No digas que no a una proposición así.
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Aisha
Mi boca se queda abierta y Eli ríe a carcajadas.
¿Mi suegra? Acaso Theo enloqueció.
Admito que no me desagrada tanto la idea, pero aun así me resulta rara.
Me recuperé de la sorpresa y miré a Theo con una sonrisa.
—Ya conociste a tu suegra, es justo que yo también conozca a la mía.
Ahora es él quien me mira asombrado.
—Entonces vamos. —entrelaza nuestras manos y me lleva con él.
El camino hasta la habitación de Scarlett se me hace corto. No quiero separarme de él. No quiero soltar su mano. No quiero.
Eli nos mira antes de entrar.
—¿Quieren que entre yo también? Como ya hablé con ella.
—Claro que quiero que entres tía, ¿qué pregunta es esa?
—Es que tienes que presentarle a Aisha y no quiero hacerlos sentir incomodos.
—No, Eli —ambos se sorprenden por mi voz—. Claro que queremos que entres con nosotros.
Me sentiría más incómoda si ella no estuviera.
—Entonces, voy a entrar. No me quiero perder cuando Theo te presente.
Con una pequeña risa se acerca a la puerta de la habitación y la abre sin darme tiempo a prepararme.
Theo me suelta la mano. Un vacío se siente dentro de mí cuando lo veo alejarse, pero el malestar se me pasa cuando lo veo acercarse a Scarlett con los ojos llorosos.
—Oh, Theo. —escucho la voz se Scarlett romperse.
Como Theo está abrazándola su espalda no me permite ver su rostro.
—Hola mami —veo como una mano se desliza desde la cara de Theo hasta su oreja y la jala—. ¡Ah, mamá!
—Eso te pasa por venir tan rápido. Dejaste el trabajo a medias ¡Theodore Oliveira que te he dicho de dejar el trabajo para venir a verme!
—¿Theodore? —la pregunta sale de mis labios, pero no es escuchada.
—¡Pero te habías desmayado!
—Ya lo dijiste, me desmayé, no me morí. No puedes dejar un trabajo a medias.
—Mamá no digas eso. —se queja Theo ¿O Theodore?
Se separa del agarre de Scarlett y la mira a los ojos.
—Oh, mi bebé está llorando —lo abraza y entonces su mirada choca con la mía—. ¿Theo?
—Ummm. —balbucea Theo aún en el abrazo.
—¿Secuestraste a una chica porque pensaste que me iba a morir y querías cumplir mi sueño de verte casado?
Theo se separa de sus brazos y ve la dirección de la mirada de Scarlett.
—¿Qué? ¡No! Ella vino solita, porque quiso.
—¿Quién es esa chica?
Theo camina hacia mi sin responderle, cuando está cerca estira su mano y yo la tomo. Nuestros dedos se entrelazan. Camina de regreso mientras nuestras manos permanecen unidas.
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Seis meses para decir no
RomanceElla se acostó con un tipo una noche y ahora él es el organizador de su boda por conveniencia. *** Aisha siempre fue una soñadora. Añoraba tener una historia de amor como la que leía en sus libros. Pero tuvo que afrontar la cruel realidad. ¿Qué pue...