dieciocho.

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«Mitsuki»


-Mi Señora, el Rey ha llegado.

-¿Cómo así? -digo, totalmente sorprendida, parándome de la silla de oficina de mi hijo, mirando el primer reloj a mi vista-. No se supone que llegaría hasta mañana.

-Perdóneme, yo.., no tengo más información para darle. ¿Desea darle algún mensaje?

Frunzo el ceño, pensándole.

-No, déjalo así, iré a recibirlo en un momento.

-Como prefiera, mi Señora -dice como último, da una pequeña reverencia y con ello, camina para la puerta.

Sin embargo, al pasar el umbral, parece haber recordado algo, diciendo así-; Oh, eh.., ahora que recuerdo.., el Rey ha llegado sin su omega. Me pareció importante que lo supiera.

Mi ceño se frunce ahora el doble, fui tomada totalmente por sorpresa. -¿Cómo que llegó sin su omega?

-Así es, mi Señora. Ha llegado en dragón y sin su omega.

-Santo Dios... -murmuro, tomando mi frente, como si de repente me doliera hasta la cabeza por el puñado de cosas llegándome allí en un solo segundo.

Veo al soldado hacer una reverencia más al no decirle nada, toma el picaporte de la puerta y, cuando está por cerrarla, detengo-; Espera. Llévame con él.

-Como ordene, majestad.

Así, los dos caminamos a paso normal, aún cuando de verdad que quiero dar zancadas tan grandes como mi confusión e intriga.

Me conduce él para el patio principal, tan pronto abre las puertas para mí, veo a mi hijo apenas entrando por otra de las puertas, todos los demás soldados aún en posición de reverencia ante una probable orden que él acaba de darles.

Le digo al soldado que iré sola a partir de aquí, caminando ahora tan apresurada como quiero para donde vi a mi hijo desaparecer.

Abro la puerta, me escabullo dentro e intento seguir el rastro de las pocas feromonas que dejó. Camino para allá, parece que simplemente fue para su habitación.

No estoy siquiera cerca cuando ya puedo escuchar todo el alboroto que está haciendo.

Está golpeando cosas, tirándolas, arruinando todo dentro de su pieza.

Definitivamente algo pasó con aquel omega, y.., aún cuando como madre quisiera resentir mi odio inmediato en él.., algo me dice que el de la culpa ha sido mi hijo.

No dejo mucho que mi cabeza piense en ello, yendo hasta allá y, tan pronto puedo, llamar a la madera con firmeza pero también algo de la educación usual.

Él no contesta, aún cuando su alboroto cesa de inmediato. Escucho su respiración descontrolada allí dentro, incluso creo que huelo un par de feromonas atravesando las paredes.

-¿Hijo? Soy yo, ¿estás bien?

Le toma un segundo responder. Sé que no puede decirme que lo está, lo estoy escuchando, lo abofetearía si me respondiera que está bien.

-¿Qué mierda quieres?

-Quiero pasar a charlar contigo, ¿qué pasó?

-No te hagas la puta loca ahora, sabes bien lo qué pasó, seguro ya te llegaron con el puto chisme de mierda.

-Pues no -digo, intentando abrir, pero ha bloqueado la puerta-. Solo sé que Izuku no vino contigo, ¿hay algo en lo que puedo ayudarte?

-No, no hay nada en lo que puedas ayudarme. Déjame en paz.

Fated King. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora