Capítulo 3

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No podía creer que estaba en su casa. De tantas personas que había en aquel lugar, tenía que ser él. Me sonrojé al pensar que me había visto en ropa interior, que había dormido en su cama y traía su playera puesta.

- G-gracias, quiero tomar una ducha, cuál es el baño?

- El de invitados está en el pasillo de a lado justo a la izquierda, te llevaré toallas y algo de ropa.

- Muchas gracias, eres muy amable.

Ya con las toallas y otra playera de Quackity, me desvestí y me metí a la bañera dejando caer mi cabeza a un lado de la tina. Había sido un estúpida irresponsable, que si seguía siendo así de descuidada moriría más pronto de lo que debía. Tallé mi cuerpo y cabello con agua fría para despertarme. A los minutos salí de la bañera y me enredé en una toalla. Tuve que ponerme la misma ropa interior ya que la empleada me había traído un paquete de boxers nuevos de Quackity pero prefería morir antes de usarlos.
Me puse la camisa que esta vez me quedaba algo más corta y si me descuidaba dejaría ver todo mi culo.

Cargué mi celular y nada más prenderlo vi que tenía mil llamadas perdidas de mis padres y hermano.

- Mierda

Llamé a mi madre esperando que no se enojara conmigo.

- EMMA! DÓNDE ESTÁS? QUÉ CREES QUE HACES?!?!

- Tranquilaa, pase la noche en casa de una amiga. No te avisé porque mi celular no tenía batería - dije algo nerviosa esperando a que me creyera.

- Sabes lo preocupados que nos tenías? Estabamos a punto de ir a la policía Emma! Sé más consciente y a la próxima avísanos.

Después del sermón de mi padre sentí como mi cuerpo seguía débil por el alcohol así que me recosté en la cama y por arte de magia no tardé en quedarme dormida.

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Quackity's pov

Llegué a casa esperando que la chica no se hubiese ido. Deseaba saber su nombre al menos. Abrí la puerta de mi habitación y pude ver que estaba dormida con el cabello humedo y otra playera mia que le quedaba un poco más corta, dejando ver sus delgados muslos.

Me dispuse a sentarme en la cama y despertarla para que comiera algo ya que según la ama de llaves no había querido desayunar nada. Debía estar hambrienta así que le di pequeños toques en su hombro esperando que se despertara.

- Hola bella durmiente - sonreí - pensé que no despertarías, cómo te sientes?

- Aún siento que mi cabeza da vueltas - dijo la chica mientras tocaba su frente.

- Debes tener hambre, me dijeron que no comiste nada en la mañana.

- No tenía ganas..

- Pues para sentirte mejor debes comer algo aunque sea. Por cierto, como te llamas?

- Soy Emma - rió - Dormí en tu cama, he usado tu ropa y no sabías mi nombre

- Pues sí jajaja, mi nombre es Qua-

- Quackity - me interrumpió - Quackity de Las Nevadas.

- Oh entonces soy tan famoso como dicen

- Tu nombre está en boca de todos estos días - sonrió - Oye, por qué me ayudaste? pudiste haberme dejado ahí..

- No quería que te pasara nada malo. Al inicio pensé que solo estabas dormida pero intenté despertarte y estabas inconsciente. Me preocupé y te traje a casa, le dije a un doctor que te revisará y pues..

- Entonces sabes que tengo cáncer no?

Aquellas palabras por más duras que sonaran eran verdad. Me dejó atónito que salieran de su boca asi que no pude responder. Por unos segundos me quedé en blanco y no supe que decir.

- Creo que fui muy directa - río
Supongo que tanto tiempo con esto hace que le reste meno importancia

- Ya veo. Deberíamos ir a comer antes de que la comida se enfríe.

- Claro, vamos.

Después de aquella charla nos dispusimos a disfrutar de la comida que habían preparado para nosotros. No volvimos a tocar el tema de su enfermedad durante el resto de la tarde. Intentamos conocernos más el uno al otro. Ya sabía que se llamaba Emma, había cumplido recién los 18, y por eso es que se encontraba disfrutando en el casino la noche anterior.

- Pues entonces si lo disfrutaste eh - reí - te besaste casi toda la noche con la misma chica.

- Qué hice que?!? - dijo nerviosa con un tono carmesí en sus mejillas

- Como lo oíste, en serio no lo recuerdas?

- N-no, lo último que recuerdo es darle un trago al segundo vaso de vodka que bebí

Terminamos la comida y Emma me dijo que tenía que llegar a su casa porque sus padres estaban preocupados. Le dí unos shorts para que no llegara así a su casa. Le quedaban gigantes así que tuvo que hacerle un pequeño nudo. Quería que se quedara más tiempo pero no le rogué más y la lleve a su casa.

- Muchas gracias por la ayuda - dijo sonriendo - si no me hubieras llevado a tu casa probablemente estaría en un sotano

- No digas eso, no fue nada - le devolví la sonrisa - Espero que no sea la última vez que te vea Emma

- No suelo salir mucho del hospital, deberías ir a verme.

Sacó su celular y escribió la dirección.

- Anótala

- Está bien

Nos dimos nuestros números y anoté la dirección y habitación del hospital en el que residía Emma. Se bajó del carro y la ví como entraba en su casa.

Aquella chica en menos de dos días había hecho que Quackity sintiera la calidez del cariño que le hacía falta. Tanto tiempo solo, sin nadie en que confiar había hecho su corazón frío y sólido. Pero la chica enferma lo había ablandado en cuestión de horas.

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