¿Sabes? Existen ocasiones donde más allá de lo absurdo se encuentra una verdad tan pura como el aire mismo. Como la infinidad de números en un tablero. Los números son casi tan eternos como el paso del tiempo. Cada número, tiene millones de infinitos.
Fracciones, expresiones decimales, tan pequeñas, tan grandes, tanto que sería imposible contarlas todas. Hay personas que son como esos infinitos, tan efímeros y con un valor tan grotesco que cambian el significado de cada cosa que se mueve a su alrededor.
Su pequeña cifra vuelca todo lo que se cree saber de la vida.
En este pequeño ciclo, en este ferviente instante, ella era ese infinito para Amity.
Pero como el ser humano es incapaz de entender demasiado sus sentimientos mismos, es inevitable no quebrarse en el camino.
●●●
Boscha Jane, una mujer sumamente complicada desde el punto 0.
Aún existe el recuerdo en muchos de la primera vez que Boscha ganó en una competencia infantil de rugby, con tan solo 5 años de edad, en el jardín de niños.
En ese entonces había quedado en un primer puesto, y se le sugirió que felicitase a sus compañeros competidores por su esfuerzo. La infante contestó que no.
Yo no debo felicitarlos porque soy mejor que ellos. Eso dijo. Eso pensaba, y ella siempre fue así. Siempre se consideró superior a los demás en todos los aspectos de la palabra.
Fue mal tachada por esto, pero no lograron cambiar su característica forma de ser por más que lo intentaron, siquiera sus madres lograron influir, en gran parte tantos consentimientos hacia ella tuvieron culpa de que se creyese el centro del universo. Era una tirana solitaria que siempre estaba por encima de cada mortal que se le paseaba por enfrente de sus celestinos ojos, y si de eso no se trataba, pues ella buscaba la manera de pisotear a quien se interpusiese en su camino.
Con Amity fue, una historia muy curiosa. La señorita perfecta Amity, amargada y malhumorada tal vez toda la vida no fue así, y en su infancia era el intensivo de Boscha y su único pilar de apoyo ya que conectaron desde una primera vez. Para Amity, Boscha era una niña carente de referentes pero admiraba su tenacidad y valentía, para Boscha, Amity era alguien que a pesar de no estar a su altura, según ella, tenía potencial de acompañar a alguien como ella en su travesía.
Las cosas cambian, y ellas lo hicieron, pero no faltaron a su promesa, fueron amigas hasta el final, y se mantuvieron juntas.
Amity se perdió en una vida vacía.
Y Boscha, Boscha siguió siendo Boscha. Aunque hubo algo que si la hizo cambiar, al menos por un poco.
Esa fue Willow.
Willow Park era la persona más determinada que Boscha había visto. Desde la juventud la caracterizó su bondad, la paciencia y sobre todo la perseverancia. Ella tenía el don de no rendirse, por mucho que cayera, se levantaba, se reponía, y reconstruía, seguía caminando aunque el camino se tornarse cada día más difícil. Enamorarse de ella la hizo ver que era humana, y vulnerable, y que también podía verse afectada por las tribulaciones de la vida.
Boscha no podía permitirlo. Ella era mejor que esto, incluso que Willow, aunque supiera que eso era mentira. Pero su orgullo no podía ser pisoteado por nadie.
Por una vez, se detestó a si misma, y esa fue la vez que perdió a Park. Estaba absorta en el recuerdo de aquella noche donde la encontró copulando con Emira, un desliz, tampoco era el primero, después de todo ella descargaba su necesidad de sentirse superior a su novia engañandola con personas casuales. Una relación de 5 años lanzada al caño, hoy ya hace 1 que no sabe nada de ella.
ESTÁS LEYENDO
𝘍𝘪𝘳𝘦𝘸𝘰𝘳𝘬 ❊ 𝘓𝘶𝘮𝘪𝘵𝘺
FanfictionLuz Noceda amaba todo, aunque tuviese que conformarse con mirar constantemente el mundo a través de sus ventanas de cristal. Con ganas intensas de tocar hasta la última gota de lluvia sumida en el césped, con las plantas de sus pies. La libertad par...