18↠✰ 𝘐𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘪𝘷𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘦 𝘷𝘢𝘴. ✰

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Los delicados ruidos que emitía, apenas eran audibles pese al ruido que había en la inmensa habitación.

Las aterciopeladas sábanas de la CEO Blight, parecían cubrir hasta el mentón de la morena, quien suspiraba bajo la tela, con una expresión necesitada en su rostro

— Amity. — Casi soyozó su nombre, parecía buscarla en la habitación, aunque sabía que no se encontraba en la mansión en aquellos momentos. Su aroma ayudaba, de alguna manera, y empeoraba su estado cada vez más.

La mano que apenas se frotaba entre sus piernas, hizo un esfuerzo inconsciente para buscar un contacto más directo, dejándose dentro de la delicada tela que cubría su ropa interior, y también, por debajo de esta.

Decir que Luz estaba mojada era poco, estaba realmente lubricada.

En momentos donde el placer nublaba la realidad, una parte sensata en ella se sentía culpable.

Por querer a Amity allí, por querer que fuera ella quien estuviera tocándola.

Por querer que Amity la hiciera suya.

Deslizó dos dedos sobre su punto G, notando como su cuerpo reaccionaba a su anhelo de manera satisfactoria. Comenzó a frotarse más, con sutileza, mientras sentía, como comenzaban a temblarle las piernas.

¿Cuándo había sido la última vez que tuvo un momento como ese?

A decir verdad, era la primera vez.

Nunca habia sentido la necesidad de darse placer por otra persona, hasta hoy.

Sus hormonas estaban fuera de control, y necesitaba encargarse de ese asunto, antes que la empresaria volviera.

— A-agh. — Se silenció, mordiendo las sábanas. A Nevareth no le agradaba que Luz hiciera ningún ruido mientras tenían intimidad. Además de no disfrutarlo y sentirlo como una tortura, estaba aquella inseguridad.

Necesitaba apartar todos aquellos pensamientos negativos y enfocarse en lo que verdaderamente le interesaba.

Amity.

¿Y es que como era posible que una mujer tan sexy como Blight había podido estar bajo el mismo techo que Luz por meses sin desatarle aquel deseo?

Mentiría si no estuviera así de ansiosa desde que había comenzado a gustarle.

El solo hecho de imaginar las cosas más obscenas junto a ella parecían aliviar su frustración.

Luz necesitaba sexo, o no, mejor dicho, necesitaba que Amity limpiara su pobre necesidad.

Sólo Amity.

— Su aroma.. es t-tan.. ugh-. — El simple hecho de sentir su esencia en cada rincón de aquel cuarto, la ponía ansiosa de más. Los dedos que sólo rozaban, comenzaron a hacer algo de presión sobre su clítoris, girando suavemente en envolventes movimientos circulares.

De un momento a otro se encontraba de rodillas en la cama. Se sacó la poca ropa que llevaba encima, dejando aquel pijama arruinado en la alfombra del cuarto.

𝘍𝘪𝘳𝘦𝘸𝘰𝘳𝘬 ❊ 𝘓𝘶𝘮𝘪𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora