Capítulo 1

2.7K 104 17
                                    

_______ Pov's.

8 meses después.

Todo había cambiado. Y tanto que había cambiado.

Tuve muchas enfermeras a mi lado, tuve una dieta específica que me había ayudado bastante, tuve a mi hermana para todo lo que necesitaba, y, raramente tuve la ayuda de Ava, Janson y Peter.

Nos daban la libertad de hacer lo que queramos. Podíamos ir a todas las habitaciones, salas u otras partes de las instalaciones. Claro, todo eso a cambio de que los ayudemos.

Teresa se esforzaba demasiado, me preocupé por ella bastante el día que no comió nada por estar todo ese día en la habitación.

Chuck no hacía mucho, se dejaba hacer unas cuantas pruebas que casi todas se las hacía yo y ya está. Al fin y al cabo era solo un niño, y Ava pareció comprenderlo muy bien. Janson ya no me odiaba y me trataba bien, se preocupaba por mi y siempre estaba al tanto de si algo me pasaba poder ayudarme.

Luke no hablaba con nadie. Le hicimos algunas pruebas. Él no era inmune, así que no servía mucho. Le dije a Ava que lo mandáramos de vuelta con los demás, y raramente me lo aceptó.

Ya había un helicóptero preparado para él y para Clay, ya que este tampoco era inmune. Su hermano Theo si que lo era, y por voluntad propia decidió quedarse con nosotros.

Dylan era inmune, así que tuvo que quedarse. No me hablaba. No quería que nadie le tocase, se negaba a hacerse las pruebas. Siempre era forzado a ello, cada día. Teresa y yo nos encargamos de él, y Peter lo aceptó. Supongo que Dylan estaba así por Connor.

Sonya si me hablaba, no entendía nada de lo que había hecho, pero dijo que no podía enfadarse conmigo. Se había resistido muchas veces a sacarse sangre y a hacerse las analíticas. Y como consecuencia, la habían golpeado. Se lo comenté a Janson, el no entendió mi preocupación, pero cambió a los guardias y me dejó al cargo de ella y de Aris, quien quería estar enfadado conmigo, pero igualmente dijo que me quería.

Minho. Siempre era al que le hacían más pruebas. Era uno de los especiales. No me hablaba mucho, simplemente hablaba conmigo lo justo. Tampoco es que tuviéramos mucho de lo que hablar, siempre lo encerraban en su habitación después de sacarle sangre o hacerle más pruebas.

Caminé junto a Dylan y a Chuck hacia el Ala Médica. Me hacían llevar una bata como si fuera enfermera, y mi pelo siempre tenía que ir recogido en un moño o en una coleta por si acaso. Teníamos dos guardias detrás por si acaso, pero Dylan tampoco parecía seguir oponiéndose, sabía que no iba a conseguir nada.

—_______, vuestra hermana Teresa está en la sala número 12, están atendiendo a el sujeto A7 —me habló uno de los dos hombres que tenía detrás—. Dice que es importante que asista.

Dylan se cruzó de brazos, mirándome mientras alzaba una ceja.

—¿Qué es lo que pasa? —pregunté, ahora mirando al hombre.

—Se está resistiendo, quiere que usted le hagaa las pruebas que le tocan hoy —contestó, y fruncí el ceño al escuchar eso—. Dice que no las hará si usted no las realiza.

Suspiré y asentí después de unos segundos. Sabía que Minho no se fiaba de ninguno, ni siquiera de Teresa, pero sabía que no le iban a hacer daño. No tenían porqué.

—Lleven a Dylan a su habitación, Chuck y yo iremos a la sala 12 —contesté, el castaño me miró de mala manera por lo que había dicho y apretó los labios.

Sabía que me estaba ganando el que me odie. Pero si no está en la habitación, podrían hacerle daño. Al fin y al cabo es un niño. No puede estar por las instalaciones todo el día.

3. Una niña en la cuidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora