M I K A E L A
Las semanas han pasado y me he dedicado de tiempo completo a mis entrenamientos para así sanar una extraña sensación que tenía en el corazón, mi cuerpo se siente cada día más débil no se si sea normal o no pero incluso he sangrado de la nariz y he vomitado sangré.
—¿Por qué sigues torturándote así?
Me giro para ver el rostro de mi amiga Merida con uno de mis sobrinos en brazos, suspiro con fuerza quitándome las vendas de las manos que están completamente marcadas.
—No me estoy torturando Merida. Solo que es una especie de terapia para mi.
Me acerco a ella para cargar a mi pequeño sobrino —Estaré bien.
—Eso no quita que esté preocupada por ti querida, deberías venir a cenar a casa esta noche.
Asiento para después entregarle al bebé a Merida, se va de la habitación donde entreno en la U. A miro una televisión qué hay aquí y en las noticias anuncian que AllMight ha dejado de ser el número uno y le dejo el cargo a ese niño, Deku que aunque fuera débil de apariencia en realidad era más fuerte de lo que imaginaba.
—Debo agradecer mucho a All Might pero también quisiera agradecerle a mi maestra Mikaela donde quiera que esté.
Abro los ojos impresionada por sus palabras, sonrío al verlo tan sonriente y los ojos se me llenan de lágrimas.
–Ella me entreno durante un tiempo al igual que mis demás compañeros y, aunque era muy dura ella una vez me dijo: "Sigue así, y un día todo lo que tú has sembrado dará frutos solo es cuestión de que le des lo que necesita para que crezca fuerte"
Mis ojos se llenan de lágrimas pero las limpio rápidamente es increible como ha madurado después de todo y sus compañeros también seguro se convertirán en grandes heroes.
—Ya es hora Mikaela...
Me giro sorprendida al escuchar esa voz apenas audible, miro a todos lados tratando de averiguar de donde viene pero no hay nadie la puerta esta cerrada y muy pocos sabemos de la existencia de este lugar.
—Es hora de irnos... Mikaela sígueme.
—¿Quién eres?— levanto la voz un poco nerviosa y me muevo a todos lados buscando al extraño que me hace este broma.
Un fuerte dolor de cabeza me invade haciendo que tenga que arrodillarme para no caer al suelo, esto esta mal tengo un maldito mal presentimiento. El dolor pasa poco a poco hasta que ya no siento nada me siento en el frío suelo levatando la cabeza para mirar al techo.
—Carajo... — saco de mi bolsa un cigarro y comienzo a fumarlo.
Al final del día llego a casa y le doy un beso a Eri de buenas noches para luego ir a mi cuarto para ver a Shota salir del baño con una sola toalla atada a su cintura, en otras circunstancias me lanzaría a quitarle esa toalla pero en estos momentos no estoy de humor.
—¿Qué te ocurre? Normalmente vendrías a quitarme la toalla.
Se los dije, no estoy bien mejor me dejo caer en el cama admirando a mi novio que se pone ropa cómoda y viene a mi lado mientras se amarra el cabello.
—No me ocurre nada solo el entrenamiento me agota— le doy un beso en sus labios.
—¿Estás segura? Hueles a cigarro creí que lo habias dejado después de haber estado en el ejercito.
Ruedo los ojos y me dejo caer en la almohada de mi cama —Solo fue uno, ademas ¿qué me puede pasar? No me puedo morir porque tengo pulmones metálicos.
Mi novio suelta una risa me atrae hacia el para abrazarme y me darme bastantes besos en toda la cara y cuello, yo me retuerzo de las cosquillas que me provoca este hombre. Nos detenemos para mirarnos a los ojos.
—Jamas pense enamorarme de una mujer como tu.
—¿Soy demasiado hermosa para ti?— alzo una ceja con una sonrisa en mis labios.
Besa mi frente —Ademas de eso fuerte, inteligente, sensual, todo lo que un hombre podría pedir.
Me sonrojo al escuchar sus palabras, siento mariposas en el estomago y nos abrazamos con fuerza durante mucho rato hasta que nos quedamos dormidos. Durante un momento me siento tan tranquila pero de pronto algo me despierta y me levanto para darme cuenta de que estoy en un lugar completamente oscuro, el suelo esta lleno de agua que piso con mis pies descalzos.
—¿Hola?— mi voz hace eco en todos lados.
Camino unos segundos hasta que veo a lo lejos dos figuras que están de espaldas, ambos se giran y me quedo de pie sorprendida.
—¿Sasha? ¿Zaida?
—Hermana cuanto tiempo.
Corro hacía ellos gritando y lanzándome a sus brazos para estrecharlos contra mi con muchas fuerzas, las lágrimas salen de mis ojos cayendo al agua que estamos pisando.
—Veo que si escuchaste mi llamado hermana— Zaida me guiña un ojo.
—¿Pero cómo? ¿Acaso morí dormida?— mis dos hermanos se miran por unos segundo, luego Sasha me pone una mano en el hombro.
—Aun no... pero no te queda mucho tiempo Mikaela.
Me separo un poco de ellos dandole la espalda —Ya lo veía venir, solo que no pense que ocurriría tan rapido, ¿puedo saber cuando ocurrira?
mis hermanos se acercan a mi abrazándome y diciéndome que vendrán por mi cuando ese día llegue, me dicen la fecha de mi partida y algo se rompe dentro de mi pero creo que podre aguantar hasta esa fecha incluso me explicaron que tendre una muerte tranquila.
—Nos vemos Mikaela, veras que tu vida al morir no sera tan mala después de todo.
—Eso espero, si me mientes pateare tu trasero— los tres nos reimos una ultima vez —Nos vemos pronto hermanos.
—Hasta entonces teniente.
Despierto con un extraño sabor de boca, escucho a Shota ducharse ya es de mañana, me levanto mirando por la ventana.
—Mikaela tocan la puerta.
No la escuche pero mejor voy a abrir para ver que ocurre, al abrirla veo a Merida con lágrimas en sus ojos y me abraza con mucha fuerza.
—¿Qué te ocurre pelos de zanahoria?— ella levanta sus ojos a mi.
—Vi a Sasha... lo vi y no fue un sueño...
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𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨| 𝐀𝐢𝐳𝐚𝐰𝐚 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐚
FanfictionUn mundo donde la paz dejó de existir hace mucho tiempo, un lugar lleno de caos, muerte y guerras... de pronto somos enviados a un lugar completamente diferente, donde las personas tienen habilidades impresionantes, son fuertes y son llamados ¿héroe...