Quédate, me estás haciendo feliz.

394 30 5
                                    

31 de diciembre.

Irish.
Siempre quise ser tía. Consentir a alguien tan diminuto, que te llamé "tía" o que vaya a ti para contarte cualquier cosa porque no eres su madre...
Siempre había querido que alguien cercano quedase embarazada, pero no Liv.
Livvie nació en un ambiente no muy adecuado para un recién nacido, y es por eso que es muy consciente de lo que quiere para un futuro...Pero en ese entonces no sabíamos que las tornas cambiarían.

—Y, ¿Te acuerdas cuando te llevé al zoo? Estabas tan mona vestida de leona...—Recuerda su madre, sentada en el sofá con una copa de vino medio vacía en su mano. Yo giro a ver a Liv, estaba con la cabeza tirada en el reposacabezas del sillón y mirando al techo.

—Sophie, ¿No deberías subir a terminarte? Pronto empezaremos a cenar...—Sugiero al ver a mi mejor amiga tan apática a pesar de lucir uno de sus vestidos favoritos, de brillos dorados y sus tan usados tacones del mismo tono.

—Tienes razón, debo estar guapa para comenzar el año. —Se bebe la copa de un solo trago y desaparece por el pasillo.

—Liv, venga, vamos...—Estiro de su brazo con rapidez.

— ¿Eh? ¿A dónde? —Me mira perdida.

—A una farmacia. —Hablo, agarrando el abrigo.

—Ni de coña, vaya. —Se niega al segundo.

—Pero, ¿De que hablas? —Frunzo el ceño. — ¿No quieres saber si...? —Señalo su estomago con nerviosismo.

—Pues no, Irish...—Aparta la mirada y se acomoda en el sillón, yo suspiro y dejo el abrigo para sentarme en el borde del sofá y apretar su mano.

—Liv, si es positivo no pasa nada. —Le aseguro mientras acaricio su mano.

—Lo sé. —Inhala y se muerde el interior de su labio. —Pero no....No puede ser positivo. —Se recuesta en el asiento.

—Liv...

—No puedo tener un niño con Dylan, Irish. —Dice tajante.

—Pero no lo entiendo, llevas con Jackson...—Hago cuentas y me doy cuenta. —No jodas, Liv...—Cierro los ojos.

—Fue solo una vez, ¿Sí? Me lío...—Suena desesperada.

—Joder, Olivia, ¿Pero tu eres consciente? —Me paso una mano por la frente.

—Si, lo soy. Así que no me repitas otra vez que lo hice mal, ya lo sé. —Se altera.

— ¿Qué piensas hacer? —Pregunto tras unos segundos de silencio.

—No lo sé. —Se rasca la sien.

—Y, ¿Puedo ayudarte en algo? Lo que sea. —Pido porque toda esta situación comienza a generarme un tic nervioso el mi ojo izquierdo, pero ella niega con la cabeza varias veces.

—Yo lo único que quiero es emborracharme...—Lloriquea, tapándose la cara con las manos.

Decido ir hasta casa de los chicos paseando, pensando que me ayudaría a despejarme...Pero llego con lo mismo en la cabeza.

—Hola, acoplada...—Me abre Dylan, con la boca llena y tan sonriente como siempre.

—Hola, niño. —No puedo evitar pegarme a él y abrazarle con todas mis fuerzas.

—Ojalá me recibieran así siempre...—Dice antes de apoyar su mejilla en mi cabeza y disfrutar de mi muestra de cariño. — ¿Estás bien? —Me separa de él para mirarme atento y yo simplemente asiento porque como abra la boca me descubre la mentira.

—Que guapo te has puesto, ¿Eh? —Le estiro de la camisa negra que llevaba con un par de botones sin abrochar.

—Tú también, no tanto como yo, pero...—Bromea y yo le empujo lejos de mí, riendo.

— ¿Dónde está gruñón? —Pregunto buscándolo por la estancia mientras Dylan hace la función de guardarropas.

—Sigue ahí dentro, seguramente peleando con la corbata...—Dice sentándose en el sofá con una cerveza, yo río y camino hacia su puerta.

—Dylan, déjame en paz, que ya te he dicho que no pienso calificar tu abecedario en eructos...—Dice mientras yo abro la puerta con suavidad y me lo encuentro frente al espejo enterizo con cara de enfadado y con la lengua entre los dientes.

— ¿Crees que estarás listo para el año que viene? —Me burlo, avanzando hacia él con una sonrisa tonta.

—Es culpa de Dylan, ha estado veinte minutos para solo acabar haciendo un nudo imposible de quitar...—Suspira y alza la cabeza cuando le aparto las manos con tranquilidad.

—Sabes que no tienes porqué ponerte corbata, ¿No? —Le miro a los ojos, que ahora me miran malamente. —Pero estás muy guapo con ella...—Añado alzando el mentón para besarle y él lo acepta con recelo.

— ¿Cenáis aquí al final? —Pregunta reposando sus manos en mis caderas.

—No, no....—Paseo la mirada por su cara y la vuelvo a bajar con rapidez. —Liv prefiere cenar con nosotras solas. —Hago un mohín. — ¿Puedes decírselo tu a Dylan? Se me rompe el corazón cada vez que habla de ella...

—Si, tranquila, yo hablo con él. —Aparta la mirada.

—Gracias, guapo. —Le agradezco con un beso.

— ¿Cómo puedes ser tan guapa? —Me sostiene la cara con ambas manos y yo me rio con la mirada fija en su corbata azul. —Lo digo enserio, podía estar mirándote por horas...—Acaricia mi mejilla con su pulgar y es como un acto reflejo resguardarme en su pecho. —Hey...—Entrelaza sus manos en mi espalda e intenta separarme para ver mi cara. —Irish, ¿Ha pasado algo? —Pregunta y por un segundo maldigo el hecho de que me conociese tan bien.

— ¿Tu como reaccionarías si te dijesen de tener un hijo ahora mismo? —Le pregunto de golpe y alza las cejas sin entender nada. —No estoy embaraza...—Añado al instante. —Yo no. —Niego con la cabeza y suelto una risa nerviosa.

— ¿Y quien lo está? —Frunce el ceño.

—Nadie, nadie. —Miento.

—Voy a hacer como que te creo, ¿Sí? —Propone y yo asiento. —Yo, en lo personal, estaría pegando botes de felicidad. —Se encoje de hombros y yo sonrío al no esperar esa respuesta. —Pero porque yo sé que quiero tener hijos y tengo la estabilidad como para poder criar a uno...De ser otro caso, estaría asustadísimo. —Hace un mohín.

— ¿Y si es lo segundo? —Muerdo el interior de mi mejilla.

—Irish, ¿Quién está embarazada? —Pregunta con una tranquilidad increíble.

—Creemos...—Suspiro. —Creemos que Liv está embarazada.

— ¿Qué? —Suenan dos voces al unísono.

𖡼.𖤣𖥧𖡼.𖤣𖥧
Como me duele saber que cada vez queda menos para que esto se acabe😩💔

El amor verdadero es caprichoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora