Capítulo 18| Pequeñas Cosas.

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•🧡🧡🧡•

Aren

Llamar a mis padres es lo último que quería hacer estando de nuevo en la ciudad.

Maldito auto.

Hubiese evitado tener que verlos y todo el drama que cargan cada vez que ven a su único hijo, sin embargo son la única ayuda, mejor dicho opción, que puedo considerar a estas altas horas de la noche, ya que conseguir un mecánico a estas horas sería imposible.

Sólo espero que no monten semejante espectáculo en frente de Skaylar, no necesito otro motivo para querer tomarla de las manos y sacarla de las garras de mis padres, con las típicas miraditas y preguntas indecorosas sobre un nosotros juntos.

Hablando de Skaylar desde que le comenté que llamaría a mis padres, sólo asintió con la cabeza y volvió al auto, no sin antes echarme una miradita rápida a mi torso desnudo, que aún seguía estando si mi camiseta puesta, lo cierto es que no me importaba que me mirara, en más quería que lo hiciera para ponerla nerviosa como antes.

Aún sigo procesando el guiño de la señora.

Con mi mano libre me limpio el exceso de sudoración que me recorre la frente, mientras que cierro la tapa del capó del auto, segundos después me planteo si ponerme la camiseta o no. Opto por la segunda opción, sólo para molestar a la pelirroja, luego me la pondría, antes de que vengan mis benditos padres al rescate y me den el sermón de mi vida por no visitarlos tan seguido.

Lo único que agradecía es que mi padre sea un mecánico y un sabelotodo sobre todo lo que conlleva reparar un auto, o cualquier tipo de máquina que tenga ruedas. Desde pequeño me enseñó su oficio, pero claro, yo a mi temprana edad sólo tenía en mente el boxeo profesional y nada más. Mi mundo es la lucha, es el ring, es ese gimnasio en dónde entreno, es sentir esa adrenalina cada vez que compito y es poder ganar claro.

Sólo existe el boxeo y yo.

Un pequeño recuerdo me viene a la mente cada vez que me acuerdo de mi infancia, aparecen las noches de películas con Grace y Adam, la primera vez que mis padres me regalaron mis primeros guantes de boxeo, o aquella vez que me un mini Aren y un mini Adam, pelearon por quien tenía el guante más cool para boxear y una niña de cabello castaño con trenzas, Grace, nos separó a los dos tirandonos de las orejas.

Eran buenos tiempos y ahora sólo lo sentía lejano.

Me acuerdo de mi mejor amigo y estoy seguro de que se está conteniendo un montón para no volver a llamarme, de hecho tendría que llamarlo y avisarle que surgió un problema con el auto de Margaret.

Busco su número y le marco para llamarlo, no pasa ni dos tonos que ya escucho de nuevo la voz de Adam al otro lado de la línea.

-Dime que ya están por llegar, por favor. - la súplica en su voz, apenas atiendo me hace pensar que de en verdad la chica lo está haciendo sufrir.

¿Qué tipo de amistades tiene Skaylar, cómo tener a una amiga que asusta a un tipo cómo Adam? Debería decir que me sorprende gratamente, no veo la hora de estar en el departamento y ver lo que le provoca la desconocida a mi mejor amigo.

-Lamento decirte que no. - le informo, con calma. -No hemos salido todavía, sé nos ha descompuso el auto y ahora estoy esperando a que mis padres vengan a darnos una mano.

Un Lugar En Dónde Tú Y Yo Podamos Respirar. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora