¿Sentimos lo mismo?

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16 de octubre.

Irish.
Nunca había sido de tener cientos de amigos, de hecho, me cuesta bastante apegarme a la gente.
Menos con Liv. Con ella siempre había sido todo muy fácil y puede que fuera por eso que no necesitaba muchas más amistades, porque ella me lo proporciona todo.

—Entonces, ¿Qué me dices? ¿Te apuntas? —Dice antes de llevarse la cerveza a los labios y girarse a verme.

—No sé, Liv...Sabes lo que pienso sobre salir con tanta gente. —Estiro de una de las pelusas de mis calcetines de patos.

—Ya, lo sé, pero son mis amigos, Irish. —Se incorpora sobre el semimuro, que separa las casas y en el que estamos sentadas desde hacía rato. —Me trataron como una más cuando llegué, me gustaría que te conociesen. —Me mira con cara de cachorrillo abandonado.

—Mmm... ¿Vosotros que opináis? —De repente, dirijo mi mirada hacia el otro lado de mi balcón. Estaban Dylan y Jake apoyados en la barandilla, cotilleando desde hacia rato.

— ¿Qué? No....Nosotros...—Intenta justificarse Dylan con torpeza.

—Arranca, campeón. —Jake le da palmaditas en la espalda.

— ¿Cómo se puede ser tan cotillas? —Livvie se asoma por delante mia, mirándolos con recelo.

—Yo digo que vayas a la cena. —Jake cambia de tema con la vista pegada a mí, mientras se recuesta sobre el semimuro que separa nuestras casas.

—Gracias. —Liv alza la cerveza hacia él.

— ¿Y tu desde cuando te has cambiado de bando? —Miro mal a Jake, el cual se encoje de hombros, riendo. Le miro ofendida.

—Yo también voto por que vayas... —Habla Dylan mientras se enchufa un cigarro.

—Al fin suelta algo razonable por la boca...—Liv se mete con él.

—Si, lo ha estado practicando por días. —Jake sonríe como un niño pequeño.

—Mira, que os jodan...—Suelta él de mala gana.

—Dylan, venga, termina de hablar. —Le animo con una media sonrisa.

—Simplemente, que seguro que habrá gente amable. —Se encoje de hombros y expulsa el humo de su boca. —Y ya si te haces una amiga que este igual de buena que esa, triunfas. —Señala a Liv con la cabeza y le sonríe coqueto, ella simplemente le saca el dedo corazón con la mirada en las vistas de mi balcón.

—Dios, ¿Por qué has tenido que decir eso? —Jake se gira a verlo con mala cara.

—Hazme un favor, Jake, llévate al troglodita que tienes como compañero a dentro. —Le pide Liv con la mirada en Dylan. Jake se lo lleva sin rechistar.

— ¡Pero no he hecho nada! —Le oigo decir y después solo el ruido de la puerta corredera cerrarse.

—Bueno, entonces vienes ¿No? —Insiste ella y yo suspiro.

...

— ¿Puedes relajarte? Me estás poniendo nerviosa hasta a mí. —Liv me riñe y yo dejo de morderme el labio automáticamente.

— ¿Puedes repetirme sus nombres? —Le pido de nuevo.

—Irish...—Se para en mitad de la calle y me agarra por los hombros. —Vas a estar bien, ¿Ok? Nada va a pasar. —Me mira a los ojos.

—Lo sé, lo sé...—Trago saliva con dificultad.

—Así que, por favor, cálmate e intenta ser lo más tú posible ¿Vale? Porque eres increíble. —Añade y yo asiento repetidas veces.

El amor verdadero es caprichoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora