No sabía en qué día vivía. Desperté en el hospital donde me estaban proporcionado mis medicamentos. El último recuerdo que tenía era en aquel horrible lugar, donde Wilbur estaba golpeando bruscamente a Quackity. La mirada de él me decía que todo estaría bien, pero yo sabía que no.Me quité el suero que tenía en las venas. Quería verlo, abrazarlo, sentir que estoy segura en sus brazos. Me cambié a la ropa que tenía guardada en el closet para escaparme del hospital e ir a Las Nevadas.
Estaba ansiosa por llegar y abrazarlo, ya que después de todo era lo único que necesitaba para sentirme bien. El día estaba lluvioso, la temporada de lluvia había llegado a la ciudad y toda la semana estaba nublado.
Una vez llegué me dirigí a la entrada sorprendentemente me encontré con Quackity fumando fuera del casino. Me acerqué a él y me eché a sus brazos para darle un cálido abrazo que él no respondió.
- Qué haces aquí Emma? - dijo sin expresión alguna
- Qué? Vine a verte, necesitaba agradecerte por sacarme de ahí..
- No deberías estar aquí, tienes que irte.
- De qué hablas? - dije alejandome de él para verle la cara
Él solo me miró fríamente. Noté que esta vez no había maquillado su cicatriz y que su cabello estaba más corto desde la última vez que lo vi.
- No podemos estar juntos, por favor vete.. - dijo para después tirar su cigarro y darse la vuelta sin antes yo tomarlo del brazo
- Quédate aquí, no te vayas - dije con los ojos llorosos
- Emma, es por tu bien. No quiero que te vuelva a pasar algo por mi culpa. Lo nuestro aquí se terminó.
- No hagas esto, no te vayas. No abandones todo lo que tenemos..
- Por favor, vete. No hagas que mis hombres te saquen a la fuerza.
- Mírame, acaso ya no me amas? - dije tomando su rostro con mis manos
- No Emma, solo eras mi capricho. Nunca te amé, yo no me enamoro, el amor es una debilidad y si fui a rescatarte es que sería un fastidio que muriera alguien por mi culpa. Desde que te ví mi único objetivo era usarte y acostarme contigo. Empezaste a ser un problema cuando te involucraron conmigo y te secuestraron. Ya no puedo tenerte a mi lado así que lo mejor es que te olvides de mi. - apartó mis manos moviendo su rostro
Quackity sabía que estaba mintiendo. En el fondo quería corresponder el abrazo de Emma y llorar en sus brazos por al fin tener consigo. Pero iba a ser más doloroso para los dos, prefería mil veces hacer que ella lo odiara a que sufriera por no poder estar juntos.
- N-no digas cosas que no quieres decir - dije con ya lagrimas cayendo por mis mejillas
- Llevenla devuelta al hospital por favor - indicó a sus hombres regresando al interior del casino.
- Q-quackity por favor! - grité
Sus escoltas me tomaron del brazo y me metieron a la fuerza a su camioneta y me llevaron al hospital como Quackity lo había ordenado. Durante el camino veía la ventana, como las gotas caían sobre las calles al igual que mis lágrimas sobre mis mejillas. No quería saber nada de nadie, quería morir.
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Quackity's pov
Después de haberle dicho cosas tan hirientes a Emma me dirigí a mi oficina a ahogar mis penas en el alcohol. Hace tiempo que la bebida era mi solución para todo. Me sacaba de mis pensamientos y ayudaba a que me olvidara un rato de lo que pasaba. Estaba dolido, solo quería un beso de ella, tenerla en mis brazos, decirle que toso iba a estar bien, pero no me podía arriesgar a que esto llegara a volver a pasar.
Lo mejor para mi siempre iba a ser estar solo. Cuando por fin tengo a alguien querido cerca mia me lo arrebatan o tratan de hacerle daño. Es por eso que estoy condenado a vivir con esta soledad.
Tomé mi celular y eliminé el contacto de Emma. Todas sus fotos, mensajes, me deshice de absolutamente todo lo que me recordara a ella. No iba a ser fácil ya que aún la amaba, pero en algún momento lo haría.
Solo esperaba que Emma se curara pronto y le deseaba lo mejor para ella.
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Llegué al hospital y me recibieron las enfermeras quienes estaban enojadas conmigo por haber escapado así del hospital. Recibí todos sus reclamos y sermones y me dirigí a mi habitación donde ya me esperaba mi doctor quien me proporcionaría mis medicamentos de hoy.
Una vez el doctor se fue, me eché a llorar mares abrazando mi almohada. Estaba completamente destruida, no quería saber nada de nadie. Tomé mi celular para intentar llamar a Quackity pero no respondió. Una, dos, tres veces lo intenté pero me daba siempre buzón, pensé inmediatamente en que me había bloqueado y lo comprobé al notar que mis mensajes nsiquiera se mandaban. Quería morir, la persona a la que más había amado en mis 18 años derepente había soltado tales cosas y cortando contacto completamente conmigo. Había dicho que no quería volver a verme, que solo me utilizó, que era su juguete. No sabía que creer en este punto, pero lo único que sabía es que mi corazón dolía.

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Las Nevadas
FanfictionEmma Smith, una chica de apenas 18 años que sufría de leucemia desde los 12, que había pasado toda su adolescencia y probablemente su juventud también en una camilla de hospital por culpa de un cáncer que se le había diagnosticado a los 12. Había si...