Capitulo 24

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 Katarina caminaba por los pasillos, como si de una sombra silenciosa se tratase, no podía ser vista, por ningún guardia y si aquello pasaba debía matarlo antes de que diera la alarma (lo cual era bastante fácil para ella). Había dejado a Garen escondido en una de las habitaciones, con el sedante que le había dado estaría dormido por lo menos tres días, tiempo suficiente como para no estar presente en el ataque al campamento que asediaba la gran ciudad de Demacia, ya que si el comandaba el ataque existía una gran posibilidad de que no saliera con vida (mas si tomamos en cuenta que Darius esta presente en el campamento).

 A lo lejos justo al final de pasillo oscuro únicamente iluminado por tenues antorchas, podía  escuchar que en una de las habitaciones había un grupo de gente aunque no era una reunión o algo por el estilo sino era un noble divirtiéndose con dos concubinas Katarina se acerco sigilosamente y cuando pudo escuchar con mas claridad, reconoció de manera inmediata la voz de la persona que estaba en la habitación. Había encontrado su objetivo.      

 Se apego a una de las paredes para acercarse a la habitación mientras sostenía sus dagas, podía escuchar lo que pasaba adentro y eso que todavía no estaba en la puerta. De pronto, noto como la puerta de la habitación se habría y de ella salió una de las dos concubinas que acompañaba a Aler encontrándose frente a frente con la asesina . Katarina en vez de alarmarse simplemente esbozo una sonrisa.

 Dentro de la habitación Aler estaba acostado en la cama esperando un masaje de sus concubinas. Estaba acostado observando la ventana mientras descubría su espalda y se apoyaba en el colchón y las almudadas de su cama, dándole completamente la espalda a toda la habitación.

- Tu compañera no debería tardar - dijo Aler a su concubina.

- Ella no debería tardar - dijo la joven mujer - mi compañera es muy tímida, de segura fue a buscar algo para relajar el ambiente.

- Me parece perfecto- dijo Aler - mientras mas cómoda este mejor lo pasaremos. 

 La sirvienta estuvo de acuerdo y ambos rieron, de pronto la concubina escucho como la puerta se abría y creyó que su compañera ya había llegado (al parecer no había tardado demasiado). Aler por su lado simplemente no levanto la mirada y simplemente continuaba observando la vista por la ventana mientras se mantenía recostado boca abajo esperando su masaje (para después hacer otra cosa, basta decir que).

 La sirvienta se giro para poder hablarle a su compañera, pero cuando se giro lo que vio la dejo sin habla. Katarina había entrado de lo mas tranquila a la habitación , la sirvienta quiso gritar pero la asesina posiciono una de sus dagas en su boca dándole una señal de que no diga nada, esta al ver la sangre en la hoja de las mismas entendiendo el destino que sufrió su compañera asintió temerosa.

- Que ocurre por que están tan calladas - dijo Aler sin levantar la mirada. 

 Katarina le dio una señal a la sirvienta para que esta contestase a la pregunta, amenazándola con sus dagas cubiertas de sangre para que obedeciera. 

- No pasa nada - dijo un tanto temblorosa mientras continuaba observando a la asesina - mi compañera ya esta aquí para su servicio - Katarina sonrió por las palabras obedientes de la sirvienta y continuo acercándose hacia donde estaba Aler.

- Perfecto - dijo Aler nuevamente sin despegar la mirada - entonces podemos comenzar, y no te preocupes por tu compañera, yo hare que se sienta bien en un rato.

 La sirvienta agacho la cabeza y comenzó a acercarse hacia donde se encontraba Aler pero Katarina la sostuvo impidiéndole el paso para adelantarse ella. Se acerco a Aler y le puso sus manos en la espalda, se había sacado los guantes que traía para así no levantar sospechas en el traidor. 

Fuego y AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora