idea masturbarse frente a la puerta, pero ya no podía contenerse. Probablemente deba avisar al trabajo si su celo persiste.

Estuvo al menos 3 horas tocándose en el mismo lugar hasta saciar sus deseos. —Mierda... Mañana no sé qué haré— Luego, estuvo una hora reflexionando sobre su descontrol.

Al día siguiente su trabajo tomó más de lo esperado, así que llegó tarde a la cita.

Gisli ya estaba cerrando la cafetería cuando él apareció. —Gisli... Lo lamento, me tardé—

—Llegaste— Le sonrió.

Jeans se acercó a Gisli, se había vestido especialmente bien, sin embargo notó sus ojos hinchados. ¿Había llorado...? Probablemente por su culpa.

El alpha se sintió atraído por ello, y tocó el rostro de Gisli. —No tengo tu número, así que no pude avisarte—

—¡Ah... No importa!— Enseguida esas mejillas se pusieron rojas. —Aún no he movido nada, así que puede entrar—

Una vez adentro cerró la puerta. Gisli ya había preparado una velada perfecta. —Iré a recalentar la comida— Jeans se sintió mal por llegar atrasado.

Las velas ya se habían derretido hasta la mitad y logro ver sobre la mesa algunas gotas, que suponía eran las lágrimas de Gisli.

Gisli llegó a limpiar la mesa debido a eso, y miró nervioso a Jeans. —E-espero le guste la cena— Desapareció al ir a la cocina.

Jeans recibió unos mensajes de su hijo Nox.

Nox: ¿Papá, estás trabajando?

Estoy en la cafetería

Nox: ¿¡UNA CITAAA!?

Colocó un montón de stickers emocionado.

¿Qué haces en mi departamento?

Nox: Eso no importa, lo que es prioridad ahora es su cita con el bonito mesero!!

Ya lo arruiné desde el principio.

Perfumes Extintos [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora