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Hyunjin estaba en su cuarto, después de clases quería ir con Minho pero este tenía planes con el hermano de Jisung así que no hubo otra opción que ir a su casa.

Veía aburrido sus redes sociales, vio una foto en en la cuenta de Felix, una foto del día que jugaron y el perdió por ver esa sonrisa que lo bloqueó del menor.

Involuntariamente una sonrisa se cruzó por sus labios, ese día había empezado una nueva vida para él, recuerda como lo acusaron de ser tonto y como defendió a su amigo teniendo un tamaño miniatura.

Fue al número del menor y empezó a escribirle, hoy no tenía nada que hacer así que podría salir un momento con él o por lo menos conversar un poco, al final decidió llamarlo.

...

Aquel peli-negro lo sacó de la tienda a la fuerza, algunas personas vieron la escena pero no hicieron nada.

"En vida ajena nadie se mete"

Mientras lo llevaba a otro lugar mencionaba algo sobre lo mucho esta harto de Hyunjin, y que quería golpearlo pero como todo un problemático necesitaba una excusa y que mejor...

El peli-negro vio como Hyunjin cargaba en su espalda al menor y este reía con diversión incluso dejando un beso en la mejilla.

- Así que se deja DOMINAR por el enano, hasta que era hora de encontrar tu debilidad Hwang - sonrió y siguió su camino.

- Quiero que le cuentes todo lo que te haré, ahora cierra la boca - entraron en un callejón no muy lejos de la tienda, ahí empezó a besarlo con desesperación.

- S-Sueltame - empezó a forsegiar y al no obtener lo que queria lloró - s-sueltame - sus manos golpeaban con fuerza el pecho del muchacho, sintiendo sus lagrimas saladas hundirse en medio de su beso.

Su bolsillo empezó a vibrar, al parecer una llamada lo quería salvar. Con un poco de dificultad logró atender la llamada, pero no pudo decir nada.

- Hola Seungmin, tienes tiempo libre hoy.

-...

- ¿Hola? - Hyunjin miró su celular confundido al no obtener respuesta, al otro lado de la linea se escuchó un gemido y sus ojos se agrandaron - ¿Seungmin?.

- S-sueltame, ayu... -sus palabras quedaron a medias cuando nuevamente los labios hambrientos lo atacaron, sus manos apretando con fuerza su cintura.

Hyunjin de un salto salió de su cama, ¿acaso escuchó mal? tenía que verlo inmediatamente, se colocó sus zapatos, un sueter y salió de su casa tomando prestado un carro de su padre, aún manteniendo la llamada.

Trató de escuchar pero lo único que escuchaba era unos quejido y algunas malas palabras, su sangre herbia de la ira, talvez sus celos también estaban inundando su cabeza. Lo primero que hizo fue tratar de localizarlo.

Aquel auto iba a una velocidad muy rápida recorriendo las calles que lo llevaban a la Universidad, no perdió más el tiempo y siguió el camino por donde se supone se dirigía a la casa del menor.

Ver a Felix saliendo de una tienda con una bolsa de hielo en su mejilla lo detuvo. Salió del auto rápidamente intersectando al peli-azul.

- ¿Dónde est... - el de pecas ignoró lo dicho y habló primero.

- U-uno de tus amigos, vino y me golpeo y-y se llevo a S-seungmin... ayudame a encontrarlo ...- sin acabar de contar el rubio lo subió al auto y empezó a buscarlo.

Hace unos minutos la llamada se cortó.

Un perro estaba ladrando con ferocidad a un callejón, algo en su corazón sé apretó y freno ahí, al bajar, Felix solo lo observó pero después bajó junto a él.

El corazón de Felix se apretó en ira al ver a su amigo, se veía más pequeño en comparación al otro, era como ver a un cachorrito ser acorralado por un león.

León que en segundos estuvo en el suelo, alguien con más coraje y más lealtad atacó.

Hyunjin impacto un golpe en la sien del peli-negro haciendo que caiga enseguida, se subió sobre el chico y empezó a repartir golpes.

Mientras tanto Felix corrió inmediatamente con su amigo que lloraba sin consuelo, y lo abrazó alejandolo lo que más pudo del lugar.

- Lo siento, no pude hacer nada - acarició su mejilla - Minnie mi niño - empezó a llorar el australiano en su hombro.

- Y-ya estoy bien g-gracias - Lo abrazó más escondiendo su rostro en su cuello, ellos se necesitaban mutuamente para sentirse mejor.

Un grito los trajo de nuevo a la realidad, varias personas empezaban a reunirse, algunas grababan y otras hacían
llamadas a la policía.

En aquel callejón un gran charco se sangre se formó y las paredes con salpicaduras de esta, Hyunjin estaba perdiendo los estribos, solo repartía golpes sin pensar en las consecuencias, ignorando los murmullos de la gente, ignorando la inconsciencia del agresor.

- ASÍ QUE LO HICISTE POR MI - un golpe mas, podía sentir como algunos huesos se rompían con el impacto - DEJA DE JODER.

-Los vi, ahora se cual es tu punto débil Hwang, se que me odias y yo igual, solo necesitaba una excusa para provocarte y enseñarte quien es el mejor - le había dicho, pero con un par de golpes ya estaba inconciente.

- Hyunjin l-la policía viene, v-vamonos - sus puños quedaron en el aire, esa voz tan conocida lo detuvo, vio toda la escena y por un minuto no sé reconoció - vámonos hyung - la voz asustada de Seungmin lo hizo voltear a ver, aquellos ojos se critalizaban con cada segundo que pasaba, tragó en seco y siguió al menor, entraron al auto y se marcharon, escuchando a lo lejos una sirena.

- C-crees que este m-muerto - preguntó Felix desde los asientos de atras.

- No lo sé- dijo Hyunjin mientras entraba a un estacionamiento subterráneo y frenó.

- No lo mataste verdad hyung- la mirada preocupada del peli-rojo lo asustó, él no era un asesino, él no era como su padre.

-... ven - estiró sus brazos llamándolo en un abrazo, el también necesitaba tranquilizarse.

- Estas lleno de sangre hyung - y efectivamente cuando vio sus prendas su saco sus manos y una parte de su pantalón estaban manchados.

- Lo siento - salió del auto y fue a la parte de atras sacando de ahi su suéter y una botella de agua con la que se limpió las manos y parte del rostro.

A traves del espejo se podía observar como el dorso levemente bronceado de Hyunjin era desnudado dejando ver aquel abdomen marcado, pectorareles no muy pronunciados pero lo suficiente para hacerse marcar, unos brazos donde se dejaban ver sus músculos trabajados y sus manos marcadas por las venas que se perdía en sus brazos, todo ese bello cuerpo fue cubierta por aquel suéter marrón.

Ingresó nuevamente al auto y volvió a hablar - ¿Ahora si? - su voz siempre sonaba tan fria pero se acostumbró a eso.

Seungmin asintió y se lanzó a los brazos del rubio, sentándose con cada pierna a sus costados, necesitaban ese abrazo, uno para calmar sus nervios y el otro para sentirse seguro.

Hyunjin acarició su espalda para después bajar a las piernas del menor y dejar caricias ahí.

Hyunjin acarició su espalda para después bajar a las piernas del menor y dejar caricias ahí

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♡ Amo a mis prófugos, lo siento♡

DOMINADO••• HYUNMIN•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora