Capítulo 19| El Rencor.

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•🧡🧡🧡•

Skaylar

Estaba en la antigua habitación de Aren.

Me encontraba acostada entre las sábanas blancas de su cama, mientras miraba todo al mi alrededor, no es que no lo haya hecho ya, porque lo hice apenas entré, pero cómo no puedo conciliar el sueño, prefiero mirar las cuatro paredes repletas de posters de boxeadores y los otros carteles de sus bandas favoritas, que hay colgadas en distintas partes de su habitación, en dónde un mini Aren pasaba su tiempo.

Si que ama el boxeo.

Se me hacía muy íntimo ocupar su lugar, no obstante a él no pareció molestarle allá abajo, cuándo su madre ofreció que yo durmiera aquí, aún sabiendo que me daba igual dormir en cualquier lugar de su casa.

Por dónde miraba encontraba pequeñas cosas de él que me sorprendían y otras que no tanto, los trofeos de boxeo, por ejemplo; estaban apilados en los estantes ocupando la mayoría del espacio, sin embargo me gustaba que su madre aún conservará su cuarto, cómo si él nunca se hubiera ido del todo de su hogar.

Es muy dulce de su parte.

Aún habían muchas cosas que no comprendía de Aren, habían cosas inconclusas de él que no podía entender todavia, incluso estando en su espacio, parecía que no me era suficiente, ya que tanto cómo su comportamiento extraño y cambiante, cómo su relación con sus padres, o el motivo de esa pelea con ese sujeto hoy, me hace pensar todo el tiempo, porque me da la impresión de que al final sólo estoy conociendo lo que él quiere que conozca...

Espero que no sea así.

En estas pocas horas que estuve compartiendo con sus padres y él, noté el cariño que se tienen el uno al otro, casi sentí envidia por su pequeña, pero acogedora familia, porque me hacia pensar en los míos, en mis padres, en que los tengo lejos y que hace bastante que no se nada de ninguno de ellos...

No hay una noche desde que me mudé, en dónde no marque sus números y no me atreva a llamarlos...

La culpa se aremolinaba en mí estómago, al recodar todo lo que les dije antes de huir de casa y dejarlos sin ningún tipo de explicación; no es cómo si pudiera decirles mucho mí motivo de mi abrupta huida, pero todo lo que hacía, o mejor dicho hice, es para protegerlos. Siempre.

No soportaría ver la decepción en sus rostros, ni mucho menos la tristeza y pena al descubrir que su hija menor sufría violencia de género por su ex novio, al cual ellos consideran como un hijo más y un candidato para tener un futuro prometedor al lado de él. La sólo idea tener que pensar una vida juntos, cómo antes, me hace querer vomitar del asco y repugnancia que me provoca su mera existencia.

Ya había lidiado con las pocas personas que sabían de mi situación en mi antigua ciudad, había lidiado con esas miradas de pena y condescendencia que me daban, y cuándo le dije a Aren de estaba cansada de que miraran como si estuviera rota, iba en serio, muy en serio, sólo quiero borrar esas marcas y ser feliz después de meses y meses de estar aguantando el infierno con Archer.

No me lo merecía.

Yo no hice nada malo. ¿Cierto?

Él me golpeaba... y yo...

Las llamadas seguían y seguían con más frecuencia de lo habitual y el muy imbécil no paraba en recordarme de que existía todavía, obvio que no atendía a ninguna, pero ya me estaba cansando de bloquear todos los malditos números que usa para llamarme.

Un Lugar En Dónde Tú Y Yo Podamos Respirar. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora