𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴 🦋 𝓶𝓲𝓷𝓵𝓲𝔁

[✐]Capítulo 25

『Félix』

No pude evitar sentirme bastante nervioso puesto que Minho podría enviarme directamente a la popó y tiene todo el derecho, así que, si eso llegase a suceder, no dudaré en aceptarlo puesto que ya le hice mucho daño y me merezco esto y más.

—Entiendo que no desees darme otra oportunidad, Minho— aseguré.

—¿Quién dijo eso? Ni siquiera he dicho lo que realmente quiero.

—¿Entonces...?

—También me gustas, Félix. Y me gustas demasiado como nunca antes me había gustado alguna otra persona— me aseguró —Sería un completo estúpido si ignorara a mi corazón que me pide darnos otra oportunidad. Realmente quiero intentarlo y esta vez, quiero que seamos honestos.

—Sí, seré honesto siempre. Te prometo que te mostraré mi verdadera personalidad.

—Me gustaría eso.

Sin pensarlo dos veces, me levanté del sillón y caminé hasta él para tomar asiento a su lado ya que deseo estar muy cerca de él. Minho sonrió al entender lo que estoy pidiendo en silencio puesto que estoy muriendo de vergüenza.

—Puedes hacerlo, no tengo problema con ello— me aseguró, así que, tomé asiento sobre sus muslos tras sonreír abiertamente y decidí unir nuestros labios en un tierno beso que fue bien recibido por el pelinaranja.

—Me gustas demasiado y no me canso de repetirlo— dije tan pronto finalicé con el beso.

—Eres muy hermoso, ¿lo sabias?

—Me hace sentir más feliz el que tú me lo digas.

Minho soltó una risita y me enamoré mucho más de él.

—Entonces... ¿si te gustaría ser mi novio?

—¡Por supuesto que sí! — chillé a causa de la emoción.

—Recuerda que eres mío y de nadie más— dijo mientras palpaba descaradamente mi trasero y eso me hizo sentirme tan hambriento, pero las cosas deben ir despacio ahora que decidimos ir en serio.

No me gustaría que se presentaran malos entendidos de nuevo porque realmente quiero estar al lado de Minho ya que es una persona muy atractiva, honesta, directa, hermosa... y no terminaría de describirlo y eso que no lo conozco demasiado.

—Sí...

—¿Sí qué? — enarcó la ceja mientras esperaba por mi respuesta.

—Sí, soy tuyo. ¿Feliz?

—Por supuesto— se rio.

Minho unió nuestros labios en un suave beso que me hizo sentir muy seguro.

Está es una gran oportunidad para disfrutar al máximo la relación que tendré al lado de una persona que realmente está interesado en mí. Anteriormente había salido con diferentes chicas mientras estaba en busca del verdadero amor, sin embargo, no me sentía del todo seguro con ellas, pero con Minho las cosas son muy diferentes y espero que nuestra relación sea maravillosa.

—Por cierto, ¿quién es el chico gruñón que no quería dejarme verte? — me preguntó Minho después de finalizar con nuestra sesión de tiernos besos.

—Es un amigo. Hannie es bastante protector.

—¿Cómo es que acabé como el malo del cuento? — preguntó tras soltar una risita.

—Todavía no le contaba todo— confesé —La única persona que lo sabía es Hyunjin y supongo que él hablo contigo, ¿cierto?

—Es cierto— respondió —Debo admitir que los escuché hablando cuando te fui a buscar al edificio de ingeniería y me dejé llevar por el sentimiento que me generó la traición a la que fui sometido.

—¿Por eso aceptaste tener sexo conmigo?

—Sí. Estaba convencido de que era lo único que querías de mí y sé que debí hablar contigo antes de ir más allá...

—A mí me gustó haber estado contigo en esa ocasión— admití —Y lo repetiría miles de veces, pero por ahora deseo que nuestra relación no se vea apresurada porque quiero disfrutar cada segundo que pasaré contigo.

—Eres demasiado tierno, bebé— me dijo Minho mientras pellizcaba suavemente mi nariz.

—Soy la mejor persona que tendrás como pareja en toda tu vida— le aseguré.

—No tengo duda sobre ello.

A pesar de haber iniciado con todo esto gracias a lo que me dijo la adivina, no puedo sentirme arrepentido ni siquiera un poco de haber conocido a Minho porque me parece una maravilla de persona y es una gran oportunidad para amar y ser amado como me merezco. Además, estoy plenamente convencido de que ya no seré nunca más el chico con mala suerte en el amor que debió acudir con una adivina y que ya nunca más será necesario.