No dejes que tu corazón deje de latir antes de cumplir tus sueños.
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Aisha
La vida da tantas vueltas que cuando llegamos al final estamos mareados y no entendemos lo que pasa a nuestro alrededor.
Por más que miramos las imágenes en movimiento frente a nosotros nos dan a entender que es nuestro final, aunque no lo queramos tenemos que partir, pero aun cuando lo admites, el dolor por dejar a tus familiares queridos permanece hasta tu último aliento.
Por otra parte, los que estamos fuera de ese bucle de imágenes borrosas nos encontramos en un calidoscopio de emociones, que nos lleva a lo mismo, el dolor.
—No. —musita Theo en una voz apenas audible.
Está congelado en su lugar mirando fijamente a la nada, cuando la multitud de médicos terminan de pasar hacia la habitación Theo fija su mirada en la mía.
—Theo...
La pregunta que iba a hacer queda implícita entre ambos, él comienza a caminar en dirección a la habitación con la mirada perdida. Pasamos sobre los restos del desayuno que Theo dejó caer por la noticia.
Theo sigue el camino en silencio y la preocupación me invade cada vez más. Cuando llegamos a la habitación de Scarlett nos encontramos a Eli, su rostro está lleno de lágrimas, camina de un lado a otro con la mano en la boca intentando contener las lágrimas.
—Eli... —susurro llamando su atención porque Theo permanece callado.
Eli se detiene y fija su mirada en nosotros, baja su mano y sus labios tiemblan.
—Theo... —Eli se tira a los brazos de Theo sollozando.
Theo sigue mirando a la nada perdido y callado, mientras Eli sigue en abrazándolo desconsolada.
Esta situación se siente como una película de terror, donde con cada paso que des te acercas cada vez más a ese final inesperado, peligroso y sobre todo con mucho dolor.
Eli se separa de Theo y lo mira a los ojos con estos llenos de lágrimas.
Theo sigue con la mirada perdida.
—Theo... —solloza Eli mirándolo, pero Theo reacciona caminando y sentándose en una silla.
Baja la mirada, centrándola en el suelo.
—Eli —llamo su atención—, ¿qué pasó?
Eli me mira afligida.
—Y...yo estaba... en.... habitación.... y... —los sollozos de Eli no me dejan entender nada de lo que está hablando.
—Shhh, tranquila. —la atraigo a mis brazos sujetándola contra mí.
Eli llora contra mi pecho por unos minutos, mientras Theo sigue en el mismo lugar. La preocupación me invade ¿qué le ocurre?
Eli se separa con su pecho moviéndose con rapidez por los sollozos.
Camino hasta un dispensador de agua y traigo y un vasito para ella, espero con calma que se lo termine.
—¿Estás mejor?
Asiente respirando con menos rapidez que antes.
—Sí, gracias Aisha.
Le doy una sonrisa de labios cerrados, para tranquilizarla, mientras mi mirada se desplaza hasta donde está Theo, quien no se ha movido ni un centímetro desde que se sentó. Su mirada sigue en el suelo, evitando que pueda ver su rostro.
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Seis meses para decir no
Storie d'amoreElla se acostó con un tipo una noche y ahora él es el organizador de su boda por conveniencia. *** Aisha siempre fue una soñadora. Añoraba tener una historia de amor como la que leía en sus libros. Pero tuvo que afrontar la cruel realidad. ¿Qué pue...