[✐]Capítulo 24

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『Minho』



No he logrado dejar de pensar en lo que me fue dicho por Hyunjin y debo admitir que le creo por completo porque concuerda con lo que les escuché hablar hace unos días atrás cuando fui a buscar el pelirrubio. Debo admitir que también me encuentro muy confundido acerca de todo esto porque por primera vez, me interesó alguien e intenté ir más allá con él de un encuentro casual como suelo hacerlo, pero se atravesó la verdad y no pude hacer nada más que sentirme molesto y usado sin tan siquiera dejarlo explicar nada.

Me detuve frente a la puerta de la casa color blanco y cuando estaba a punto de tocar, la puerta fue abierta y me encontré con un chico.

—¿Quién eres? — me preguntó con evidente curiosidad.

—Soy Minho...

—Deberías presentarte como la causa que tiene a mi amigo sumido en la depresión— bufó tras cruzarse de brazos. —¿No lo crees?

—Necesito hablar con él— dije tras ignorar deliberadamente lo que ha dicho porque no le veo sentido alguno.

—No te dejaré que hables con él— sentenció.

—Jisung, ¿sigues aquí? — gritó Félix.

Miré hacia el castaño y le pregunté—: ¿Me dejarás pasar?

—No.

—Minho, ¿qué haces aquí? — me preguntó el pelirrubio tan pronto se posó detrás de Jisung.

—He venido a hablar contigo, pero este chico no me lo permite— respondí —¿Tienes tiempo para hablar? ¿O debería irme?

—Sí, vete— me respondió Jisung, sin embargo, Félix dijo al mismo tiempo—: Pasa.

—Félix...

—Tengo que hablar con él, Jisung. ¿Nos puedes dejar a solas?

El castaño asintió con la cabeza a modo de respuesta y antes de salir de la casa, me dijo con tono serio—: Espero que no lo vuelvas a lastimar.

Decidí ignorarlo y caminé detrás de pelirrubio hacia la sala después de que cerrara la puerta de la casa.

—Te preguntaría sobre lo que quieres hablar conmigo, pero ya lo tengo claro, sin embargo, me siento bastante nervioso en estos momentos y no sé qué decir o hacer— admitió.

—Solo dime la verdad— le pedí con tono suave. —Quiero saberlo todo.

Miré al pelirrubio que se encuentra hecho un completo desastre en estos momentos; su naricita y ojitos están rojos a causa de haber llorado, sus labios están ligeramente hinchados y quizá es porque los ha estado mordiendo para evitar hacer ruido cuando llora e inclusive, no está vistiendo a la moda como siempre lo hace pues eso ha sido intercambiado por una tierna pijama de ositos cariñositos y pantuflas a juego que le hacen ver mucho más tierno, lindo y hermoso de lo que ya es.

Hizo un tierno puchero antes de decir—: Estoy seguro que me odiarás más tan pronto te lo cuente todo.

—No lo haré si eres honesto conmigo— le aseguré.

—¿Me lo prometes? — extendió su meñique hasta a mí y agregó—: Realmente no me gustaría perderte, así que, prométeme que no me odiarás.

Tan pronto me encontré con su mirada que ha sido opacada y su sonrisa decaída, me sentí tan mal conmigo mismo.

—Te lo prometo— dije tan pronto uní mi meñique con el suyo.

—Bien. Todo comenzó cuando estaba demasiado desesperado a causa de que siempre era abandonado por mis novias en menos de una semana de relación— dijo —Decidí ir en busca de una adivina que pudiera ayudarme y resultó que estoy envuelto en mala suerte que nunca me dejará ser feliz al lado de una chica. Ella me dijo que debía encontrar a un chico que cumpliera con cada una de las especificaciones y... ¡Te encontré!

No pude evitar reírme al escuchar lo último que dijo.

—Tenía muy claro el hecho de que me acercaría a ti, te enamoraría, tendría sexo contigo y después me alejaría de ti para poder obtener el éxito deseado y estaba seguro de que lo lograría puesto que estaba haciendo todo lo que la adivina me pidió, pero no pude evitar caer enamorado de ti y eso lo complicó todo porque mi corazón me pedía que fuera honesto contigo, pero mi cabeza me decía que debía seguir hasta poder finalizar esa pésima racha de mi mala suerte— hizo una corta pausa —Sé que no debía de haber hecho nada de eso, pero debo ser honesto contigo y gracias a la adivina, pude conocerte y me acerqué a ti.

—Félix...

—Me gustas, Minho. En verdad me gustas mucho— aseguró —Sé que no debería pedir esto después lo sucedido, pero... ¿podrías darme otra oportunidad? Esta vez no habrá mentiras de por medio.

No pude evitar sentirme demasiado feliz al escucharlo decir que le gusto en verdad, pero necesito dejarle claras algunas cosas—: Félix, yo...

𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴 🦋 𝓶𝓲𝓷𝓵𝓲𝔁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora