𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨| 𝐀𝐢𝐳𝐚𝐰𝐚 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐚

🍂CAPÍTULO 28 "Larga vida"🍂

|M I K A E L A|

Todos estamos en una sala de juntas, muchos héroes no dejan de mirarme con molestia mientras que uno que otro se me acerca a felicitarme por mi desempeño en batalla a lo cual les agradezco de corazón. No se porque pero los recuerdos de la muerte de mi maestra vienen a mi cabeza como un flash.

—¿Mikaela estás bien?— la mano de Aizawa me toca la mejilla.

—Lo estoy, solo son pequeños recuerdos, justo estaba en un búnker así cuando llegue a este mundo.

Mi novio me sonríe y me acerca a él para abrazarme envolviendo mi cuerpo con sus dos brazos delgados al igual que musculosos. Le doy un beso en su cuello cuando de pronto alguien entra en la sala nos separamos al instante para ponernos serios.

—¿Quien es el?— susurro a mi hombre que se acerca pra hacer lo mismo.

—Es el gobernador de la ciudad, presta atención.

El hombre nos mira a todos de arriba y apunta hacia mi sin hablar, doy un paso delante poniéndome firmes como en el ejército al que pertenecía.

—Mikaela Ortega a sus órdenes señor gobernador— miro hacia el con la mirada en alto.

—Quiero que te encierren en el tártaro de nuevo. Eres un peligro para esta sociedad, eres la responsable de que el símbolo de la paz esté grave.

Mi respiración se acelera y frunzo las cejas por su comportamiento, como se atreve a tratarme así que no sabe que puedo perforarle el pecho si quiero, me cruzo de brazos.

—No me volverán a encerrar en el lugar donde mataron a mi hermano, primero muerta.

—¿Y como ayudarías a frenar a ese hombre?— avanza hacia mi apretando los puños.

—Ese hombre es mi progenitor y somos de la misma especie así que puedo derrotarlo pero necesito que no haya nadie en la ciudad.

El me mira de arriba abajo de una forma tan asqueroso que tengo ganas de sacarle los ojos.

—¿Serás el sacrificio? Porque si es así no hay problema.

Miro a todos a mi alrededor esperando una respuesta, siento los ojos de Aizawa sobre mi, lo siento querido pero mi decisión ya está tomada si quiero salvarlos a ti y a mis sobrinos.

—Lo seré, pero a cambio quiero protección para mis sobrinos y mi cuñada— acerco mi cara a la del tipo —Y varios cadaveres.

—¿Para que si se puede saber?

Sonrío dando un paso atrás —Debo alimentarme, a menos que quiera que me coma a un par de héroes de aquí.

[...]

Me siento en una esquina de la cama donde está All Might conectado a unas máquinas que lo mantienen con vida, me duele tanto verlo así no puedo evitar sentir tristeza, si hubiera yo enfrentado al maldito de mi viejo el estaría de pie ayudando a sus compañeros. Miro mi muñeca exactamente donde están las venas de mi sangre y en eso se me ocurre una idea.

Salgo de la habitación y veo a Merida que se acerca a mi.

—¿Qué ocurre Mikaela?— La meto en la habitación.

—Necesito que me saques sangre y la introduzcas en el cuerpo de All Might solo así podrá salvarse.

Miro a su dirección donde está recostado —Siento que no pasará de esta noche.

—Ni sabemos si ustedes dos compatibles es muy peligroso este proceso— la sujeto de ambos hombros mirándola suplicándole ayuda.

—Quiero que el tenga una larga vida, a mi ya casi no me queda mucho tiempo...

Mi amiga prepara todo para hacer su trabajo, por suerte ya nadie vendrá después de mi así que tenemos mucho tiempo para darle algo de mi sangre y salvarlo. La aguja entra en mi brazo donde la sangre va saliendo poco a poco hasta que llena la jeringa.

—Listo, debo apurarme tu sangre si permanece mucho tiempo fuera podría pudrirse.

Veo a Merida acercarse al cuerpo de mi amigo que está inconsciente aún, inyecta la aguja en su brazo Justo en una cena para que el efecto sea más rápido, una vez que termina escuchamos la puerta abrirse y vemos a Endeavor mirarnos sorprendido.

—¿Qué hacen todavía aquí?

—Mikaela me llamo para acompañarla, esperemos que All Might se ponga bien.

—¿Y porque tu brazo está sangrando?

Miro mi brazo que aún sangra y me rio un poco nerviosa —Me corte con mi uña Justo en una vena, me curare tu tranquilo.

—Ya vámonos, te tienen los cadaveres listos— me mira de arriba abajo asqueado —¿En serio comes carne humana?

—Si, trate comer carne de otros animales pero descubrí que este animal llamado humano tiene mejores nutrientes, deberías probarla.

Sonrío golpeando su hombro, tomo la mano de Merida llevándola a su habitación y una vez que estamos frente a él ambas nos miramos. Mi mano roza su mejilla con amor, ella deja que le toque cerrando sus ojos y después me mira con lágrimas saliendo de su mirada.

—No tienes que hacerlo, no quiero perderte.

—Si quiero que esos bebés no crezcan en el mismo mundo que nosotros, debo hacerlo.

La abrazo con fuerza acariciando su cabello, sus sollozos me desgarran el alma quisiera tanto quedarme pero no puedo, yendo yo a pelear es la única forma de poder asegurarles un futuro digno a mis pequeños.

|A L L M I G H T|

Despierto poco a poco con un terrible dolor de cabeza, me siento bastante fatigado como si me hubieran arrancado toda la fuerza del cuerpo, miro a mi alrededor y veo a la cuñada de Mikaela sentada a mi lado.

—All Might ¿estás bien?— se acerca poniendo su mano en mi mejilla.

—Bastante cansado, ¿Dónde está todo mundo?

Ella evita mi mirada por unos segundos antes de volverse hacia mi.

—Están todos observando a Mikaela pelear contra su padre, no he querido ir porque tengo miedo de ver como la asesina.

—Debo ir a ayudarla— trato de levantarme pero me duele todo el cuerpo.

—No lo hagas aún estás muy débil.

|A I Z A W A|

—¡¡Déjenme ir con ella!!— forcejeo tratando de liberarme de algunos soldados que me retienen.

—¡No vas a ir Erased, son órdenes del gobernador!

—¡Al Diablo con todo mundo, Ella es mi mujer y necesito ayudarla!— me suelto de los hombres uniformados.

Mi amigo Mic se pone frente a mi preocupado, se quita sus lentes de sol para mirarme a los ojos nunca lo había visto así... no desde la muerte de nuestro mejor amigo.

—No lo hagas man, se que la amas pero estoy seguro de que ella no querría ver cómo mueres a manos de ese tipo.

—Debo protegerla... no quiero perderla— siento unas ganas terribles de llorar, me cubro la boca con la mano.

En eso escuchamos una enorme explosión, seguro es Mikaela quien está utilizando el armamamento que se le dio por si necesitaba ayuda.

|M I K A E L A|

Me levanto del suelo toda ensangrentada, siento como las fuerzas se van de mi cuerpo pero no debo detenerme no hasta que vea a este maldito perro varios metros bajo tierra.

—¿Eso es todo lo que tienes Mikaela? Me sorprende que siendo de la misma especie seas tan débil.

Me río poniéndome de pie y levantando mi mano para apuntar hacia el.

—No sabes lo que dices, esto es solo el comienzo del fin de tu estupido plan, estas muerto... padre...