11↠ ✰ 𝘠𝘶𝘭𝘦. ✰

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Yule.

El equinoccio de invierno.

Aquella época del año donde el platino de la nieve se mezcla a la descomposición de la naturaleza al estado marchito. Cuando el viento se volvía tan fuerte en Seattle, que la nevada parecía no acabar hasta la próxima temporada. Donde celebraban el final del año que se acercaba con cada día.

Tiempo donde reinaba la paz familiar, el amor y la armonía, aún si no era así para todos.

Las luces vibrantes en la ciudad, y aquella casa gris, en aquel vecindario pobre de alegrías, que comenzaba a pintarse con luces doradas por primera vez.

Si la Mansión Blight pudiera haber sonreído esa mañana, lo habría hecho. La girnalda que adornaba la puerta era colocada con cuidado por Amity. Había contratado todo un equipo de decoración para que arreglaran la casa antes que Luz despertara.

Un detalle, estaba feliz.

Un recuerdo tan fugaz de la noche de películas anterior que tuvieron le avivó aquel sentimiento desconocido para ella. Pues Luz, nunca había celebrado Navidad.

Y si para Luz era importante, era importante para ella también.

Su Luz. Su no tan Luz.

No recuerda cuando fue que se quedó dormida después de aquella fiebre tan intensa, pero al despertar por actoreflejo y recordar las palabras vagas de la castaña antes de caer juntas en un sueño viendo uno de los tantos comerciales que pasaban de Navidad, avisó a Boscha de inmediato.

Quien muy contenta no estaba por haber salido de su sueño reparador en pleno domingo de mañana.

- Mentita, ¿Cuál es la necesidad de despertarme tan temprano para este espectáculo? - Se quejó Boscha y Amity parecía tan embobecida imaginando la sonrisa de Luz al ver la decoración que ignoró el comentario. La peli rosa rodó los ojos, parecía estresada, aún vestía su meticulosa bata de seda para dormir y sus pantuflas de algodón. Amity a su vista parecía más enfocada en vigilar que los decoradores colocaran las luces de forma simétrica.

- ¿Mentita, me ignoras? ¿Desde cuándo mi opinión te importa tan poco? - El cólera parecía allanarse en Boscha, pero la alegría perspicaz de la de cabellos mentolados le brindó una importancia nula. Aunque aprovechó la situación para picar más a la víbora que llamaba mejor amiga, que dicho sea de paso, adoraba, sólo de vez en cuando.

- Desde que dejaste a Willow por tirarte a aquella Señora millonaria, la tal Yiyi, la madre de los trillizos. Esa que te pagó una pasta para tu viaje a París. - Los recuerdos volvieron a Jane y si fuese el tipo de persona que se avergonzaba por sus malas actitudes sin duda, está sería una de las tantas veces que se pondría vulnerable. Pero a la vez orgullosa de sus patrañas.

- París era bonito, y dejemos a Park fuera de esto. Que por cierto, coincidencia, en aquella ocasión, fui en Navidad. - Aprovechó para cambiar el rumbo de aquella conversación, Amity estaba enfocada en uno de los adornos de aquella girnalda colgada en la puerta, el muérdago justo bajo la puerta, quizás no conocía muy bien las tradiciones que esto requería.

- ¿Oh si? No me digas. - Fingió escucharla mientras observaba el estado de su hogar, nunca en sus años siendo empresaria vió necesario el gusto de gastar en adornos navideños o cosas festivas. Las subastas para objetos totalmente innecesarios y de gran valor monetario se habían vuelto su pasión desde que comenzó a dudar en que gastar tantas cantidades de dinero.

𝘍𝘪𝘳𝘦𝘸𝘰𝘳𝘬 ❊ 𝘓𝘶𝘮𝘪𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora