Battery Place, Nueva York, Estados Unidos.
Condominio Crown.
La madrugada del próximo día...
Kenna Mcoy.
Las palabras de Emett y Lorelay aún siguen calando más a fondo cada vez que me descuido.
No me gustaría pasar unos días dentro de sus vidas. La manera en la que hablan de mí, de frente y a mi espalda, me deprime tanto que a veces me gustaría detener el mundo y darme de baja. Nadie, ninguna criatura en este mundo, tiene que sentirse así por culpa de sus padres, ni el peor hijo.
Cada vez que me gustaba algo, para ellos siempre existía una disconformidad al respecto. Cada vez que en mi vida resaltaba una ilusión, para ellos siempre estaba mal, menos lo que querían. Si hablaba y decía algo, siempre había un pero, un malestar, una molestia, alguna cosa que los hiciera soltar las palabras más crueles para un niño. Y lo peor es que lo hacían de manera pasiva.
No sé qué pensaban que estaban logrando con esa actitud. Lo único que estaban haciendo era alejarme más y más del anhelo que tenía mi corazón. En ningún momento se preguntaron qué era lo que yo realmente quería hacer en esta vida porque siempre me han visto como alguien que necesita "un empujón", consejos, ayuda, cuando lo único que necesitaba era un apoyo sin cuestiones, un "vamos a hacerlo sin importar el qué".
Creo que siempre estaré entre lo que yo creo correcto, y lo que mis padres creen correcto. Lo que yo quiero ser, y lo que mis padres quieren que yo sea. Vivir en el entre solo será posible si me acostumbro a sus ideas y ejecuto las mías. No hay más allá.
Tanto que les preocupa lo que la gente dice de mi en las redes sociales con respecto a mi relación con Jeremiah, y no se dan cuenta que eso es solo una excusa para culparme de todo lo que vaya mal por culpa de sus decisiones.
Mucho tiempo tuvo que pasar para que las personas se dieran cuenta de nuestra dinámica familiar. Para estar constantemente en el ojo público, los programas de chismes se habían tardado mucho en crear polémica por algo que solo tiene que permanecer entre nosotros, pero conociendo a mis padres, es un simple juego de relaciones publicas para hacerse la victima después y decir que ellos nunca serían como los pintan.
Que desgracia.
Y pensar que Jeremiah se acercó a mi buscando un escape que yo también trataba de ejecutar.
Suspiro profundamente tratando de concentrarme en lo que estoy haciendo en la página de alquileres de departamentos y no en la sensación que el nombre del beisbolista deja en mí al pensarlo por un segundo.
Lo estoy evitando. Si, lo acepto. Se supone que tengo que pensar como sanar esta herida tan profunda que han dejado mis padres en mí, y lo único que mi cabeza comprende es "tenemos más espacio para pensar en él"
No ha parado de escribirme desde hace una semana y yo no he parado de responderle con monosílabos como si me hubiese hecho algo malo. La razón de mi acidez con él es mi culpa, porque en pocos días me di cuenta de que estoy enamorada de Jeremiah Creek y que los sentimientos no bajarán una vez lo vea y actúe con normalidad, lo contrario, crecerán, y no quiero perder el control.
Esa es la segunda razón por la cual estoy irritada.
No puedo quererlo como lo deseo, no con tantas heridas abiertas en mi pecho. Su corazón es tan noble, su personalidad tan respetuosa y todo él es tan... No sé si estoy perdida o me he encontrado, y es su culpa, porque al momento en el que me hizo esa pregunta en el estacionamiento mi respuesta iba a ser muy diferente a la que estaba pensando y no quería que se alejara más de mí por eso. Por el peso de mi amor. Por el peso de un "te quiero".
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Tercera Base. ©
RomanceCuando el deseo es muy fuerte, renunciar a todo lo que te aleja de él es la primera opción. Sin embargo, para Kenna y Jeremiah es un poco distinto, ya que ambos primero les gustaría resolver todo lo que les impide disfrutar de ellos mismos. El cami...