No olvides quien de verdad está a tu lado.
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Aisha
Mi boca se abrió sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. Me habían dado una plaza en la universidad de diseño y si no me casaba no podría obtenerla.
Miré a mis padres con una mueca de disgusto antes de negar y salir corriendo de ahí.
Subí las escaleras, corrí hasta mi habitación, abrí la computadora, una notificación denotaba sobre el correo, hice clic en ella y esperé que se actualizara para encontrar un correo de la universidad.
Estimada Srta. Stuart:
Nos complace anunciarle que ha sido elegida entre 1000 estudiantes, para que forme parte de nuestra institución, específicamente en el área de diseño textil o diseño de modas.
Como comprenderá nuestra escuela da plazas exclusivas, por lo que le pido que nos dé una respuesta en cuanto a su ingreso, si no va a adquirir la plaza notifícanos para dársela otro estudiante.
Le recuerdo que en 3 meses comienza el semestre tiene hasta ese tiempo para darnos una respuesta. Espero que tome la decisión correcta y se una nuestra institución.
Le reenviaré este correo a su padre, para agradécele la generosa donación hacia nuestra institución.
Sin más que decir me despido, espero saber pronto de usted. Extiendo mis saludos hasta su padre.
Dr. Jones, Decano de la Universidad de diseño textil de América.
Termino de leer el correo con lágrimas en los ojos de la impotencia. Plazas, decisiones, acaso no puede pasarme algo sin que tenga que elegir.
Cuando creía que mis padres no podían ser más crueles, se superan.
Si eligiera perseguir mi sueño, sería infeliz toda mi vida. Y si eligiera mi felicidad tendría que decirle adiós a mi sueño, porque papá sería capaz de comprar a todos los decanos de las universidades de diseño del mundo para que yo no pudiera hacer nada sin su ayuda.
Cansada de todas las cosas que estaban ocurriendo me levanté de mi cama y corrí escalera abajo mientras me secaba las lágrimas del rostro.
Mire una vez más al despacho de papá antes de salir de ahí.
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—Hola. —saludó Abby llegando antes de ver nuestros rostros serios— ¿Qué pasó? ¿Por qué las caras largas?
—Aisha tiene algo que contarnos. —le explicó Jack ansioso, aunque él ya sabía parte de la historia.
Asentí.
Después de salir de la casa decidí venir a nuestra cafetería favorita, uno de los únicos lugares que me hacen sentir paz, luego le envié un mensaje a Jack y Abby, quería conversar con alguien y desahogarme, necesitaba a mis amigos.
—¿Y...? ¿De qué se trata? —cuestionó Abby ávida de saber.
—Mejor pide algo antes.
Ella aceptó mi opción, y cuando todos estábamos con nuestras bebidas favoritas solté sin anestesia:
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Seis meses para decir no
RomanceElla se acostó con un tipo una noche y ahora él es el organizador de su boda por conveniencia. *** Aisha siempre fue una soñadora. Añoraba tener una historia de amor como la que leía en sus libros. Pero tuvo que afrontar la cruel realidad. ¿Qué pue...