Fated King. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]

once.

«Izuku»

El dragón aterriza dentro del patio del castillo, Bakugo me suelta después de todo el viaje de regreso, saltando para estar en piso firme y alzar sus manos para ayudarme a bajar.

No dijimos ni una sola palabra más además de la poca pero emocional.., charla que tuvimos. Si puede llamarse una.

Quiero decir, no fue una discusión como tal, pero tampoco una conversación.

De hecho, nada de lo que hablamos creo que tiene un nombre como tal.

Tomo una gran respiración, le paso mi bolsa primero y él la toma, poniendo la correa sobre su hombro y volviendo a alzar sus manos para ayudarme a bajar otra vez.

Así lo hace, deja mis pies estables en el suelo y, algo indeciso sobre si hablar o no, igual termina diciendo-; ¿Quieres ir a cenar?

-Mh.., -hago, una mueca en mi cara también. Todo el ambiente se siente tan raro y tenso que la verdad no sé qué hacer luego de haber pasado todo el día junto con él-. Yo.., me gustaría ir a checar a Kaminari primero.

-Oh -hace, asintiendo-. Seguro. ¿Quieres que mande a dejar tus cosas en tu pieza o en la biblioteca?

-Eh.., -le pienso. Mientras le hago, él hace un chasquido con sus dedos, llamando con su mano también a uno de sus guardias para que se acerque.

Mm.., no sé. En mi cuarto tengo la mitad de las cosas para estudiar lo que tengo, y en la biblioteca está la otra mitad.

-En mi pieza está bien -le digo, hay más privacidad allí, en la biblioteca podría entrar alguien y chismear mis cosas-. Gracias.

-Mhjm -hace él, asintiendo al tiempo que llega el guardia, le veo darle mi bolsa y es todo para mí para dar la vuelta, sin embargo, aún le escucho decir-; A la pieza de mi omega. ¿Noticias?

-Sí, mi Rey -le dice aquel-. Me ha pedido la doctora que le solicitara la presencia de su omega a su cuarto de enfermería, al parecer un sirviente necesita sus conocimientos de partero.

-¡¿Cómo?! -espeto, girándome de inmediato-. ¿Hace cuánto?

-No mucho, su majestad -me dice-. Me parece que comenzaron sus contracciones apenas. Un par de minutos.

-Mierda...

Me echo a correr, y por alguna razón siento a Bakugo seguirme segundos después, pero yo no tengo cabeza para cuestionarle absolutamente nada. Denki y su bebé me necesitan, no hay nada más que pueda pensar ahora.

Corro tan fuerte y rápido como puedo, directo a la oficina de trabajo de la doctora del castillo, sin presentarme ni tocar al abrir las puertas y buscar inmediatamente a cualquiera de ellos.

Casi al mismo segundo que doy un paso dentro, los gritos de aquel omega me sobresaltan, apachurrando mi corazón, poniéndome en total alerta.

-¡Denki! ¡Denki, ¿dónde estás?!

-Acá -dice la voz de Bakugo llegando, olfateando, señalando y corriendo de inmediato a la dirección.

Le sigo sin siquiera pensarle, pasando las camillas, un par de cuartos y doblando un pasillo para ir directo a la pequeña habitación, abriendo, corriendo dentro.

La doctora tenía ya bien preparado la vestimenta necesaria, pasándomela y mientas me la pongo, con sus manos crea una ligera barrera de luz con magia, encerrándome a mí y a Bakugo en ella por dos segundos, informando así que nos ha sanitizado.

Aún así, corro a lavarme las manos, preguntado de inmediato cómo está el asunto. Ella dice que los dolores apenas comenzaron, el bebé está en posición ya, pero el cuerpo de Denki aún no está preparado.