«Izuku»
Dos meses.
Dos meses encerrado en este infierno.
No puedo decir que me gusta, por supuesto que no. Creo que cada día aborrezco una pared más de esta mierda de castillo.
Sin embargo.., ahora lo tolero un poquito mejor.
Y no es por absolutamente ninguna otra cosa que el tener aquella energía que tanto necesito de mi propia gama aquí conmigo, cerca, pasando juntos por cada una de nuestras propias mierdas.
De otra manera no sé qué habría sido de mí.
-¿Qué te parece este, Izuku?
Ladeo la cabeza, viendo a Kaminari sostener un vestidito encima de su cuerpo, mirándose a él mismo en el espejo. Su pancita rebota ya en toda su gloria, sin que nada ni nadie se lo oculte, con una sonrisa preciosa en esa carita ansiosa por recibir a su bebé.
No he hablado con Bakugo casi en lo absoluto, solo amarré mis bolas y mi orgullo para pedirle luego de haber conocido a este omega, que por favor lo dejara como mi sirviente personal. Nos arreglamos una mentira y al parecer ese Rey es o bastante imbécil, o no le importan una mierda sus empleados, así que tomó la historia que le dimos sobre el embarazo del rubio, dejándolo entonces como mi acompañante permanente.
-Me gusta -asiento, cautivado-. El color se ve precioso en ti.
-¿Cómo que en mí? -dice, riéndose, lanzándome la prenda-. ¿Cómo crees que yo voy a estar usando eso?
-Solo es un vestido, Kaminari, hay montones de esos aquí, llévate ese.
Él niega con la cabeza, siguiendo su tarea de doblar la ropa que yo me tengo que poner. No voy a decir que es mía, porque no la es.
-Ay no, ¿cómo crees? Si el Rey lo ve-
-Que haga lo que quiera, mereces más que la miseria que te paga.
-Izuku...
-En serio, Kaminari, no es la gran cosa -le sonrío, dejando mi tarea de ponerme algo de ropa que no sean las extravagancias que me obligan a usar aquí, sentándome con él en la cama-. Trabajas todo el día y aún con esta panzota, créeme; definitivamente mereces tener un gusto de vez en cuando.
Él me ve con ojitos húmedos, apretando sus labios para no llorar, lanzándose a abrazarme aún con esa barriga en el camino.
Suelto una risita, apretándole de regreso, comprendiendo completamente que además de que es igual de llorón que yo, estando preñado la cosa se pone tres veces más grave.
-Gracias.., -susurra, con tanta, tanta honestidad como puede.
-No es nada -susurro de vuelta, separándome, viendo por la ventana la posición del Sol-. Uh, es tarde ya, debería irme. ¿Te pusiste el ungüento que te di? ¿Cómo te sientes?
Él asiente, sobando sus piernas -Mucho, mucho mejor. Eres por largo el mejor doctor que he conocido, gracias.
Le sonrío grande, halagado por sus palabras bonitas. Desde hace unas semanas le veía tomar descansos sentado por intervalos prolongados de tiempo, tan pronto alguien le veía, él se paraba y seguía trabajando. Claramente le dolían sus piernas, tanto por su trabajo como por el embarazo. Así que dejé a un lado mi investigación sobre mi cura para la marca y le hice un par de medicamentos para todos los problemas que tenía.
Sin embargo, tengo que continuar mi cometido. Hace unos días revisé mis apuntes y descubiertos, y me di cuenta que muchas cosas que necesito no las tiene Bakugo en su jardín, así que hoy voy a amarrarme las bolas otra vez para hablarle por más de dos segundos completos.
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Fated King. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]
FanfictionUniverso alternativo (AU) omegaverse. Alfa Bakugo, Omega Izuku. "Sé que esta situación no estaba en manos de ninguno, pero es lo que es y lo que pasó. Llámale destino, llámale maldición, me importa una puta mierda, pero mejor vete hac...