Un Lugar En Dónde Tú Y Yo Podamos Respirar. [+18]

Capítulo 4| Memorias.

•🧡🧡🧡•

Aren.

Y allí estaba ella nuevamente...

Toda mi atención recayó en verla de nuevo y sentir esa ¿irritación? por tenerla cerca.

Odiaba lo mucho que me hacía acordar a Grace y ese sentimiento no se iba por más que quisiera con todas mis fuerzas.

Ella era peligrosa para mí y lo sabía.

Estas últimas semanas estuve evitando cruzarmela y lo logré..., o por lo menos hasta ahora lo hice.

Encontrarme con sus ojos verdes y ese cabello rojizo me devuelve al punto en donde la conocí. Aquella equivocación mía me hizo conocerla y odiarla en partes iguales, ella no tenía la culpa de nada, sin embargo estaba allí, con su sola existencia removia cosas que no quería que volvieran de nuevo.

Su mirada era de pura confusión y sorpresa. No podía estar en ese ascensor con ella, así que me inventé lo de las escaleras y salí sin decir nada más.

Grave error.

No sabía que Skaylar me iba a seguir hacia lobby del edificio minutos después.

-¡Hey! ¿Puedes dejar de andar? Tengo piernas cortas... - habló con la voz agitada.

Me quedé quieto en mi sitio, aún dándole la espalda, e internamente me arrepentí de haber tocado el botón de ese maldito ascensor, no obstante ya no había vuelta atrás debía alejarla de mí.

Apreté mis puños y me di vuelta.

-¿Qué es lo que quieres? - digo de mala manera. Tenía que hacerlo...

Skaylar toma mis palabras con asombro, pero después logra disfrazarlo e ignorar mi tonito hacia ella.

-¿Por qué me evitas?

-Yo no te evito. - respondo secamente.

-Si lo haces.

-No, no lo hago.

-Pues parece que si, porque no tenía idea de que vivieras aquí. - se cruza de brazos, molesta.

-Bueno ahora lo sabes, adiós. -giro sobre mis talones, pero escucho de nuevo su voz.

-¿Eso es todo? - logro oír aquello con desilusión de su parte.

-¿Qué es lo que quieres?

Ella se muerde el labio nerviosa y no puedo evitar mirar hacia ese sector.

-N-no, no lo sé..., pensé que podíamos ser amigos, ya que vivimos en el mismo edificio.

-Jamás podríamos ser amigos tú y yo...- porque aunque quisiera yo no podría verte así. Eso es lo que le hubiese dicho, pero si la quería lejos era mejor que se quedara con lo primero que dije.

Con eso último me di vuelta sin mirarla y salí del edificio enojado conmigo mismo, porque si, podría ser un idiota con todas las personas que me rodeaban; incluso con mis padres, pero con aquella chica me sentía culpable.

No podía volver atrás.

Estaba decidido a no tenerla cerca y hacer hasta lo imposible por hacer que me odié.

Caminé las últimas cuadras que me quedaban hasta el lugar de entrenamiento, mientras mi cabeza no dejaba de pensar en esa chica pelirroja, ¿Desde cuándo conocer a alguien por error se volvió algo tan difícil? Es totalmente absurdo e ilógico lo que me está pasando.