diez.

1.5K 165 27
                                    

«Izuku»

-Hey, ¿cómo están?

Denki me da una sonrisa cansada, acostado sobre su cama, ojitos totalmente exhaustos. -Estoy bien, Izuku. ¿Y tú?

-Bien bien -murmuro de vuelta, cerrando la puerta de su pequeño cuarto, caminando para con él, sentándome a su lado, tentando la temperatura de su frente-. ¿Cómo sigues? ¿Nada de dolores?

Niega con la cabeza -No, me siento bien. Este condenado mocoso parece que quiere quedarse allí para siempre.

Suelto una risilla, sirvo un poco más de té en su taza, acomodo las sábanas a su alrededor también. -¿Crees de verdad que hoy no entrarás en labor?

Niega con la cabeza de inmediato. -No, no parece. ¿Por? Tienes cosas que hacer, ¿verdad? Te he estado quitando tanto tiempo...

-No, Denki, qué dices. Estar al pendiente de ti y de mi ahijado es lo menos que puedo hacer, así que quita esa cara, ¿ah? Que luego ese bebé menos va a querer salir.

Sonríe, su carita tan bonita y a la vez tan cansada. -Ok, ok, me voy a relajar. Pero.., solo si tú continuas con lo que tienes que hacer. ¿Fuiste ya al pueblo por lo que necesitas?

Hago una mueca, negando con la cabeza. -Aún no.

-¿Por?

-No me apetece mucho hablar con Bakugo..,

-Yo creo que deberías aprovechar su buen humor, Izuku. El Rey no siempre es así, ¿sabes?

Bajo la cabeza, pensando seriamente sobre ello una vez más.

Por todas estas semanas, Bakugo no ha hecho más que complacerme en todo, casi hasta en lo que pienso. Si en una sola pregunta que hace le digo que estoy cansado, de inmediato manda a que acomoden mi cama. Si como y digo que algo está muy dulce, ordena a que hagan algo nuevo que me apetezca más. Si siquiera tiemblo por medio segundo de frío, de inmediato me da su capa.

No hablamos mucho, casi nada, y no sé si sea porque no le apetece o porque no sabe exactamente qué decir cuando está conmigo. Yo no hablo con él a menos que sea una pregunta que necesite mi respuesta, por gusto no tengo conversaciones con él. Es toda la comunicación que tenemos, y parece que eso.., es lo que ellos le llaman el que esté "de buen humor".

No sé qué se trame, qué piense o cuáles sean sus intenciones, pero la verdad es que tampoco me importan. Lo que haga o no me da lo mismo.

-¿Y si entras en labor de parto? -le digo, sobando su pancita.

-Nah, no creo -murmura, negando con la cabeza, pareciendo que necesita una siesta más-. No te preocupes tanto por nosotros, estaremos bien. Ve, ocúpate de lo tuyo, ¿ok? No pasa nada.

Muerdo mi labio, veo sus ojos, intentando asegurarme que lo que dice son más hechos que promesas.

Suspiro, recapitulo mis cosas y mis avances y, así, suspiro. -Ok -susurro, acercándome a darle un besito en la cabeza-. Iré a decírselo a él y te prometo que será un viaje rápido, ¿ok? Vendré a checarte tan pronto llegue.

Él asiente, cerrando sus ojitos, listo para un merecido descanso.

Así, salgo en el silencio de su alcoba, yendo rápido para la biblioteca a checar mis apuntes, hacer un listado de lo que necesito e ir de una vez por todo aquello que creo será lo que me falta para comenzar a crear mi cura.

* * *



-¿Quién es? -pregunta Bakugo, del otro lado de su oficina.

Fated King. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora